SECRET PARADISE ©

Capítulo 7

"we share one same path"

La noche brillaba en su máximo esplendor, parecía que la nubosidad que hacía lúgubre a Noros Village se desvanecía. Auroras boreales reinaban el cielo proyectando su espectacular reflejo en el cristalino agua del lago.

La mansión lucía tranquila, sobre una parte amplia de tejado, Natch, el gatito negro descansaba. Era solitario, pero amaba la atención de Nébula y Jency; más tarde quizá, entraría a la mansión de nuevo a cureosear y ronronear en los zapatos de su ama.
Había algo de Luz filtrándose por algunas ventanas de la antigua y elegante morada, una conversación se mantenía dentro de ella.

-Entonces...es por eso que los persigue- Dijo Jean, seguido de escuchar los relatos de Clare y los gemelos- Ahora entiendo porque me quería a mí...

-¿Cómo es que el cazador supo de ti?- Preguntó Clare con seriedad, intentando no tartamudear, odiaba cortar sus palabras.

-Al parecer me estuvo observando- Explicó Jean- Llamó mi atención cuando salía de la panadería de Messie Novâc, supongo que me estaba siguiendo, me ofreció un trabajo y fortuna que tuve que rechazar por efecto de desconfianza que generó en mí.

-A mí me ofreció lo mismo... Dijo que el mejor mago de todos trabajaba para él, pero que mis habilidades eran más que un truco.

-¿El mejor mago de todos...? Solo conozco a uno con esa denominación- Dijo Jean intrigado- pero él no está en el país por el momento, está en un importante viaje de trabajo al que no pude asistir yo.

-Seguramente esa mentira era solo el anzuelo- Convino Jency con la intención de ser amable con el nuevo visitante.

-Quizá lo sea- Jean volvió en sí- Lamento mi descortesía, mi nombre es Jean Chandler, llegué de Francia cuando era pequeño- Jean hizo una pequeña reverencia con un brazo al frente contra su pecho y el otro contra su espalda.

-Bienvenido a la mansión Jean- Dijo Nébula con dulzura.

-Es un placer conocerte Bon ami- Siguió Jency- Jean sonrió con carisma.

-¡Oh, Messie, hablas francés! El placer es mío, bon ami- Respondió el mago con gran ánimo.

-A papá le encantaba el francés, por eso mi hermano lo aprendió- Dijo Maxine cuando tuvo la oportunidad de hablar.

Clare se había quedado en silencio un momento, cientos de pensamientos rondaron su mente, acerca de lo que Jean dijo, acerca de lo que los gemelos contaron, acerca de lo misteriosa que Nébula seguía siendo para ella.

-Clare- Se escuchó una voz que la sacó lentamente de sus pensamientos.

-¿Ah?- Reaccionó la chica de los ojos ámbar, mirando con desconcierto a Nébula que había llamado su atención para devolverla a la realidad.

-¿Te encuentras bien?- Preguntó la joven vampiresa con preocupación.

-No es nada estoy bien- Respondió Clare sin más.

El ambiente se había puesto ligeramente tenso, todos guardaron silencio, Nébula se sentó cabizbaja, no se movió por un par de minutos hasta que sintió algo suave pasar por sus tobillos.

-¡Natch!- La chica levantó al  pequeño felino mirando sus enormes ojos azules, era una criatura tan adorable, la única que le había hecho compañía todos los años que había permanecido en los brazos de la soledad.

Nébula se disculpó y abandonó el lugar, subió las escaleras camino a su habitación sin soltar a su amado gatito.

-¿Qué fue eso?- Preguntó Jean confundido, le pareció abrupta la forma en la que Nébula se había ido, mucho más por el silencio incómodo que los había inundado momentos antes.

-Seguramente quiere descansar, ella suele mirar el cielo a través de su ventana- Dijo Maxine.

-Creo que mirar el cielo le da una efímera sensación de libertad- Completó Jency. Clare lo miró al escuchar sus palabras, era cierto, la única que no decía nada de sí era Nébula, no obstante, sin importar lo que estuviera pasando dentro de ella su única prioridad era proteger a su nueva familia.

-Clare, quiero contarte algo- Dijo el vampiro sonando muy serio pero sin perder su gentileza, incluso podría pensarse que había una pizca de preocupación escondida en su mirada.

Ambos fueron a la habitación donde Jency tenía su piano, ese que tocaba desde la parte más alta hechizando la morada entera con sus melodías de belleza inefable.

-¿Qué sucede?- Preguntó Clare intentando no ocultar su rostro entre su cabello como era lo habitual.

-Quería decirte qué no debes estar preocupada por Nébula, ella es abierta pero no acostumbra a contar demasiado sobre ella.

Clare lo miró atónita, es decir, ¿En serio él había leído su mente? ,¿O solo fue su intuición?

-¿Lo descubriste?- La pelirroja se agachó.

-Es fácil notarlo si sabes que aún te intriga su forma de ser, ya la conocerás y verás que no debes preocuparte- Jency respondió con una sonrisa, quería tranquilizar a la chica, él era bueno en eso, tranquilizando a las personas, lo hacía siempre incluso con su hermana.

- Es solo que me preocupa quedarme aquí por siempre, no consigo quitarme esa idea de la cabeza- Argumentó Clare en un tono apagado.

-A diferencia de nosotros, es decir, de mi hermana y yo, tú todavía puedes volver a casa, pero tomará su tiempo. Nébula prometió que no sería para siempre- Las palabras de Jency despertaron en Clare otra interrogante.

-Oye, ¿Porqué tu hermana no puede volver?- preguntó Clare con ligero temor a lo que el joven pudiera contestar, ella había escuchado la historia de Maxine, pero no conocía la perspectiva de su gemelo.

El semblante de Jency se ensombreció un poco.
-Ella se rehúsa a volver sin mí, toda la vida juntos, desde que nacimos. Ella no quiere "perder el tiempo".

-Lo lamento- Dijo Clare sintiendo algo de culpa por la sensación de tristeza en Jency.

-No tienes porqué disculparte, tranquila- La reconfortó él- Gracias a Nébula yo puedo estar a lado de mi hermana, ella literalmente nos salvó a ambos- su mirada se iluminó conforme pronunciaba aquellas palabras.

-Debes amarla mucho- Dijo la joven dibujando una suave sonrisa.

-Con mi vida- Dijo Jency- Espero que algún día puedas comprenderla mejor.

Poco a poco se escucharon unos pasos, la puerta estaba abierta así que Maxine entró a la habitación; Seguramente escuchó lo último que Jency dijo a Clare, pues solo entró para abrazarlo.

-Por algún motivo estamos en el mismo camino, Clare- Fue lo único que la pelirroja escuchó de la gemela.

Clare bajó las escaleras en silencio dejando a los gemelos solos, pasó por la habitación de Nébula, sin embargo dudó en tocar  la puerta.