Parte 2 de "por favor cae a mis pies..." (parte uno disponible en mi perfil)
Esta es una ruda historia de amor-odio entre Bianca Russo y Matthew Ferrare, una chica universitaria responsable y arriesgada a jugársela por lo que quiere, y un boxeador...
-¿Diga?-la voz de Matt inundaba mi mente que en cuanto le marque me contesto. Amaba que hiciera eso, y le extrañaba demasiado.
El estómago se me apretaba cada vez que la línea sonaba y la suave brisa me pegaba en mi espalda semidesnuda.
-¡Matt! Tengo noticias.-le anuncié mientras saltaba viendo el cuarto luego de el recorrido por la casa.
Luego de subir las escaleras había un extenso pasillo donde al final de la derecha estaba la habitación de Shaira y más puertas y al otro extremo la de Seth, entre esto estaba la mia, tirada más para la sección de Seth. No vi sus cuartos pero el mío era hermoso, una cama de madera oscura estaba en frente de la puerta y por detrás había un gran ventanal. El baño estaba saliendo al pasillo en medio, el cual compartiría don Shaira.
-Bi... Dime.-sonaba emocionado de escuchar mi voz pero no era lo mismo, en absoluto.-soy todo oídos para ti.
-Conseguí un trabajo, y arrendé una habitación.-casi grite exaltada mientras me sentaba en mi nueva cama de sabanas negras. Era una gran noticia tratándose de mi, considerando que, a penas le vi sus ojos verdosos por última vez en el aeropuerto, pensé que me iría a derrumbar por completo como persona.
-¿Que? ¿Como?
-Shaira Touse. Tiene una casa que parece mansión, y ella vive aquí, por lo que me ofreció estadía y además un trabajo en la revista "La Skyscraper".
Me reí mientras mi espalda caía contra el colchón rebotando dejándome ver el techo que se encontraba a casi 3 metros de mi. Le mentí, y lo sabía, pero no podía dejar que se enterase sobre que viviría con Seth y que realmente esta era su casa, no le podía contar, por lo menos no cuando vivimos a kilómetros.
-Tienes suerte que no esté en la ciudad.-hablo mientras mi estómago se revolvía como niña pequeña enamorada.-Si no, vivirás conmigo... vivir con Re el boxeador... ¿como lo ves?
-Re. Sabes que quiero estar contigo...-reí mientras unos pasos me llamaron la atención.-Eres un engreído.
-No lo soy.-Seth contesto por Matt mientras se apoyaba al marco de la puerta, sabiendo que estaba hablando por teléfono molestándome una vez más mientras se ponía su camiseta luego de estar, quien sabe cuánto tiempo, en la pileta.
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-Pero quería hablarte de las pequeñas Bi.-Matt se entrometió mientras le hacía señas a Seth de que se fuera pero el las ignoraba haciendo expresiones graciosas.-Me gustaría que se vinieran a Nueva York conmigo, hasta que el juicio se tu hermano termine y...
-Tendría que conseguirme traslado de universidad para Yale o Brown en Nueva York y...
-Mi amor... tu no... Solo las niñas...-aclaró mientras me dejo sin palabras y con un deseo entre manos. Me había ilusionado a la idea que todo está igual que antes de nuestros conflictos, pero no. Nos debíamos esta distancia, la cual yo no podía entender.
