Capitulo 7

3.3K 164 5
                                    

-Estamos solos por 5 días. ¿Creerás poder sobrevivir?-bromeo Matt mientras abría la gran casa que seguía admirando cada pequeño detalle que se me cruzaba, me llevaba abrazada de la cintura cuando mis ojos se abrieron al impacto del brillo de aquel hogar.

-Me costaría teniendo en cuenta que viviré con un gilipollas.-contraataque cuando escuché su carcajada resonar en aquella casa.

Entramos viendo el piso blanco reluciente en algunas partes y en otra unos tablones blancos, todo en el mismo estilo. No alcance ni empezar a observar como era o que habitaciones escondía esta casa cuando, luego del portazo para cerrar la casa, sentí como Re me giraba bruscamente y me estampaba sus labios a los míos sin descanso, besando casi cabroneado por no haberme tocado por tanto tiempo.

Sus manos estaban apretando mi cintura hacia su vientre mientras profundizaba el beso sintiendo una presión en nuestro entrepierna, provocando que inconscientemente subiera mis manos hacia su cuero cabelludo. Al abrir mi boca, su lengua jugaba con la mía y sus labios hacían maravillas mientras que le tiré del cabello para recobrar el aliento pero únicamente soltó un gruñido del todo sexy mordiéndome mi labio.

-Eres un bruto.-respondí mientras el calor de mis labios bajaba hacia mi vientre bajo y mis piernas empezaban a temblar de nervios mezclado con deseo.

Cuando menos me lo vi venir, sus manos bajaron hasta mis muslos obligándome a enredarlos en su cadera mientras su manos me levantaban todavía besándome salvajemente. Hace mucho no sentía aquel deseo, aquellas ganas de necesitarle que me tocara, de que me besara...

Empezó a caminar, mientras seguía besándole continuamente, aquellos labios carnosos y apetecibles, hasta que subió un par de escalones llegando a una habitación dando justo en el atardecer que estaba en frente nuestro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Empezó a caminar, mientras seguía besándole continuamente, aquellos labios carnosos y apetecibles, hasta que subió un par de escalones llegando a una habitación dando justo en el atardecer que estaba en frente nuestro.

Me poso contra la cama bruscamente en cuanto se acercó hacia mi tirada en ella. Apoyo sus brazos a los dos lados de mi cabeza separando mis piernas con su rodilla mientras me deposito un suave beso en mi clavícula para después complementarlo con continuos besos y mordidas en mi cuello hasta llegar a mi mandíbula, que dejarían marcas seguramente pero no me interesaba con tal de experimentar esa sensación una y otra vez.

 Apoyo sus brazos a los dos lados de mi cabeza separando mis piernas con su rodilla mientras me deposito un suave beso en mi clavícula para después complementarlo con continuos besos y mordidas en mi cuello hasta llegar a mi mandíbula, que dejaría...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por favor ámame... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora