Corría por las calles de Soho, disfrutando de la brisa que llegaba en cada paso. El traje era asombroso, era completamente blanco pero parecía ser el mejor traje del universo.
Se trataba de una especie de chaleco blanco con terminados negro en los bolsillos y un gorro que colgaba de mi espalda.
Los pantalones de cuero se ajustaban a mi cuerpo pero parecía que usaba pantalones deportivos por lo cómodo que se sentían, casi igual que el antifaz, sentía que no llevaba algo en la cara.
Tenía una espada que colgaba de la espalda, pensé que me costaría trabajo correr con eso atrás sin embargo casi no se percibía.Corría a una fantástica velocidad y todo mejoro cuando tenía que llegar a construcciones lejanas, ya que había descubierto otra de mis habilidades.
Al extender mis brazos un poco, una especie de tela que venía de mis hombros hasta la chaqueta me ayudaban a llegar más lejos, sentía como su volará cuando lo hacía.Nadie me percibía, pasaba por todas esas calles llenas de personas y nadie notaba que ahí me encontraba. Una maravilla sin duda.
Cuando llegue al gran edificio y con la adrenalina a todo, mire la pulsera que ahora formaba parte de mi traje y era negro, para repetir las palabras que me dijo aquella ave.
-Owl, alas fuera- una luz me iluminó de nuevo, me hizo caer de rodillas sobre el piso y la ave blanca cayó en la palma de mi mano. Su brillo se había apagado un poco pero parecía estar bien.
-Hola Maestro- dijo con voz débil.
-¡Wow debí tener uno hace años!- me puse de pie con alegría, sin duda fue la experiencia más divertida de la vida, me gustaba la adrenalina que sentía al estar en el aire.
La pequeña ave intentaba prestarme atención, sus ojos se cerraban con pesadez mientras me miraba.
-Necesita comer algo- agregó una voz infantil a mi espalda. Me giré sobresaltado, alejándome unos metros de quien sea que estuviera atrás de mí.
Una pequeña niña de aproximadamente un metro y medio me veía con sus grandes ojos verdes, sus manos estaban en su espalda mientras intentaba mantener una expresión formal sin embargo se mordía su pequeño labio de nerviosismo.
Llevaba puesto un Miraculous sin duda, dos grandes orejas azules de conejo estaban encima de su cabello en melena, su traje se formaba de una camiseta con mangas, varios bolsillos y un short blanco con una pequeña capa que caía hasta el piso así como un par de botas de exploradora azules.
Una sombrilla colgaba desde su cintura en una especie de cinturón y su rostro estaba cubierto por un antifaz, lo único que sobresalía de su atuendo era esa mochila rosa que colgaba de su espalda.-¿Quién se supone que eres tú? - le pregunte en voz baja, era una niña sea quien sea no parecía ser peligro alguno.
-Soy la guardiana de ese Miraculous- una delgada voz salió de nuevo de sus labios.
Yo soporté la risa que amenazaba con salir, esa pequeña enana me estaba diciendo que era guardiana de un poderoso Miraculous.
Sin embargo su expresión de seriedad solo aumentaba conforme pasaba el tiempo.-¿Tú? Es decir ¿Tú eres una guardiana?- levantó su rostro para observarme con atención, la pequeña oreja cayó sobre sus ojos y ella se lo quito en un rápido movimiento. No me hacía fácil tomarla enserio.
-Así es, yo soy tu guardiana- me sonrió con alegría y me ofreció una de sus manos con formalidad.
-Esto es una broma ¿no?- ella negó con su cabeza y mantuvo su posición. Tome su mano lentamente al ver que no se rendía, parecía que podía quedarse todo el día en esa posición, y la estreche, ella movía la suya de arriba a abajo con rapidez.
-No, para nada ¿Por qué crees eso Félix?- la mención de mi nombre me llamo la atención, ella lo decía con mucha naturalidad como si ya me conociera.
-¿Nos conocemos?- le pregunté con intriga, ella soltó una risa cantarina y asintió con entusiasmo.
-Tenía que investigar quién se quedaría con este poderoso Miraculous, es el trabajo de todo guardián cuidar a sus portadores- parecía totalmente ridículo la idea de que está personita creyera que me podría proteger, parecía ser al contrario.
-Eres una niña- le remarqué apuntándola con mi dedo.
-¿Cómo lo sabes?-su mirada de retadora me observo con atención, tal confianza me hizo dudar-soy un monje y tengo 180 años, soy mucho más grande que tú.
-No te ofendas pero siempre creía que los monjes eran ... Ya sabes ancianos y con barba-señale mi barbilla, haciendo un gesto de una gran barba. Ella soltó una risa que llegó a iluminar sus ojos.
-Me gusta ser joven.
-Está bien ¿Cómo te llamas?
-Lo mejor será que no sepas mi nombre, un guardián debe siempre mantener eso en secreto- al mismo tiempo que hablaba ella empezaba a jugar con sus pies, elevándolos y bajándolos, moviéndose con alegría.
-¿No sé supone que eso es solo a los portadores?- sus ojos verdes se abrieron confundidos- yo sé mucho de esto, tengo experiencia.
-Cierto, con Adrien- asentí lentamente, atónito de que conociera a mi primo sin embargo eso me hizo relajarme, si lo conocía quería decir que su historia era cierta- esa fue la razón por la que te elegí, ya tienes experiencia.
-¿Conoces a mi primo?
-Así es, lo conozco- después de decir esas palabras me miró con preocupación e intervino rápidamente- sin embargo, lo mejor es que no le digas sobre esto. Estamos en grave peligro y no quiero arriesgar esos Miraculous.
-Estás aquí por una aburrida misión de salvar el mundo ¿Verdad?- dije con desgano mientras me sentaba en el piso con cansancio, cuidando a la pequeña ave en mi mano izquierda.
Ella abrió su mochila y parecía estar buscando algo en ella, saco una galleta de chispas de chocolate y me la ofreció.
Confundido la tomé y ella agregó.
-Es para owl, tiene hambre- reaccione ante la mención de su nombre y se la ofrecí, él la tomo con cansancio y empezó a devorarla lentamente.- ¿No quieres ser superhéroe?
-Creo que nadie quiere esa presión.
-Pues...-un extraño ruido proveniente de su mochila la hizo asustarse- Si es para eso, pero te lo diré después, mientras tanto cuida a owl.
Extendió su sombrilla y con aparente premura abrió un extraño campo de energía en la nada.
-¡Espera! ¿Cuándo será eso?- me puse de pie de inmediato al ver que ella estaba decidida a marcharse.
Ni siquiera me miró, solo entró al portal y con su delgada voz agregó a lo lejos.-Espero no tardar- el portal desapareció después de eso, dejándome solo a mí con owl.
Ella no me había dicho que tenía que hacer ahora, solo comento lo de ser superhéroe.¡¿Por qué a mí ?!
Me quedé mirando a lo lejos, no me quedaba nada por hacer, salvo esperar y mantener a este pequeño.
Podría empezar a descubrir que podía hacer con este pequeño amigo y así terminaba rápido con esto.Tome mi mochila y la acomode en mi hombro, guarde a owl en ella, acomodándolo en el bolsillo mientras él comía.
Bueno, creo que ahora solo me queda esperar.Un helicóptero paso en los cielos, gritos de personas asustadas se escuchaban a lo lejos y yo los seguí con la mirada.
Un edificio muy cerca a donde me encontraba estaba en llamas, parecía ser un incendio que amenazaba con derrumbarlo.
Sentí mi corazón palpitar con energía, reconocía ese edificio. Era la editorial de la revista WIRED donde Bridgette trabajaba.El terror surgió en mi, deseando que ella no se encontrará ahí.
Abrí el bolsillo y la pequeña ave salió con premura, no dijo nada al ver la escena solo me observó expectante.Tal vez era un buen momento para iniciar con lo de ser superhéroe.
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Félix (Chat Blanc Secuela)
Fiksi PenggemarLos miraculous han actuado después de que Ladybug y Chat Noir los unieran y no solo han afectado a los ciudadanos de París, Félix también sufrió las consecuencias. Ahora tendrá que intentar recuperar su vida a pesar de esos recuerdos que siguen ap...