SECRET PARADISE ©

Capítulo 13

"Just a drop of Blood..."

El ambiente silencioso era, la figura de Aura frente a Nébula le hacía sentir nerviosa, rogó a sus adentros para que todos actúasen con cautela.

La joven con aroma de Orquídeas se hizo a un lado con cortesía, dejando entrar a la visita, que con su mirada profunda recorría el lugar.

Maxine miraba a lo lejos con disgusto, intentando que su presencia no hiciera "ruido", Clare disimuladamente miró a la chica de ojos magenta, algo andaba mal y era evidente.

-Bienvenida a la mansión, Aura- Nébula recibió a su prima con aquellas palabras, se mostraba seria pero con la misma dulzura de siempre, intentó esbozar una sonrisa.

Jency se acercó sigilosamente a Nébula parándose detrás de ella mientras le ponía una mano sobre el hombro. La mirada del chico fue una forma de decir "Todo estará bien".

-Gracias- Respondió Aura a la bienvenida de su prima con frívola amabilidad.

-Jency, ¡has crecido mucho!- Aura lo miro de arriba a abajo con una sonrisa.

-Ya no soy un niño- Respondió él algo nervioso, más sus palabras no titubearon.

-Y, Maxie, ¡Cuánto cambiaste!- Exclamó a ver qué la joven de cabellera rubia era más alta de lo que esperaba- Espero que ya no estés molesta conmigo- Esa última frase fue suave y lenta, ese tono de voz tan atrapante que tenía Aura, siendo usado como una clase de "amenaza".

Maxine sintió una punzada en su interior, despreciaba el cinismo de Aura.

-Permiso, iré a practicar con el piano- Jency comenzaba a retirarse haciendo una seña con la mirada a su hermana para que le siguiera, más fue interrumpido.

-¡Oh, espera!- De nuevo era Aura "llamando su atención"- He traído algo para Nébula y para ti. Jency se detuvo en seco e inhaló profundo.

Nébula se volvió a ella con una mirada de intriga; Aura sacó un par de pequeñas botellas que guardaban un brillante líquido rojo en su interior.

-Es un obsequio- Extendió las botellitas a ambos esperando a que las tomaran. Nébula observó el contenido, aparentemente sabía lo que era.

-¿Sangre de Ángel?- Inquirió Nébula poniendo sus grandes ojos cafés en su prima.

-Justamente, mi padre me la ha dado, dice que los Ángeles dan un poco de su sangre cuando los suben de rango, me la dio para que te la obsequiara.

-Gracias- Dijo Nébula agachando la cabeza mientras seguía inspeccionando el rojo brillante de la sangre.

-¿Y esto para qué?- Preguntó Jency jugando con la botella en su mano.

-Para que se te quite lo lívido, cariño.

Jency miró a Aura alzando una ceja sin sentir gracia por la pequeña "broma" de la vampiresa.

-Tú también eres demasiado pálida- respondió él rápidamente.

-Esa es una obvia característica de los de nuestra especie, a lo que me refiero es que esa sangre te fortalece más que la de los mortales- Otra peculiar sonrisa se escapó de los labios de Aura.

Jency asintió calmado y dio media vuelta, su hermana lucía una expresión oscura, su ánimo ensombrecido reiteraba su descontento.

Aura desvío la mirada encontrándose así con los desconocidos rostros de Jean y Clare, de pie, en silencio.

-¡Nébula! No sabía que adoptarías más humanos- Jean pensó en estrechar una mano de Aura, más fue reprimido por si mismo, algo en sí le hizo contenerse.