Hijo de la luna 1: renacimiento

Apoyo en silencio

-Entre tanto lo que haya pasado en los dos reinos no tardó en llegar a los oídos de quienes conformaban sus bandos, los cuales estaban un poco pensativos con respecto a lo que pasaría después de un par de días de lo sucedido varios de ellos empezaron a acordar en que los hijos más mayores debían de ejercer sus labores de a poco, los primeros en hacerlo eran sumamente obvios.-

Ares: ¿podeís venir ya?

-Dijo esperando con algo de impaciencia a que el mayor se apareciera ante él, cosa que no le daba muy buen augurio emocional ya que esperaba que todo sea sumamente calmado o no tenga algo que ver con lo que sea.-

Fu: ¿ahora por qué tanto ruido?

Ares: es momento de hablar de algo sumamente importante.

Fu: ¿sobre...?

-Cuando se acercaba casi al sitio de donde se encontraba el dios la puerta se cerró casi de golpe detrás del chico del cual no se inmutó hasta quedar frente a frente.-

Ares: ya debiste de saber las noticias verdad?

Fu: si no fuera por los demás no me habría enterado.

Ares: bien entonces me ahorraré esas palabras, así que iré directo al grano... Pensándolo mucho durante esos locos días de donde muchas cosas sucedieron de golpe creo que seria buena idea el tener que dejar que siguieras el legado que te dejare cuando tenga que trabajar más de lo normal.

Fu: ¿justo hoy?

Ares: no precisamente, pero poco a poco se podría dejar en claro que habrá un momento ideal en que no tendremos mucho tiempo ahora que el páramo se esta restaurando por completo.

Fu: ¿sugieres que uno de nosotros vayamos allá?

Ares: supuestamente deberíamos ser nosotros, pero ustedes tendrían que poder ejercer ya un cargo sumamente grande en representación de lo que son y donde pertenecen.

Fu: ¿y que tiene que ver conmigo?

Ares: aah... Que estoy seguro de que tarde o temprano tú ejercerás mi cargo en el páramo, como representante de tu familia para que no se tenga problemas.

Fu: ¿tu ya no puedes hacerlo?

Ares: me gustaría, pero la tierra tiene más problemas que nunca, y por lo tanto alguien de la familia debería de cumplir un poco de ello.

-El menor se cruzó de brazos, no muy contento por ello.-

Fu: no me digas que también tengo que aguantar el ver a...

Ares: al fuera por mi no lo estarías soportando, pero ahora que la nueva sucesión de loa reinos se ha hecho no tenemos de otra forma.

Fu: tsk... Ojala no lo vayan a decidir...

-Y por otra parte los dos hijos criados de la diosa de la sabiduría tampoco la estaban tomando muy bien.-

Haruna: ¿realmente es obligatorio?

Atenea: por supuesto que si, ya que el páramo se esta reconstruyendo es necesario que varios de la familia de cada quien pueda representar a su sangre frente a la nueva orden.

K: ¿no es lo mismo que en la tierra?

Atenea: no, es mucho mas fuerte que eso, el páramo es donde hay de toda clase de criatura y conecta a los reinos mas poderosos que conforman los dioses, así mismo no se puede saber qué pasará después cuando se asuman la responsabilidad.

Haruna: pero aun nos queda por aprender, ¿cómo sabremos si estamos listos?

Atenea: lo verán cúa do lleguen allá, no les va a gustar del todo pero es lo mejor para todos.

-Y en el reino del mar tampoco es que fuera bien, pues varios de los hijos de ellos dos estaban discutiendo quien podría ir para el páramo a sustituir a su padres, aunque solo uno podría ir.-

Poseidon: silencio..

-Ruido.-

Poseidon: silencio!

-Ruidox2.-

Poseidon: SI-LEN-CIO!

-Y hora todos callaron casi de golpe para poner atención.-

Poseidon: por mas que varios de ustedes quieran ser el principal solo uno puede ser nombrado para el páramo, y ese alguien debe ser el mayor de ustedes.

-Y entre la vista buscaba al Peliverde pero este no estaba presente, a lo que suspiro levantándose de su asiento pero Anfitrite se le había adelantado.-

Anfitrite: iré yo.

-Sin dejarle tiempo a su esposo de decir algo ella empezó a ir a la habitación del Peliverde que estaba escuchando musica con sus audífonos hasta que la vio.-

Anfitrite: ¿seguiras ocultándote por mas tiempo?

Mido: no es eso... Eso solo que tengo miedo...

Anfitrite: ¿miedo? ¿De qué?

-El Peliverde no dijo una palabra, a lo que la mujer extrañada fue a ver en el marco de la puerta, la cerro, regreso sobre sus pasos y se sentó al pie de cama del Peliverde.-

Anfitrite: tu padre no esta aquí, tranquilo.

Mido: es solo que no sé si seré capaz de manejar todo en poco tiempo...

Anfitrite: ooww lo sabemos querido, pero sabes que dentro de poco podrás lograrlo.

Mido: llevo años en lo mismo, hasta Tsunami lo ha hecho mejor.

Anfitrite: no es solo eso, sabemos que no es fácil pero si tienes miedo eso podría evitar que todo esté marchando.

Mido: -suspira- ¿y si me salgo de control?

Anfitrite: tambien es normal, mira a tu padre que a penas puede no enfurecer con Atenea... Lo vas a hacer bien, estoy segura de ello, además tus amigos igual irán así que no estarás solo.

Mido: .... Espero que no...

Anfitrite: jejej oh! Y que paso con el muhacho de pelo rojo? Creo que te buscaba.

Mido: nada importante...

Anfitrite: ¿seguro?

Mido: claro.

-La mujer solo negó divertida acariciando la cabeza de su hijo, los demás estaban en las mismas situaciones para estar al pendiente de las decisiones que tomaran los ahora nuevos reyes del páramo que ejercerán los nuevos mandatarios y reglas a favor de lo que consideren justo para todos.-

Dionisio: bien, con esto debe ser más que suficiente para que la fiesta sea en gran masa.

-Dijo en lo que le preparaba las cosas para que el pelirrojo llevase.-

Tat: ¿es necesario llevar todo esto?

Dionisio: hablamos del páramo, la coronación del rey sol sera en grande, así que lo de menos seria que todos puedan tener con que festejar.

Tat: ¿y qué pasará con el reino luna?

Dionisio: ya sabrán como festejarlo, ahora solo quedate quieto hasta que coagule el vino.

-El pelirrojo suspiro suavemente en lo que su padre continuaba arreglando algunas cosas para aquella dichosa festividad, muchos se preguntaban como serian las cuestiones pero tampoco podían estar seguros de qué cosas traería después de ello.-