Capítulo 9

73 11 0
                                    

Después de lo ocurrido en la feria, había decidido que de ninguna manera dejaría que Bridgette se fuera a sola a su casa.

Ahora que era superhéroe me había dado cuenta del imán para los problemas que ella era, de verdad me necesitaba siempre tras de ella para cuidarle.

Así que, después de que Sophie se fuera en ese portal de luz que siempre sacaba de su sombrilla, me apresure en su búsqueda.

Encontrarla fue sencillo, sus tíos la habían llevado hasta su casa así que solo tenía que seguir el automóvil.
En cuanto se bajó de este, me subí con un gran salto hasta su casa, colocándome justo encima del techo de su habitación.

Me quedé un tiempo ahí, sabía que ella ya estaba segura sin embargo no me quería ir. Pasar el día de hoy con ella fue magnífico, tanto que no quería que el día terminara.

Temía que el día de mañana todo volviera a ser como antes en la escuela y ella no me hablará de nuevo.

Con gran pesar me puse de pie, ya era noche y no quería causar alguna crisis a mi madre como las que acostumbraba tener.
Era bastante dramática.

La luz de su habitación estaba apagada así que supuse que estaba dormida, baje de un rápido movimiento al pequeño balcón de su habitación y me prepare para partir a mi casa.

—¡Espera!—me llamo a lo lejos, yo me detuve en seco sin saber que hacer.
Ella me había visto, definitivamente yo era el peor vigilante de la historia. Lo único que quería era evitar que me descubriera y eso es lo primero que ocurre—. ¿Quién eres? ¿Por qué me sigues?

—Yo no lo hago, no te sigo—hablé con voz gélida, intentando no ser descubierto.

—Te he observado, sé que me has estado siguiendo en estos días ¿Por qué lo haces?

—Solo te salvé un par de veces, tienes suerte de que yo estuviera ahí—le dije sin mirarla, girando un poco mi cabeza para verla de reojo.

—Estas en los mismos lugares que yo—contesto con seguridad, jamás se le escapaba algo a Bridgette. Eso me hacía amarla sin duda, era única.

—Es coincidencia, te he visto mientras me aseguro que todo esté bien en esos lugares.

—No es verdad. Estás ahí porque yo lo estoy, me has salvado en ocasiones incluso sin preocuparte por el resto de personas que estaban en el mismo riesgo—escuche como se acercaba a mí, caminando lentamente con paso firme. Yo me quedé en la misma posición, era incapaz de moverme por alguna razón—.Parece que me proteges.

Ella me encaro, era pequeña a comparación de mi estatura. Prácticamente tenía que levantar la vista para poder mirarme a los ojos.

Estaba tan cerca de mí y me miró con tal intensidad que pude sentir como mi seguridad se tiraba al piso.
Ella me sonrió, de verdad lo había hecho y yo a pesar de la protección que me brindaba el antifaz, me sentía totalmente expuesto.

Pero para nada me esperaba lo que ocurriría a continuación, ella se inclinó hacia a mí, apoyándose con la punta de sus pies y me dio un pequeño beso en la mejilla.

Cada segundo de ese momento, estaba seguro de que se mantendría en mi memoria por el resto de mi existencia. Mi corazón empezó a latir desbocado y mis manos empezaron a temblar tanto que me sentía como un pequeño niño al que le acababan de dar un premio.

Lo sé, ridículo.
Pero así me sentía.

Ahí me di cuenta de lo mucho que extrañaba a Bridgette. Ya lo sabía antes pero ahora me daba cuenta de la intensidad de esa necesidad, solo basto un segundo para poder sentir como me llenaba de esperanza otra vez.

Félix (Chat Blanc Secuela) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora