Nivel 9

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Okey, sí, me gusta. Es un hecho que no puedo negar. Jungkook me atrae demasiado, pero eso no le da el derecho a culparme de nada. Ni a tratarme como me trató. Puede que fuera un impulso por haberlo dejado solo sabiendo que se le dificulta socializar debido a su historia de vida, pero yo también he sufrido lo mismo y eso no me da el derecho de culpabilizar a nadie que no se lo merezca. Y yo no me lo merecía.

–Mi cielo, ¿estás bien?

Mi abuela me envió una mirada de preocupación. Nos encontrábamos sobre el pasto, teniendo un picnic en un área totalmente verde. Era un espacio de cuidado para animales, con conejos, gallinas, perros, caballos y otros en diferentes sectores, enjaulados en espacios amplios de acceso público, todo muy hermoso, tranquilo y que te daban ganas de quedarte de por vida. No había demasiada gente porque habíamos salido justo un día de semana cuando la mayoría se encontraba trabajando o estudiando y no de vacaciones como nosotros, así que era una ventaja a favor.

Desde que salimos de la casa yo me había mantenido callada, ignorando olímpicamente mí alrededor, pero principalmente a Jungkook. Sí, me dije que sonreiría y que iba a fingir que no me dolió la discusión, pero no podía ordenarle a mis emociones que lo hicieran. Ellas estaban heridas y por mucho que quisiera comportarme normal, no lo lograba. Ni siquiera había tocado bocado de la comida delante de mí, y eso que no almorcé.

–Claro, Abue – intenté sonreír, pero creo que fue más una mueca que otra cosa -. No he dormido bien hoy, es solo eso. Veras como se me pasa enseguida – aseguré.

–Sé qué soy vieja y que tal vez no quieres hablar conmigo ahora, pero cuando estés lista podrás contar conmigo, ¿entendido? - me señaló con su dedo como si me estuviera rezongando, pero era su manera de que me entrara en la cabeza que si tenía un problema ella estaría para ayudarme.

Sonreí apenas, genuinamente, agradeciéndole sus palabras.

–¿Les gustaría ver cómo cuidan a los conejos? - nos preguntó Susan, regresando del baño -. Mi hija está allí, ¿vamos?

–Yo me quedaré – les avisé, mi nana levantándose. Al notar que replicaría, agregué: -. Dentro de un rato voy. Ahora intentaré comer algo. Vayan que luego las alcanzo.

Asintiendo, se marcharon dejándome sola. Jung Hyun se había ido para arreglar un asunto de trabajo, prometiendo volver lo antes posibles y Jungkook... pues no sé. Desde que salimos del auto no le miré ni una vez aunque al mismo tiempo no podía no prestarle la más mínima atención, siendo así hasta que dijo que recorrería el lugar con su cámara para sacar fotos, hace como cuarenta minutos.

Agarré un bollo relleno de chocolate, metiéndomelo a la boca a las apuradas porque aunque no había querido comer, ahora me moría de hambre. Ni la más fuerte pelea terminaría con ella. Nunca. Saboreé gustosa, dándome cuenta de que en serio tenía tanta hambre y al final terminé comiéndome cinco más y otros bocadillos. Luego todo ello se vería reflejado en micara, no había duda.

En la noche no había podido pegar siesta y temía verme como una vagabunda ya que ni me peiné decentemente, atándome el cabello en un chongo alto y desordenado. Además me puse lo primero que encontré cerca para ahorrar tiempo y por las escasas ansias de moverme en la mañana. Me sentía fea, más que de costumbre. Genial, mi autoestima está por debajo de la corteza terrestre y se me antoja ser invisible. Agregándole que Jungkook tampoco me ha estado dando pelota, eso envía mi ánimo debajo del núcleo de la tierra, allí donde podría quemarme sin problemas. Doblemente genial, ahora deseo desaparecer.

Suspiré, agradeciendo tener un instante de soledad. Necesitaba apaciguarme, tomar un respiro de aire libre sin que nadie me interrogara el por qué de mi comportamiento. El pelinegro parecía medianamente normal; charlaba, sonreía, sacaba fotografías, pero solamente se había dirigido con un "hola" hacia mí y ya. No sabía si seguía enojado y por eso no me miraba, o si no se me acercaba porque pensaba que yo seguía enojada. La cuestión, nos ignorábamos y en vez de importarme poco, me carcomía las entrañas.

Virtual Love | JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora