Capitulo 23

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Woo Bin y Yi Jung se marcharon en un vuelo anterior al nuestro y Ji Hoo y yo tuvimos que esperar a esa tarde para poder volver. No me esperaba volver a ver a Jun Pyo.

- ¿Qué haces aquí? – pregunté enfadada. No quería verle de nuevo.

- No... no puedo dejarte ir – me dijo casi en un susurro. Mi corazón dio un vuelco... luego recordé sus palabras en la piscina.

- Es lo mejor para los dos – le dije, me agarró del brazo y tiró de mi hacia él. Se inclinó y justo antes de que me besara Ji Hoo me apartó y le dio un puñetazo. Me quedé petrificada, todo había pasado tan rápido.

Mi corazón estaba a mil por hora, sé que ambos intercambiaron palabras, pero no podía escuchar nada, me había quedado conmocionada por la reacción de mi cuerpo. Mis sentimientos por él no habían cambiado, pese a querer odiarlo, no era capaz. Cuando volví un poco en mi misma Ji Hoo ya me había arrastrado fuera de allí y estábamos embarcando el avión.

- ¿Estás bien? – me preguntó mi bombero particular. Sin mediar palabra me abracé a él sorprendiéndole, me dio unas palmadas en la espalda igual que hacia mi padre y no pude evitar reírme.

- ¿Solo sabéis consolar con golpecitos en la espalda? – pregunté divertida apartándome de él y sonriéndole con lágrimas en los ojos. Él me sonrió en respuesta y ambos subimos al avión que nos llevaría de regreso a casa.

"""""""Jun Pyo habla con su madre y le pide que no la haga daño, que se apartará de ella que es la única mujer que ha amado. Que no la toque un pelo. La madre le dice que lo hará si no se acerca """"""""""

Dos semanas después de volver de Macao y sin noticias de Jun Pyo desde entonces recibí de manos del secretario de la presidenta una invitación para la fiesta de cumpleaños de Jun Pyo. Un nudo se apretó en mi estómago y para mi asombro en el único que pude pensar fue Ji Hoo, mis sentimientos iban poco a poco aclarándose y aunque yo sabía que él solo me quería como una amiga, me temo que yo empezaba a quererle como algo más. Volver a ver a Jun Pyo no sería bueno para mí así que en primera instancia rechacé acudir al evento.

Además había que ser idiota si no pensase que la presidenta tenía alguna sorpresa para mí en aquella fiesta, no quería darle el gusto.

- ¿Has recibido la invitación? – me preguntó Ji Hoo cuando me acompañaba al hospital para mis horas de voluntaria.

- Sí, pero no voy a ir – le dije con seguridad.

- Nos podemos quedar en mi casa viendo en Netflix alguna de esas series malas que ves – me dijo mientras abría la puerta del hospital. Fueron segundos lo que tardó en ver al médico y que el doctor le viera a él. Sentí la conexión entre ambos como un mazazo.

- Ji Hoo – dijo el médico saliendo detrás de él. No me había dado cuenta de que mi amigo había desaparecido.

Salí a encontrarle pero se había marchado, el doctor que resultó ser el abuelo de Ji Hoo me contó toda la historia de porque se habían separado tras el accidente mortal de sus padres. Le llame al móvil y no contestó me estaba poniendo nerviosa hasta que llegue a casa y le encontré sentado en la azotea frente a la puerta de mi casa. Sabía el código de acceso y fuera hacia frio.

- Pasa dentro ahora mismo – le dije enfadada. Ji Hoo me miró con tristeza. Relaje un poco la voz - ¿quieres hablar de ello? – pregunté mientras ambos entrabamos y yo conectaba rápido el calentador para que aquel cuchitril se caldeara un poco.

- Prefiero no hablar de ello, no estoy listo – acepté sin problemas y cambiando de tema terminamos viendo una de esas series malas que me gustaban de Netflix.

Boys Over Flowes New styleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora