Capítulo 12

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"What Is this world about?"


La mansión estaba en silencio, al entrar todos notaron la presencia de Maxine en la sala de estar, tenía los pies en el asiento y se cubría con los brazos mientras su largo cabello rubio de puntas rosadas le cubría la espalda.

-Oye, ¿te sientes bien?- Preguntó su hermano al verla, pensaba que ella seguía durmiendo.

-Sí, me despertó el canto de la sirena, es aturdidor- Maxine giró los ojos hacia arriba para ver a Jency.

-Entiendo, hoy no es de esas noches en las que suele cantar, fue inesperado- Respondió el chico sentándose a su lado.

Nébula se sentó junto a ellos- Hay temporadas en las que su canto es constante, puede que lo haya hecho por otra razón- Miró a la gemela con una sonrisa.

-Ella dijo que lo que pasó fue un "juego"... puede que haya visto a Jean y Clare y se le hizo fácil "cantar para ellos"- Supuso Jency, siendo su argumento algo creíble para Nébula.

Mientras Nébula conversaba con los gemelos, Clare reparó en la ausencia de Jean, ¿En qué momento se retiró?

Sin interrumpir a los otros, Clare subió las escaleras sigilosamente, súbitamente había sentido preocupación por Jean, el educado joven que no solía irse sin decir "buenas noches"

A lo lejos se escuchaban las voces de Nébula, Maxine y Jency terminar con su charla para ir a sus habitaciones, Clare continuaba cautelosa, no pretendía incomodar a Jean, tan solo saber cómo estaba. La habitación del mago estaba con la puerta entreabierta, Clare le dio unos golpecitos esperando que él respondiera.

-¿Jean?...¿Estás bien?- El silencio no se rompió de inmediato, sin embargo obtuvo respuesta.

-Adelante- La voz de Jean Chandler sonaba especialmente seria, más no fría, simplemente le faltaba esa pizca de humor que la teñía todos los días.

Clare entró a la habitación encontrándose con Jean alborotándose el cabello.

-No te preocupes por mí, estoy bien- Dijo amablemente a la joven de ojos ámbar.

-Entiendo, solo quería estar segura- Ella desvió la mirada, sentía que Jean estaba teniendo un mal momento.

-Gracias-Respondió Chandler caballeroso- La cabeza me da vueltas, es todo.

Clare asintió y salió de la habitación cerrando la puerta con cuidado, había silencio en el corredor, la oscuridad aún no le impedía, por lo que consiguió llegar a su alcoba y tirarse en la cama.

"¿Seré la más 'normal ' aquí?" - Pensó Clare con la vista perdida en el techo de la habitación- no todo es como lo pitan- susurró para sí antes de quedarse dormida.

Hacía frío afuera, en la mansión todos dormían, todos excepto Jean, él estaba recostado sobre su cama con la mirada en la nada como si estuviese esperando algo, rozó sus orejas con la punta de sus dedos y su rostro reflejó tranquilidad.

-Ha vuelto a la normalidad- sus palabras salieron en un suspiro de alivio y cerró los ojos dibujando una débil sonrisa.


Por fuera, a la luz de la luna y las auroras boreales una lechuza volaba con un sobre en su pico. Nébula dormía abrazada a Jency, hacía un par de noches que él no se quedaba en su habitación, fue a buscar a Nébula después de que su hermana quedase dormida; unos golpecitos contra el vidrio de la ventana los sacó de sus sueños.

Nébula estaba desconcertada, no era una hora apropiada para recibir visitas, intrigada, caminó hacia la ventana y la abrió cuidadosamente.

-Isabel- La joven se cubrió de asombro al ver a la mensajera, aumentó su curiosidad encontrarle sosteniendo una "carta". La lechuza simplemente la dejó al borde de la ventana e hizo una reverencia antes de salir volando.

Nébula, con intriga aún, sostuvo el papel entre sus manos y sacó de este la inesperada carta.

"¡Oh, Nébula!
Repentinamente hicieron de mi conocimiento que tendré que dejar mi hogar por un tiempo, me enviarán a dónde vives ahora... espérame entonces.
Buenas noches. Atte: Aura"


Los grandes ojos de Nébula brillaron con estupor, ciertamente era algo que no imaginó, inhaló profundamente como los humanos suelen hacerlo y mostró una pequeña sonrisa. Prefirió no contarle a Jency al respecto en ese momento, así que pretendió no haber leído el mensaje que Isabel le entregó.


Cerró la ventana y dejó al borde de está el trozo de papel para volver a dormir, así, transcurrió el resto de la noche, todo en silencio, al menos en esa habitación.

>>Prometí que te mantendría a salvo<< Esas palabras salían de los labios de Maxine mientras sentía su pulso acelerado. De golpe, sus ojos se abrieron dejando resbalar un par de lágrimas silenciosas.

-Tonta- susurró para sí- Solo fue un sueño, otra vez, un sueño.

Su sentir era como un mar sin fin.

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Al amanecer, Nébula había ordenado algunas cosas de la mansión, la sala de estar lucía impecable y desprendía un aroma a Orquídeas tan fresco como el que emanaba del cabello de Nébula.

Maxine había estado relajada, no dijo palabra sobre su pesadilla, tampoco demostró interés en el arreglo de Nébula y la presentación de la casa.

Entonces, ¿Qué sucede?- Preguntó Jency a su novia conteniendo su impaciencia- ¿tiene algo que ver con la carta que recibiste en la madrugada?

Maxine y Clare voltearon a ver a Nébula.

-Sí, verás, no quería inquietarte en ese momento, la carta fue de mi prima Aura, ella vendrá a quedarse con nosotros un tiempo...-Nébula sabía que la situación podría incomodar a Jency un poco.

Exasperado, Jency presionó el tabique de su nariz con los dedos, más guardó la calma y se acercó a Nébula para darle un abrazo.

-No tienes porqué preocuparte, está bien, además ella es parte de tu familia- Nébula se conmovía siempre que Jency se mostraba tan comprensivo.

Poco después Jean bajó las escaleras, su semblante era relajado, se veía bien, elegante como siempre, sostenía entre sus brazos al minino negro de Nébula.

-Bonjour- dijo al aire- Este pequeño amigo apareció frente a mi habitación y rasgó la puerta.

-Parece que le agradas- Dijo Nébula con una sonrisa.

Pronto, alguien llamó a la puerta, Nébula se encaminó a ella para dar entrada a quien esperaba del otro lado.

-¡Neby!, ¡Cuánto tiempo!- Una joven de baja estatura, cabello claro platinado y mirada seductora de írises rosados, se encontraba de pie frente a Nébula.

SECRET PARADISE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora