Capítulo 11

72 10 2
                                    

Después del día de ayer casi no había dormido.
Han escuchado esas ocasiones en las que el remordimiento te llegaba, era una de esas noches.

Es decir, sé que en algún momento Marinette me parecía atractiva pero al ver su relación con mi primo e incluso como había conseguido levantarlo de ese oscuro túnel en el que se encontraba la había empezado a ver cómo alguien de la familia.

Por supuesto llevé a Marinette a su casa cuando mi madre llegó, habíamos pasado toda la noche viendo películas y comiendo caramelos mientras nos lamentábamos por nuestras desgracias.

Aún la recordaba con ese bote de helado de chocolate, como en las películas cursis que ella veía, tratando de animarme respecto a Bridgette.

Incluso conoció a owl, no le expliqué más allá de sus poderes, ya que no estaba seguro de si debía hacerlo.

De cualquier forma era algo que sin duda debíamos repetir en alguna ocasión.

Mi madre estaba tan encantada con ella que incluso la había empezado a considerar para trabajar en su revista, algo increíble en ella pero así era.

Justo ahora estaba en la biblioteca después de un largo día en la escuela, tenía la tarde libre pero preferiría ir a la biblioteca a leer como todas las tardes.
Me alejaba de todo el caos en mi vida en este momento y la culpa sobre todo.

–Hola Félix–me dijo sorpresivamente Bridgette. Estaba con una enorme sonrisa frente a mí y mirándome con atención.

Yo no podía ocultar la tranquilidad que me daba este simple gesto, hace meses que no me dirigía la palabra en la escuela y ciertamente parecía que quería alejarse de mí.

Esto solo podía significar que algo había cambiado ¿No?
Algo hice bien.

Odiaba esta indecisión, normalmente actuaba y pensaba después pero ella me hacía ponerme nervioso de cualquier decisión que tomara.

–¿Todo bien?–me dijo ella con alegría, divirtiéndose de mi segura expresión de incredulidad.

–Sí, es solo que no creía que Bridgette me volviera a hablar después de casi seis meses–ella soltó una adorable carcajada y se sentó en el asiento frente a mí.

–Bueno después de nuestra plática ayer, me di cuenta de que si se podía tener una relación de amistad sin que fuera incómodo.

–Es lo que intentaba decirte todo este tiempo, detesto tener siempre la razón–ella me arrojo un pequeño pedazo de papel que arranco de mi libreta.

–Además, quería preguntarte si quisieras ir a una obra el día de hoy–después de decir eso sus mejillas se pusieron rojizas, intentaba mostrar seguridad pero fallaba enormemente–.Es una obra para niños, mi mamá nos lo iba a utilizar y pensé que podríamos llevar a Sophie, creo que le gustará.

Yo asentí sin decir palabra, intentando ocultar mi preocupación por esa idea.
Justo ahora la única forma de acercarme a ella era con esa niña y la verdad conocía tan poco de ella que no sabía si podría siquiera contactarla para llevarla.

Tenía que intentarlo y si no era así, encontraría alguna forma de solucionarlo. Tal vez si vestía a uno de mis amigos de Sophie.

Tal vez.

–Es una cita–ignoré mis pensamientos sin sentido para hablar, ella solo empezó a sonreír.

–¿Una cita– hablo una voz masculina a su espalda, Bridgette se giró a ver a su novio el cual nos miraba incrédulos–¿Te está molestando Bridgette?

Félix (Chat Blanc Secuela) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora