Capitulo 5

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#BIANCA

-Juró que llevaré mis cosas a tu casa, Shaira. Solo necesito un poco de tiempo...-asegure a través de la línea.-Nos vemos. Saludos al gilipollas de Seth.

Shaira estaba emocionada y eufórica con los pelos de punta gracias a mi llegada, la cual esperaba ansiosa debido que nunca había compartido estadía con alguna amiga.
El pecho me dolía profundamente en solo pensar que tendría en raras palabras un comienzo diferente pero sin Matthew acariciándome por las mañanas cuando me levantaba, o sin sentir sus besos cada vez que me molestaba.

-Bi...-Jack me hizo saltar de un susto a penas inclinó sólo su cabeza por la puerta con una expresión casi chistosa, casi ya era su etiqueta hacer expresiones así.-Me encontré con un ogro asqueroso. A que no adivinas quien...

-¡Matt!-salte eufóricamente sin esperar a que respondiera o que concluyera con su oración rezando por no haberme equivocado. Sus ojos rodaron y la puerta se abrió en dos de un golpe viendo la esbelta figura morena de Matthew Ferrare, esperando con sus brazos abiertos mirándome como solo el sabía hacerlo, perforándome. El pecho se me contrajo más aún y mis piernas temblaron de la impresión, había llegado una semana antes de lo previsto.

Corrí donde el y sus músculos que contraían debajo de su camiseta negra me tomaron por la cintura mientras mis manos se entrelazaron en mi cuello para después entrelazar mis piernas a la altura de su cadera. Su aroma me impregno las fosas nasales es con recuerdo hermosos, y algunos malos, aunque estos los deje ir como nunca antes. Me percaté que Jack ya no estaba rondando sintiendo a la puerta estrellarse de abajo.

«Luz verde Matt» pensé.

Pegue mi mejilla contra su cabeza mientras me apretaba casi dejándome sin oxígeno en cuando me separo para verme pero todavía sin bajarme de sus brazos. Sus ojos irradiaban un brillo inexplicable y por alguna extraña razón me miraba casi que con lastima o pena...

-Hola niñata.-me molesto mientras no me moleste en aventar mi cabeza hacia la suya y estampar mis labios sobre los suyos explotando mi euforia al máximo. Aquel beso no tardó en profundizarse y entreabrir mis labios para dejar fluir la situación mientras una de sus manos bajaba por mis muslos y la otra me tomaba de la nuca tirándome hacia el.-Veo que no me extrañaste. O yo estoy muy caliente para distinguir...

-Ni un poquito, guarro.-jugué con el mientras me soltaba ligeramente en el suelo notando la diferencia de altura que me sacaba. Traía su maleta por detrás y no tarde en darme cuenta que la casa estaba en total silencio. Jack había salido al igual que Denis y Brooke y Agusta estaba en su jardín infantil.

-No sabes lo irresistible que se me haces verte tan cerca de mi.-no tardo en mandar todo a la mierda y empujarme hacia mi cama mientras yo seguía en mi pijama que consistía en una camiseta de el y unos pantalones cortos de chándal.-Es un sufrimiento horrible tenerte tan lejos...

Caí de espaldas rebotando contra el colchón cuando me separo las piernas con su rodilla para después posarse encima de mi llenándome de besos por el cuello, mis labios y mis clavículas. Le extrañaba con todo mi ser y con todos mis sentidos, pero algo iba raro en si. Nos habíamos perdonado pero hace mucho tiempo no teníamos este especié de contacto tan cercano con el deseo en su máximo.

-Dios, que extrañaba esto.-jadeo mientras una de sus manos se fue deslizando por mi cuero erizando mi piel hasta llegar al elástico de mis pantalones.

-Para...-susurre un poco aturdida gracias a sus besos y caricias. Pero no podía pasarme en ese minuto, deberíamos ir de a poco, como prometimos.

-ESTOY EN CASA. Voy a subir. Estoy subiendo. Todavía tienen tiempo para vestirse. 1.. 2.. 3..-Jack entro a penas alcanzamos a recomponer una posición desente entre nosotros dos.-Gracias al cielo... ¡Gracias Jesús!

-Jack... Justo cuando no te necesitamos.-susurró Matt un poco cabreado pero todavía feliz. Se giró hacia mi sin dejarme hablar y poso sus carnosos labios con los míos.-Si te veo hacerme cualquier tipo de señal, no dudare en hacerte mia una vez más en donde sea...

Susurró mientras su mano se colaba debajo de mi camiseta en mi espalda, sutilmente.

-Veo que no les costó nada ponerse al día, ¿no?-pregunto Jack incrédulamente mientras entraba la maleta de Matthew a mi habitación.-Pero lamento arruinarles esta magnifica sorpresa diciendo que una mujer está abajo que empieza con, La Ma, y termina con, Ma de Bianca.

El corazón se me paró por dos segundos. Al literal, tanto que Matthew tuvo que apretarme la mano entrelazada que llevaba para mi sorpresa, para volver a la actualidad. Mi corazón volvió a apretarse y los ojos me empezaron a arder en forma que me pondría a llorar en cualquier minuto.

Pensaba que me podía librar de este tema. Nunca tuve familia y nunca la tendré, y punto. O eso pensaba. No pretendía pedirle cosas a Shanon, o incluso no me interesaba pedirle una explicación de su abandono con mi padre. No me interesaba, o quería ocultar el dolor que sentía por falta de cariño maternal.

-Dijo que quería hablar contigo, en privado.-musité Jack mirando a Matt que esta vez se había retorcido en su puesto con el simple hecho de dejarme sola unos minutos.

-Muévete Jack.-Re le lanzó un gruñido a Jack por si advertencia.-No me toques los cojones...

Mi cuero se paró automáticamente, y sin pensarlo empecé a bajar las escaleras dejando su pelea detrás tratando de no tropezar donde me quede helada al ver la cabellera rojiza de ella de espaldas. Estaba sentada en el sofá y por cierta parte agradecía que únicamente estaba Jack y Matt en casa.

-Shanon...

-¡Oh! Bianca.-exclamo al verme mientras me apure en sentarme en el sofá en frente de ella evitando cualquier muestra de cariño con ella.

-No es por faltarte el respeto, ¿pero que haces aquí?-pregunté tensa en mi asiento mientras su expresión cambió q un especié de dolor.

-Bueno... sentía que te debía una explicación.-musitó mientras se cruzaba de piernas.-Antes de que me interrumpas, escúchame por favor...

Calle ante su súplica. Se le veía desesperada.

-Tu padre y yo nos conocimos un año antes de que nacieras... yo ya tenia a mis hijos. A Olivia y Gabe... pero mi marido abusaba de mi. Me maltrataba... pero sin adentrar aquel tema, conocí a tu padre en mi trabajo, donde también mencionó que estaba en una horrible relación.-dijo tratando de acortar todo en su mitad.-Queríamos formar una familia... con ustedes.

Mi alma se partió en dos, literal en dos. Los ojos me ardían y picaban solamente de haberme tragado las lagrimas hacia mis adentros cuando sentí dos manos firmes en mis hombros sintiéndome protegida enseguida.

El nudo que tenía en mi garganta se fue de un segundo a otro cuando Matt depósito un pequeño beso en mi mejilla calmándome y sentándose al lado mío mientras cruzaba su brazo por sobre mis hombros acercándome a él lo que más podía.

-Pero era muy tarde.-se lamentó mientras se llevaba su manos al pecho y Matthew me sacaba las lagrimas de mi rostro.

-¿A que llega todo esto?-Re gruñó al lado mío ya perdiendo la calma por verme sufrir de tal mandara.

-Bianca, se donde está tu padre.

Continuará...

Por favor ámame... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora