3 ; 𝘉𝘢𝘳

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–¿Qué pedirá señor?.

El barman preguntó hacia el pelinegro sentado en uno de los banquillos del lugar. Soobin miró la cartilla de bebidas y eligió lo más común, un Whiskey.

–Por favor.

Dijo y el hombre beta asintió alejándose de ahí para empezar a trabajar. Soobin Suspiro y miró hacia todas partes. Ese día llevaba un traje negro elegante, colonia de una fragancia fresca y grave que le daba la pinta de ser un alfa dominante y su cabello levemente recogido hacia atrás.

Una mujer omega se acercó hacia él alto alfa y se sentó en uno de los banquillos de su lado. Sonrio coqueta y aunque Soobin tuviera repugnancia solo había llegado a ese lugar para una cosa.

1. Buscar un omega con quien aparearse.

Y bueno, la omega no dejaba de rodearlo con sus fermonas dulces y empalagosas que hacían a su lobo bajar sus orejas y chillar para irse.

–Me llamó Soohee, ¿Tú?.

Preguntó recargando sus codos sobre la barra. La mujer tenía una voz totalmente chillona y era un punto realmente malo, Soobin no tenía tolerancia en ese aspecto.

–Soobin. Choi Soobin.

–Oh, él hijo del empresario Choi... Conozco a tú padre.

La mujer habló y rio después. –Es un gran amigo del mío, tal vez no nos conocíamos pero, podríamos hacerlo.

Habló coqueta levantando su mano y llevándola hacia el brazo del pelinegro moviendolo lentamente contra su piel. Soobin estaba por quitar su mano pero el barman llegó y puso la bebida frente a sus ojos. –Aquí tiene.

Él hombre miró a la mujer y Sonrio. –¿Alguna bebida señorita Soohee?.

Preguntó llevándose una sonrisa carismática de la omega. El barman conocía a la perfección a aquella mujer.

–Claro. Mi acompañante me invitará una. ¿A qué sí?.

Rodeo su brazo sobre el del alfa acercándose hacia este casi abrazándolo. Soobin por poco y contestaría groseramente, pero decidió seguir el juego a la mujer si quería que lo que planeaba se logrará. Asintió y el barman volvió a decir –¿Lo mismo?.

–Exacto.

Los minutos pasaron y después de 30, ambos estaban totalmente ebrios. Soobin llevó una mano hacia la cintura de la mujer atrayendola a su cuerpo. Estaban justo por ir a follar hacia unos baños en plena carretera en una tienda de auto servicio. La mujer empezó a besar su cuello y Soobin empezó a tener una creciente ereccion.

–Quiero hacerte un cachorro. –Susurro directo a su oído y la mujer rápidamente abrió sus ojos sorprendida.

–¿Lo dices para calentarme? –Preguntó coqueta cómo si acabará de descubrir un nuevo piropo.

Pero soobin solamente la empujó un poco y negó. –Enserio, necesito un bebé.

Podría no estar en sus cinco sentidos, pero aún sabía a lo que venía. La mujer por nombre Soohee soltó una risa socarrona y negó rápidamente –Yo no puedo arruinar mi cuerpo por un bebé. ¿Qué clase de loco eres?. Consíguete a otra omega si ese es el caso. Dudo que haya alguna, todas quieren una noche.

La mujer pasó por un lado de Soobin y se paro justo sobre su hombro –Sí quieres algo de una noche, llamame binnie.

Susurro hacia su oído y toqueteo el trasero del alfa metiendo una pequeña tarjeta con su número. Soobin se había quedado ahí con una decepción y con la idea de que no lo lograría. En fin, terminó llendose a su auto y de ahí dirigirse hacia la ciudad. La lluvia había empezado así que si seguía con su camino hacia su hogar posiblemente su auto se estáncaria entre chubascos.

Ese día llegó a casa de YeonJun. Él omega abrió la puerta encontrándose con su soobin con sólo su camisa del trabajo blanca empapada de agua y en su brazo llevaba su chaleco negro. Pequeñas gotas caían de su cabello ahora desordenado y esa colonia que desprendía...

–Dios Soobin, ¿Por qué vienes así? –Rápidamente se aproximó hacia el alfa y reviso su cara buscando algún golpe o algo ya que el alfa solía meterse en problemas.

Se acercó hacia su pecho y olio su fragancia la cual era tapada por su perfume y un olor totalmente dulce. Estornudo y frunció su ceño ante eso –Pasa.

Soobin estaba confundido por la acción del menor pero aún así le entendió, con el era bastante preocupado y siempre estaba ocupado de lo que sucedía. Eran como una familia.

–Te buscaré ropa de la que has dejado hace días. Debes de tomar una ducha o te resfriaras.

YeonJun se fue de la sala dejando al alfa solamente ahí. Soobin miró el lugar perfectamente acomodado como la última vez que le vio y aquel olor totalmente dulce, que le tranquilizaba y hacía que su lobo se sintiera feliz como en casa.

–Bueno puedes ir a cambiarte, pero, haremos algo, yo tengo el cesto en mis brazos y para que no mojes la alfombra te quitaras la ropa aquí. Por favor, hazlo.

Soobin se sonrojo ante sus palabras pero asintió dando una media sonrisa hacia el omega que comprendió después de minutos sus palabras y como las había dicho haciendo que sus mejillas se calentaran.

Soobin quito su corbata y después su camisa dejando ver sus abdominales totalmente marcados, cosa que hizo a YeonJun tragar saliva. Después procedió a dejarlo en el cesto y proceder a quitar su pantalón desabotonando primero su cinturón.

Bajo sus pantalones quedando solamente en boxers blancos y lo dejó en el cesto. YeonJun para aquel momento parecía un pequeño tomate. No quizo, pero lo hizo. Bajo su mirada encontrándose con el miembro del alfa el cual estaba levemente levantado.

–Dios, si necesitas una ducha. ¡Pero helada! –Frunció un poco su ceño y empujó la espalda del alfa –Anda, ve a tomarla he dejado todo en el cuarto de baño.

Soobin asintió confundido y camino hacia el baño el cual se encontraba en la habitación del Omega. Minutos después del baño salió y seco su cabello encontrándose con el omega el cual hacía un pequeño campo en la cama.

–¿Me dejaras dormir contigo?.

–¿Por qué lo preguntas?, lo hemos hecho desde niños.

Respondió el menor y Soobin Sonrio acomodándose sobre la cama y mirando hacia YeonJun. Era, jodidamente hermoso. Una obra de arte, sus labios, eran grandes y bonitos, sus ojos los cuales le hacían parecer un pequeño zorrito y su piel, tan limpia y suave. Soobin realmente amaba a aquel omega.

–Abrázame.

Ordenó YeonJun levantando sus brazos y Soobin no dudo en ir y darle lo que quería. Posó sus manos en su cintura y le acercó hacia su pecho haciendo que él pequeño aspire su olor.

–Luego me contaras que paso contigo este día.

Habló YeonJun antes de cerrar sus ojitos y dormir sobre los brazos del alfa.

𝙉𝙞𝙣𝙚 𝙢𝙤𝙣𝙩𝙝𝙨 - Soojun ©𝗺𝗶𝗻𝘆𝗼𝗼𝗻𝗽𝗮𝗿𝗸𝗺𝗶𝗻𝗻𝗶𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora