Hijo de la luna 1: renacimiento

Incómoda relación

-Así fueron pasando los días en donde los dos aprovecharon de compartir sus sentimientos mutuos mas allá de lo personal en la realeza aunque esos tiempos fueron de apoco dejando de lado cuando ambos tuvieron que tomar un pequeño espacio de esos tiempos para ejecutar lo pensado en sus reinos cuando incluso ya estaban de una manera estable aunque luego de eso las cosas comenzaron a ser un poco más duras ya que a medida que empezaron a conversar con reinos ajenos las quejas no tardaron en salir a la luz, en primer lugar el reino solar estaba quemando las zetas que estaban cosechando en las granjas de zetas que cultivaban, además de que los centauros y las centaurides de aquellas zonas oscuras no pueden estar tranquilos ante el ruido que ambas naciones, segundo los habitantes del reino solar no estaban acostumbrados a vivir "una vida campesina" alado de unas casas comunes lo cual es algo que llamaba la inquietud incluso del propio gobernante sobre el porqué prefería que el castillo pareciese una casa común, cosa que al otro le extrañaba un poco ya que no lo imaginaba de una forma algo exagerada como común mente se debe hacer para casi todos los dioses, pero el gobernante del reino ajeno no estaba acostumbrado en hacer o vivir en algo lujoso por más que se requiera.-

-Lejos de eso, en el reino solar tampoco paraban las quejas con respecto al lado opuesto debido a los rumores de que las sombras estaban abarcando muchos espacios, al principio el moreno no parecía tener que darle mucha importancia ya que era lo que habían acordado entre los dos cuando llegaron ahí así que prefirió evitar lastimar los sentimientos ajenos y enfocarse en otros asuntos, en ellos concordaban con las deidades menores que estaban enfocados lo más posible en sus herencias lo más similar posible a sus padres solo dejando sus toques personales para hacer las cosas, el moreno había acordado con ellos en que no se metería en sus asuntos si escogerán ser de un bando u otro o neutrales ya que no quería ningún conflicto por parte de alguno de ellos, como si fuese tan fácil de convencer a su gente que empezaron a hacer rumores con respecto a la relación de los dos, si no era de su incumbencia pero se notaba a espaldas que no aprobaban mucha esa unión principalmente por el origen del natalicio del albino cosa del cual enfurecía al moreno en constancia cuando lega a enterarse, si, lo ama demasiado, sin embargo todavía estaba al pendiente de un hilo de que las sombras podrían perjudicar de alguna forma u otra al reino haciendo que éste se volviese en su contra como una revuelta y eso era lo que obviamente ningún rey o reina quiere de parte de su reinado, así que no podía dejar de pensar en lo que haría cuando viera al albino frente a frente, lastimosamente lo tendrá que decir.-

-Así fue que dentro de una llamada para verse personalmente el moreno esperaba en el trono a que el albino se terminara de acercarse a el con una mirada de confusión que no le traía buenas noticias, pero debía de ser fuerte para poder sobrellevar la situación.-

G: que bueno es verte por aquí.

F: trate de venir lo más rápido que podía, ¿de qué es sobre lo que querías hablarme?

G: es... Algo muy delicado... Pero es sobre lo que el reino merita para dejar de tener una que otra queja viniendo.

F: ¿ahora de que?

G: no va a gustar a ninguno de los dos...

-Internamente pedía fuerzas para poder decirle.-

G: verás... Desde hace un par de días que recibo quejas de los habitantes de que las sombras ha estado abarcando sitios cercanos q sus viviendas los cuales impiden que los aldeanos construyan a gusto sus edificaciones.

-Trataba de no sonar muy ofensivo, sin embargo debía de ser fuerte.-

G: así que por eso quise llamarte para preguntarte ¿que podrías hacer ante eso?

-El albino quedó extrañado, el como gobernante de las sombras no recordaba ni habia visto que las mencionadas abarcaran espacio ajeno.-

F: pues no sé de qué me hablas, no he visto ni en persona que hayan abarcado espacios ajenos.

G: ¿estas seguro? La mayoría anda argumentando que si.

F: creo que se han confundido, ninguna de las sombras ha hecho algo malo.

-El moreno solo podía suspirar un poco.-

G: Shiro, no quiero ser grosero ni nada... Pero entre mas quejas puedo recibir me veré en la obligación en tener que evitar ese acercamiento

F: ¿aah? ¿Por qué?

G: porque la mayoría del reino no puede funcionar correctamente si sus energías se ven opacadas por la oscuridad, a lo cual me veo en la obligación de llevar a cabo una acción drástica.

-Ante la seriedad la iluminación del moreno se estaba agrandando ante el anochecer que dejaba el albino en cuanto se iba elevando de su trono.-

G: si no alejan a las sombras de las cercanías de todos me veré en la obligación de hacerlo yo mismo.

-Y con una pena interna el brillo del moreno se fue intensificando cada vez más, casi cegando al alvino hasta casi ver el mapa arriba del trono por donde lo haría, que era casi más allá de lo estipulado.-

F: como? Espera! No es para que...

-Pero ya era tarde, el albino sentía cómo las venas le quemaban la piel de pies a cabeza casi como contrarrestando su brillo antes de salir rápidamente antes de que el reino entero pudiese terminar en el mismo resplandor, se sentía algo dolido por ello ya que en verdad no tenia nada que ver con esa "invasión al espacio personal" de aquellos que al final los escuchaba reír a sus espaldas por ello, el reino oscuro reclamaba igual pero pronto se calmo cuando sintieron aquella misma energía que venia de las venas del albino en su andar, no pusieron tampoco resistencia para cuando pudieron sentir aquella sensación en varias partes de sus territorios que las criaturas se han vuelto un poco más alzadas.-

-Por parte del moreno dolía el hecho de tener que hacerle eso a su amado, sin embargo debía tener su palabra como tal sin saber que podría pasar mas adelante y no quería ni saberlo en Delfos porque prefería tener que llevarse una sorpresa antes de poder adelantarse a los hechos, desconocía y le daba curiosidad el saber que pasaría más a futuro pero como todo rey debe cumplir lo que le prometió a su reino.-