prólogo

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Miraban desde sus umbrales la nieve cayendo sin parar como los anteriores días en los que ni siquiera pudieron salir para nada por culpa de las ventiscas. Cada vez eran más fuertes, más potentes y por ello, apenas se veían.
Rune suspiraba sentado en el suelo frente a la hoguera, pensando en su madre, en qué estaría haciendo ahora, si estaría bien, si ha habría empezado esa lucha contra los franceses. No sabían nada de ella, ni siquiera habían visto a Lur traer ningún mensaje o sobrevolar el poblado, no apareció en ese mes y medio desde que se quedó en Inglaterra y eso los tenía a todos nerviosos y preocupados, aún así, cumplían con lo ordenado, entrenaban sin descanso, ayudando a los que se estaban recuperando para que volvieran a ser como antes.

Sir llevaba todo ese tiempo bajo el sueño profundo, no se movía para nada. Habían pedido a Aila que ayudara para que se despertara, pero todos sabían que era demasiado malvada y ponía como escusa que lo estaba intentando todo sin éxito, que era más fuerte que ella y que por alguna extraña razón, no quería volver en si.
Gyda y las demás, sabían que mentía, pero, ¿ qué iban a decirle?
No podían obligarla a hacer más de lo que hacía, la tenían casi todos los días con ella intentando despertarla, aunque en el fondo tenían claro que apenas ponía interés.

Al mismo tiempo, Gyda tenía algo que le rondaba en la cabeza. Aila era como Sir antes de que ésta se convirtiera en Völva, eso implicaba, que podía entrar en los sueños, puede que también comunicarse a través de ellos, lo que no recordaba era como lo hacía Sir. Si lograba recordarlo, podría obligarla a entrar en su sueño junto a ella y hablar con su hermana.

Ubbe se acercó a ella por detrás y se sentaba a su lado junto al fuego — ¿ qué piensas?

Lo miró — si pudiera recordar como Sir entraba en la mentr, el ritual que usaba, podría obligar a Aila a hacerlo, e ir junto a ella.

— ¿ para qué?

— tiene que despertar, lleva casi seis semanas en ese sueño profundo — pausó —  Liv la necesita, y nosotros también. No podemos fiarnos de Aila.

— esa bruja no se va a arriesgar en tener problemas con vosotras y perder a mi sobrina por ello.

— no, pero puede dejar pasar el tiempo, seguir con su escusa de que no logra despertarla, le beneficia, por que no la está matando, ¿ entiendes?

— visto a si — Suspiró — ¿ y volver al puente de los muertos?

— ¿ para qué?

— bueno, técnicamente es como si estuviera muerta. Podríamos llevarla, y a ver si se despierta.

Frunció el ceño — ¿ creés que ha quedado atrapada?

— mira, después de todo lo que he visto, ya me lo creo todo.

Atrapada entre la vida y la muerte, no había pensado en ello.
¿ sería qué no encontraba el camino?
¿ qué no sabía como volver? 
¿ qué por eso no despertaba?
Era una idea curiosa, pero todo era posible. Dejó mucha energía para la recuperación de todos, puede que por ello ahora estuviera tan débil, que le faltaran fuerzas para volver.

Tanto ella como Ubbe, elevaron la vista y vieron como Einar se sentaba lentamente al lado de Rune, éste, se recolocaba cerca de él y se acurrucaba entre sus brazos.

— ¿ cómo te encuentras? — preguntaba Gyda.

Einar la miró mal — bien

— no puedes seguir enfadado con nosotros, fue ella quien se marchó — añadía Ubbe.

Suspiraba con profundidad, haciendo gesto de dolor por sus costillas que seguían recuperándose de las roturas.
— estoy enfadado por que la dejasteis ir, deberíais haberla amarrado a la puta yegua y obligarla a quedarse.

LA ERA VIKINGA ( cuarta temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora