2 ; 𝘗𝘳𝘰𝘮𝘦𝘴𝘢.

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YeonJun y Soobin estaban sentados. Uno arriba del otro. Él omega aspiraba el olor que él alfa soltaba sobre su cuello, parecía un pequeño gatito tratando de descubrir algo. Se encontraba en su regazo abrazando su cuello y poniendo su cabeza sobre la corvatura de su cuello.

Aquello era normal de los dos. Ese día, habían quedado en juntarse, aun no fuera sabado, ese día Soobin había despertado dándose cuenta que su celo había llegado y decidió llamar a su mejor amigo como siempre para que le diera una mano con su olor. Ninguno de los dos se habían preguntado alguna vez por qué es que sus olores les hacían calmarse y sentirse relajados. Un espacio solamente para ellos dos que nadie podía tocar.

Soobin dio suaves toques en las caderas del Omega y lo atrajo más hacia su cuerpo abrazándole como un gran oso y oliendo su esencia dulce.

–B-binnie.

Habló el omega sobre su cuello separándose un poco. –¿Tú padre como esta?.

Preguntó preocupado, ya que días anteriores el padre de Soobin había terminado callendo en la sala a causa de un infarto.

–Está bien, en dos semanas saldrá del hospital. Me siento mal por no estar con él...

Una pequeña lágrimas cayó de sus ojos. Amaba demasiado a su padre y si algo le pasara no se lo perdonaría.

YeonJun dejó de abrazarle notando como las pequeñas lágrimas empezaban a caer sobre su suéter. Suspiro y miro la cara del alfa tomándole entre sus dos manos. Conocía al padre de Soobin y sabía cuando le amaba y este al alfa. Los dos eran sumamente unidos y fue una sorpresa lo que había pasado anteriormente.

–No te sientas culpable binnie... –Dijo suavemente. –Él señor Choi estará bien, saldrá de esta. Animate, ¿Sí?.

Se acercó hacia la cara del alfa dando un suave beso sobre su mejilla y limpiando sus lágrimas con sus pulgares. Volvió a abrazarle soltando un poco más de sus feromonas, y ambos terminaron durmiendo sobre el sillón aquella tarde cuando la lluvia empezó a caer sobre la ciudad.

–Hola madre, tíos. –Soobin se dirigió hacia su familia. Su madre fue la primera en correr hacia sus brazos.

Soobin se agachó hacia la altura de la vieja omega y miró sus lágrimas sobre su cara. –¿Cómo ha podido pasar esto, Soobin?

Habló su madre con dolor, rompiéndose en aquel momento.

Su padre estaba en una situación delicada. Soobin dio suaves palmadas sobre la espalda de la dama y negó. –Estará bien mamá, no te preocupes, papá es fuerte.

Miró a sus tíos y este al instante le saludaron. La omega pasó a irse de ahí junto con una prima de Soobin a distraerse un poco de aquel lugar.

–¿Y qué piensas hacer, eh Soobin?. –Uno de sus tíos preguntó del extremo de la sala.

Sus tíos eran magnates. Ceo's. Personas de poder y algunos corruptos. Aunque eso no le importaban si le trataban con amabilidad. Los hombres de traje que eran sus tíos, le miraron rápidamente al ya adulto.

–No lo sé... Mi padre aún no ha muerto. –Contestó tomando un poco del café del vaso que sostenía sobre su mano derecha.

–Tienes que platicar con él hijo... Las oportunidades están que se van en estos momentos, sino lo haces, tu madre y tú podrían quedar en la calle. –Habló el tío mayor.

Soobin dejó el café sobre la mesa de descanso y pasó a mirar sus piernas. Dirigió sus manos a estas y subió un poco de sus pantalones acomodandolos a su medida. –Hablaré con él, gracias por sus consejos.

1 hora más tarde Soobin había entrado a la habitación donde se encontraba su padre. Una pequeña lagrima bajó por su ojos y se acercó hacia su camilla. Era difícil verlo ahi, parecía como si se le fuera a acabar la vida en aquel instante. Tomó su mano ya arrugada de su piel y la beso.

–Padre... Soy Soobin.

Su padre que se encontraba viendo los pequeños pajaritos fuera de la ventana de la habitación, le miró y sonrio. Siempre dándole una sonrisa a la vida.

–Hijo... –Le miró y Soobin asintió. –No pensé que vendrías, ayer no estuviste, eh ¿Pillin? ¿Algún omega?.

Preguntó indecoroso y Soobin solo rio. –Estuve con YeonJun solamente... Ayer tuve mi celo y solo le pedí a YeonJun que me abrazara y se quedara conmigo...

Su padre asintió y río al final, tosiendo un poco en la acción.

–Hijo... En unos meses no podré hablar... Solo, quiero irme y saber que tengo o tendré nietos... Quiero verlos correr y decirme abuelo. Eres mi único hijo y la empresa será tuya, tu serás el jefe, pero sólo... Prometeme, que, tendré un nieto antes de morir... Por favor hijo... Seria mi mayor alegría.

Él alfa menor abrió sus ojos sorprendidos soltando la mano de su padre. Él no tenía pareja... ¿cómo...?, Suspiro de nuevo viendo a su padre y lo cansado que se le veía. Recordó cuando viajo junto con el, se divertían, corrían y le daba lo que necesitaba. Le debía mucho y tal vez, si esa sería la recompensa...

–Te lo prometo, papá.

𝙉𝙞𝙣𝙚 𝙢𝙤𝙣𝙩𝙝𝙨 - Soojun ©𝗺𝗶𝗻𝘆𝗼𝗼𝗻𝗽𝗮𝗿𝗸𝗺𝗶𝗻𝗻𝗶𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora