Hijo de la luna 1: renacimiento

Pelea "de amor"

-Así fue pasando el tiempo de dónde las cosas iban de mal en peor para el reino lunar, no porque era cada vez ignorado por los humanos de la tierra, sino porque las discusiones de los dos eran un poco más evidente con respecto a las cuestiones de trabajo desde la ultima vez que acordaron algo mutuamente pero ahora las discusiones se iban tornando a casi mutuos desacuerdos porque a cada uno le tocaba algo y el otro no daba de su parte, al final se quedaba inconcluso hasta en grados de que el enojo era casi evidente al verse, el moreno no gustaba obviamente de tener que hacer eso con su amado aunque el albino por su parte no parecía ser de la misma banda ya que por alguna razón ese enojo estaba invadiendo sus poderes los cuales se iban tornando más oscuros junto a su actitud, por lo que el moreno buscaba una forma de reconfortar aquello porque de una manera u otra sentía la extraña necesidad de temor a algo que no podía saber específicamente qué, pero algo le decía que era referente a su ajeno ya que su sonrisa no se estaba mostrando desde que han oficializado el casamiento ¿estará haciendo mal el tener que pensar primero en el reino antes que en él? Hubiese gustado de tener que ayudarlo de alguna manera sin salir perjudicado físicamente ante el hecho de que pueda estar haciendo mal las cosas junto al alvino cuando le prometió estar a su lado, durante las horas fe la noche a veces tenia sueños sumamente raros donde se miraba en primera persona en plena oscuridad, lo único que brillaba era su dije con forma de zapatilla como si le dijera algo en código morse pero luego de eso una extraña estela arcoiris formaba un domo alrededor suyo haciéndolo despertar de golpe con una respiración dificultosa sumamente real.-

-Con parte del moreno a veces trataba de conversar alguna vez con el albino para intentar aclarar algunas cosas ya que lo estaba viendo un poco más.... Lejano... Cuando le quería invitar no parecía estar muy cómodo con tanta gente, ni sus amigos podían explicar qué le sucedía "no tengo ni la menor idea, el nunca ha sido así" a lo que fue pensando en cómo puede el albino dejar de ir a donde le invitan o al menos rechazarlas, sobre todo con una mala cara de la cual no se llega a explicar del todo ni el por qué estaba actuando tan raro como en el hecho de que probablemente él mismo tenga que ver, sea lo que fuese debía de averiguarlo. Tal fue el caso de que uno de un día estaba andando por los terrenos buscando al albino ignorando las demás tareas que debía de hacer para el próximo año, su miraba se posan en la tranquilidad de la noche que en la tierra aplicaba para la tranquilidad de todos, una tranquilidad que no negaba en que el día no podía traer por el arduo trabajo que llevaba casi a diario.-

-Andando por todas partes sin encontrar rastros del albino solo podía notar que los humanos no salían a esas horas por obviedad, aparte de que las sombras cobijaban todo con su manto así como aquellos días en los que estaba en la tierra, extrañamente sentía que nada de eso había cambiado ¿pero porque seguía sintiendo que esto ya lo había visto antes? Esas corazonadas daban miedo sin duda, y mas cuando era el hecho de que probablemente esté perjudicando a quien ama en varias maneras que quizás el pueda entender en algún momento, por eso, siguió avanzando noche tras noche buscando algún rastro del alvino sin encontrar alguno al respecto. Regresando al reino solar con atuendos irreconocibles casualmente podía escuchar los comentarios emanados por los presentes habitantes con respecto a las negativas del reino lunar, inquietado se hizo pasar por uno de ellos.-

G: disculpen, ¿pero es verdad lo que acabas de decir?

X: ¿que si es verdad? Viejo esos salvajes no saben como tener una civilización, prefieren vivir en chozas que en edificios de gran clase.

X2: no sonaría mal viniendo de un rey que no debía existir.

X: hey, cuidado si te escucha nuestro rey, ahí si estaría perdido.

X2: solo digo, debió haber hecho algo mejor que casarse con el, solo nos esta quitando tiempo.

-Claro al moreno no le pareció nada bien con que hablasen así de su amado, pero ¿acaso lo han estado haciendo desde hace ya tiempo? Eso lo quería comprobar pues no creía posible de que a pesar de su aprobación ellos no quisieran unirse todavía con el reino ajeno, y de primera mano ir a ver cuanto de esto pasaba alrededor de aquel mundo.-

G: es increíble... Aun después de haber confiado en que tendría su confianza... ¿Por qué lo hacen?

-Decía para sí mismo, su pecho comenzaba a ser mas apretado por esa corazonada que estaba en crecimiento por cada paso que daba, y al acelerar peor aun, pero lo ignoraba ya que en su mente debía de encontrar al albino para aclararle unas cuantas cosas con respecto a sus sentimientos que por el no han cambiado en absoluto, ni tampoco lo harán, sin embargo sentía que algo le faltaba... Esa misma inquietud que ha tenido desde la primera vez que lo vio no parecía querer detenerse incluso después de conocerlo, y ahora pareciera que su amorosa mente se estaba viendo afectada por algo sumamente potente como para dejarlo en una inseguridad notable.-

G: ¿en donde podrá estar? Necesitó hablar con el.

-Miraba de un lado a otro las direcciones de su alrededor hasta que a lo lejos finalmente lo pudo ver, esa silueta que andaba casi arrastrando los pies en el camino en una dirección de la cual sabia a donde era, así que no dudo mucho en seguirlo a distancia para no querer molestarle, no obstante podía notar a lenguas que no estaba para nada contento casi ¿lloraba? Definitivamente lloraba.-