Parte 2 de "por favor cae a mis pies..." (parte uno disponible en mi perfil)
Esta es una ruda historia de amor-odio entre Bianca Russo y Matthew Ferrare, una chica universitaria responsable y arriesgada a jugársela por lo que quiere, y un boxeador...
El pánico inundó mi rostro y Bi pareció notarlo cuando abrió sus ojos incrédula a la declaración que había soltado a ojos cerrados. Era exactamente este tipo de cosas quería evitarme al venir pero al pensarlo hace unas horas no se veía tan mal, pues habían pasado ya cuatro años desde que abandone la ciudad y casi cinco desde lo sucedido con la tal Lena.
Inhaló y suspiró lentamente canalizando todo el aire que pudo tomar y retener hasta tal punto que pensé que se iría a desmayar pero formo una sonrisa, me miró y se dirigió hacia Evolet que venia detrás de ella con su camiseta blanca empapada de algún liquido naranja.
-Nosotras veníamos a buscar algo con que limpiarme.-se limito a decir mientras le abrió los ojos casi condenando a Dwain, aunque esta vez la había cagado yo.
-Te comieron la lengua, o ahora se te paso lo nachito, al igual que tú penoso padre.-pregúnto Dwain cuando me safe de mi compostura y me acerqué a el encarándolo aunque las manos de Bi trataron de pararme.
-Repitelo.-le anime.-Vamos. Hazlo por favor. Que tengo unas ganas de terminar los golpes de hace un rato.
Las manos de Bianca se apegaron a mi cuando noté que la música había disminuido y de reojo vi la hora para buscar alguna excusa para irnos y no golpearle al moreno en frente mío ya que Bianca me mataría y además el día después nos iríamos en la mañana hacia Los Angeles de nuevo concluyendo con nuestro viaje, y volver a la realidad luego de las fiestas. Se acercaba navidad y año nuevo donde Bi quería pasarlas con Jack y Denis junto a las niñas, aunque yo lo quería pasar con las tres chicas.
Eran las dos de la madrugada, y Bianca estaba claramente borracha como nunca y yo con el puño apretado listo para desencajar una mandíbula en concreto.
Bianca caminó hacia mi unos pasos para ir a encararme el comentario arrogante que lancé cuando sus piernas se enredaron entre sí y termine por agarrar a Bi por la cintura sintiendo como le fallaban las piernas. No iría a lidiar con ella en este estado por lo que la tomé por las muñecas mientras ella se retorcía en mis brazos.
-¿Que coño haces, angelito?-imito mi voz forzándola grave mente enfatizando la ultima palabra cuando ya dejé de luchar con ella y me la cargue en los hombros sin avisarle, esta vez implorando a los de arriba que no me vomitara por detrás.-¡Matthew! Bajame.
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-Nos vamos.-espeté por ultima vez quedándome sin paciencia cuando vi a Evy casi matando a gritos a su novio. Ella me salvaba de todos mis líos y sabia de que si se lo proponía podría condenar a Dwain pero este rollo era mío y era mi falla con Bi por lo que forcé una sonrisa chueca a la adorable pareja yéndome entre las bolas de humo de maría, olor a borrachos y música que pitaba en los oídos.
-Sabes que, no me bajes.-escuche a mis espaldas luego de una risa borracha. ¿Cuanto sabia tomado en el tiempo que la había perdido?-Tengo una vista pero uff...
