Nivel 20

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Nos aproximamos a ellos, quienes se encontraban riendo ya que el menor estaba imitando las poses que capaz el emperador hacía, con caras graciosas y haciendo demandas con una voz grave. Yo tampoco pude evitar sonreír al verle.

–Chicos, ¿les molesta la compañía?- habla mi amigo, cuando ya estamos lo suficientemente cerca.

Los dos niegan. Yo no contengo la mirada sobre el pelinegro demasiado, por lo que a ratos la aparto, con la vergüenza apareciendo al recordar el casi beso y lo distante que ha estado hoy por eso. Yoongi en cambio se ha enfrascado en una conversación con los dos, principalmente con Jung Hyun, quien parece más dispuesto a la charla. El menor por su parte se mantiene distraído con lo que hay alrededor.

Jungkook tiene el pelo peinado con la raya medio de costado y el flequillo levantado, dejando su frente al descubierto. No puedo evitar quedar embelesada con la panorámica, no solo de su hermoso cabello, sino de su estilo de vestimenta (oscura, como siempre); esas botas extremadamente grandes que pueden partir el planeta a la mitad, una camiseta oversize de manga larga gris y unos pantalones cargo negros con correas en algunas zonas. Creo que jamás le veré vestido mal, a menos que se coloque una bolsa de basura y pienso que aun así se vería de puta madre.

Como me le he quedado viendo mucho rato, él se percata. Esta vez no logro apartarla a tiempo, así que me resigno a que me ha atrapado en el acto. Le sonrío tímida y hace lo mismo, y por unos segundos nos quedamos observándonos. Es como si uno esperara que el otro diera el primer paso, y a pesar de que me cuesta en general darlo, me doy fuerzas para acercarme finalmente.

–Hola – le saludo, colocándome asu lado, frente a una pintura que medía la mitad de nuestro cuerpo.

–Hola – responde igual, sin darse la vuelta hacia mí -. Al parecer Yoongi ya consiguió otro amigo –dice, y vemos como su hermano y mi mejor amigo parecen llevarse bastante bien, charlando hasta por los codos anda a saber de qué.

–Sí, es lo que parece –concuerdo, no sabiendo que más decir.

Permanecemos unos minutos en silencio. En ese trascurso empiezo a arrepentirme de haberme aproximado, haberle hablado y provocar que esto sea incómodo para ambos. Y de hacerle caso al tarado de Yoongi, que me convenció con un par de frases inspiradoras, tal vez sacadas de internet.

–Kate...

–Oye...

Nos sonreímos al notar que los dos habíamos hablado al mismo tiempo.

–Habla tú primero – le digo.

–Yo en realidad no sé qué iba a decir – se sincera, rascándose la nuca -. Iba a pedirte disculpas por lo que... ya sabes... - insinúa, totalmente tímido -, pero no creo que haya hecho nada malo como para pedirlas, ¿no? Es un poco confuso lo que estoy diciendo, ¿cierto?

–No, creo que no. Yo me siento igual – sonrió a medias, enlazando mis manos detrás de mi espalda -. No pasó nada entre los dos. Solamente fue un momento... – me muerdo el labio, sin darme cuenta-. Te iba a decir que... bueno, en realidad yo tampoco sé qué decir.

Nos reímos.

Aunque eso último era verdad, para mí no había sido simplemente un episodio extraño. Pero eso no debía saberlo, no ahora. Osea, mi amigo que dio ánimos y palabras sabias y yo me las paso por el ano, porque no estoy haciendo nada productivo sobre conquistar a Jungkook. ¿Por qué soy tan cabeza dura? Que alguien me dé con un fierro a ver si me pongo las pilas y comienzo a actuar antes de que llegue BoMi y se lo lleve.

–Es genial la pintura, ¿no crees? - cambia de tema, observando la obra de arte delante nuestro. Yo hago lo mismo -. Este retrato de Joseon es excepcional. Debía ser poco común ver este tipo de cosas en esa época. Me encantaría poder pintar excelente algún día. No es por presumir, pero soy muy bueno dibujando – presume egocéntrico, pero a los segundos vuelve a ponerse tímido. Yo solo sonrío.

Virtual Love | JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora