Regalo inesperado Parte 2

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Algunos minutos después tras algunas carcajadas y un rato de tranquilidad México y Panamá salieron de la habitación, tenían que esperar hasta medio día para volver a ver al colombiano y, aun que su animo era mucho mejor, su cuerpo aun le pedía descanso, así que le dio a su cuerpo lo que este le pedía, se volvió a acomodar en su camilla, se acomodo tan plácidamente como todas las cosas que tenía conectadas a su cuerpo se lo permitían y se quedo dormido.



Música estridente sonaba a su alrededor, se encontraba en una habitación oscura ambientada con algunas luces de fiesta y un maquina de humo, una masa de cuerpos se movía al ritmo de la música en el centro del lugar y varias mesas a su alrededor pegadas a las paredes eran ocupadas por toda clase de personas, el lugar no daba la impresión de ser un lugar elegante, sino más bien un lugar que era frecuentado por quienes vivían por la zona y aunque acogedor se notaba algo sucio. Colombia no sabía que hacía ahí ni como había llegado, pero en cuanto empezaba a comprender todo de nuevo la situación se volvió confusa, los que bailaban de repente empezaron a correr tratando de abandonar el lugar y fuertes sonidos metálicos se escucharon aun por encima de la música, los gritos de quienes estaban ahí sonaban como un eco lejano, no entendía nada. De repente la imagen se empezó a volver lejana como si pasara por un túnel y aunque veía todo lejano podría asegurar que vio a alguien caer al suelo en el último segundo.



Poco a poco fue abriendo los ojos y una blanca luz le golpeo las pupilas, destellándolo, intento aclarar la mente y recordar donde estaba y que pasaba, entonces lo entendió, seguía en el hospital y la luz que lo destello era la linterna del médico, resulta que ya habían pasado las 3 horas que el médico le había dicho, así que este necesitaba revisar su estado otra vez.

─Señor Colombia, menos mal despertó, ya me estaba empezando a preocupar─ Le dijo el médico al colombiano.

─Mmh ¿Por qué?─respondió Colombia sentándose un poco en la camilla.

─Estaba hablando entre sueños señor, parecía preocupado, pero no podíamos despertarlo, llevábamos unos 10 minutos intentándolo─ Le conto el médico mientras le lanzaba al colombiano la mirada de alguien que quiere ayudar pero no tiene la menor idea de como hacerlo. 

─ Claro, entiendo. Doctor no quiero apresurarlo pero necesito salir de aquí he irme a mi territorio, necesito saber que esta pasando.

─A medio día podrá irse señor, por favor sea paciente; sin embargo, estos ─ Dijo el médico mientras señalaba el catéter y los electrodos que  el colombiano tenía pegados al cuerpo─ Ya pueden irse. 

Y dicho esto una enfermera se acerco a él y empezó a desconectar todos los implementos con el cuidado y la agilidad que dan años de experiencia, la enfermera era una mujer mayor que se notaba que había visto muchas cosas en la vida pues ni los extraños hechos que acababan de ocurrir con el colombiano parecieron sorprenderla demasiado. Poco después el médico se retiro y Colombia convenció a la enfermera para que le prestase un cuarto donde pudiera ducharse.

Colomba estaba agradecido con la atención que había recibido pero no podía esperar hasta medio día para volver a casa, algo importante había ocurrido, algo importante y grave que necesitaba de su atención ahora mismo; y estaba seguro de que tenía que ver con ese sueño extraño que había tenido, aun que ahora no podía recordar ni la mitad.

La enfermera lo llevo a ducharse y le indico el camino para volver a su habitación después. El colombiano se baño rápidamente y volvió a la habitación, rebusco entre los cajones que había en la habitación hasta encontrar su ropa, se la puso y tomo las cosas que sabía que le pertenecían: su celular y una llave de habitación de su hotel. Asomo la cabeza a ambos lados del pasillo para ver si quienes lo atendían se encontraban por ahí pero para su suerte, no estaban;  salió de la habitación tratando de actuar lo más normal posible y, siguiendo los letreros de "Exit" que había por los pasillos, llego hasta la sala de espera anterior a la salida.

A lo lejos pudo ver a México y Panamá sentado en unas de las sillas, había un par de personas de traje alrededor de ellos que asumió que eran escoltas que les había dado Inglaterra. Rápidamente se acercó a ellos y antes de que le dijeran algo los abrazo a ambos y les susurro:

─Vámonos de aquí, ¡Ahora!

─Vale  ─Respondió el mexicano por la sorpresa de ver a su amigo dado de alta antes de tiempo.

El mexicano y el panameño se pusieron de pie y los 3 se encaminaron a la puerta y justo al cruzarla el colombiano fue sorprendido por una gran cantidad de flashes, luces y voces en varios idiomas que gritaban preguntas tratando de hacer escuchar su voz por encima de todo el ruido; en ese momento entendió porque los escoltas. El colombiano cubrió ligeramente sus ojos con su mano y continuo caminando mientras les abrían paso entre la multitud.

Al cabo de unos segundos llegaron a una camioneta negra con ventanas oscurecidas, los guardas abrieron la puerta trasera y los tres entraron a toda velocidad en ella, los guardas se subieron en los asientos delanteros y arrancaron el vehículo.

─ ¿A dónde vamos señores?─ Pregunto el escolta que conducía.

─A mi hotel─ Respondió Colombia inmediatamente y le dio la dirección de su hotel.

─Oye ¿Y qué paso?, el médico nos había dicho que no saldrías hasta medio día─ Pregunto el mexicano con evidente curiosidad.

─ ¿Ahhh si, eso les dijo?─Respondió Colombia evadiendo la pregunta y la mirada de México. Sin embargo el mexicano frunció el seño e hizo una cara de terror que fue imposible de ignorar para el colombiano.─ Dios... La verdad, me escape─ dijo finalmente Colombia.

─ ¡¿Qué?!─ Exclamaron México y Panamá al unisonó.

─  No me podía quedar ahí acostado, necesito saber que paso y en una cama no me voy a enterar.

─ Pero ¿Estas loco?, como se te ocurre hacer eso, ¿Qué pasa si te vuelves a desmayar?─Exclamo Panamá.

─Entonces volveré al hospital, pero hasta que eso no pase tengo cosas más importantes que hacer─ Dijo el Colombiano con gran determinación, sin mirar a nadie en especial y aunque entendía la preocupación de los suyos supo que ellos entendían su sentimiento.


Poco después llegaron al hotel del colombiano sus amigos se quedaron dentro de la camioneta pero él se bajo a toda velocidad y entro en el hotel, se dirigió a su habitación y recogió rápidamente todas sus cosas, las embutió como pudo en su maleta y en menos de 20 minutos estuvo de vuelta en la camioneta.

─Al aeropuerto, por favor, ¡Rápido!

Cuando llego allí compro un boleto de avión a su territorio, que le costo un ojo de la cara, despidió ágilmente de sus amigos y después de pasar por aduanas llego a la sala de abordaje, mientras esperaba se dio la tarea de averiguar que había sucedido. tras un par de búsquedas en Internet vio un titular que le helo la sangre.

"¿Atentado en Cali? esto se sabe hasta ahora"




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Holaaaaaaa, perdón por la tardanza planeaba terminar y publicar este cap hace bastante pero con las cosas que han estado pasando en el País me ha sido imposible.

Se que muchos de ustedes son menores de edad y  puede que no comprendan lo que pasa ahora mismo en las calles, pero es suficiente decir que en las calles la gente pide garantías para la vida y una vida digna, en todos los sentidos, así que bueno, esperemos que las cosas mejoren.

Espero les halla encantado el cap y como siempre recibo sus comentarios.

Por cierto me cambie  el apodo por uno más corto y fácil de recordar, pero soy la misma de siempre.

Atte: Plumitaaa_

PDTA: Estamos estrenando portada de mi autoría, no es la mejor pero es trabajo honesto, a medida que mejore mi ilustración iré mejorando la portada. 

PDTA2: No pude recuperar los archivos que había perdido, F por el trabajo perdido.

Nuestro vuelo RusColDonde viven las historias. Descúbrelo ahora