Reino Lunar
-Entre tanto lejos de la atmósfera terrestre, donde las estrellas estaban con una ansiedad bastante grande por como los dos reinos se llevarían en cuestión de momentos, de primera mano por quienes envidian a aquella luz blanquecina que no paraba de estar en constante alumbramiento sin necesidad de tener que titilar una y otra vez todos los días del año ni esperar a que la tierra pasara por cerca de sus constelaciones para que sean visteadas por los humanos tal como lo hace casi siempre su señora astro, cuyo reino estaba aparentemente tranquilo por parte del exterior, pero dentro del castillo había un sepulcral silencio tan profundo como la noche misma que ni las sirvientas podían igualar en comparación a los siglos pasados para luego dejar en despeje el paso libre para que la dueña de todo aquel extraño y mágico reino en el que estaban presendiendo, aquella mujer de gran porte estaba postrada en su trono de piernas cruzadas puliendo un cristal que tenía forma similar a la cabeza de una lanza, a sus lados estaban los guardias encargados de estar a su lado para custodiarla ya que cuando había llegado al castillo no ha estado de buen humor y con un alto presentimiento.-
-Por otra parte el menor a ella que es al mismo tiempo su hijo, estaba pasando de apoco por el área viendo a la lejanía en donde ella estaba postrada, no parecía darle mucha atención y aun así sentía que su corazón estaba saliendo por la borda de tanto palpitar, despacio se volvió a ocultar detrás de aquel pilar que le abrazaba en oscuridad mientras que reorganizaba sus pensamientos, ya estaba llegando al momento, no había mucho que perder a fin de cuentas si al final se trataba de querer hacer las pases, no obstante lo mejor sería esperar a que se le bajara un poco la frustración de haber venido de un lugar lejano para luego regresar y encontrarse con un problema provocado por su propia familia, así que lo mejor sería esperar al momento ideal para entrarle al tema, así que solo suspiro pesado antes de darse la vuelta.-
F: vaya, creí que regresarías más temprano.
Carsilis: hubiese llegado de no ser que se ha puesto pesada la situación.
F: ¿tanto así?
Carsilis: ajá, pero descuida, lo tengo todo arreglado.
F: y-ya veo...
Carsilis: ¿dónde está tu guardia?
F: eemm le di la orden de que trajera algunas cosas que deje en la tierra, además de que le dijera a Lou-chan sobre mi ausencia para que no crea que la he dejado.
Carsilis: jumph... De ser así, hubiera sido mejor que le ordenases venir aquí, ¿de qué serviría estudiar en la tierra si aquí puede aprender mejor?
F: meeh ella insiste en quedarse, sabes como es.
Carsilis: mm no lo niego.
-Terminando de pulir aquel cristal despacio lo apoyó en el brazo del trono antes de levantarse.-
Carsilis: al menos podría incluso ser buena compañía dejando de lado sus traumas de por vida.
F: jaja naah, seguro ya ella tendría algo mejor.
Carsilis: no lo niego, la has cuidado desde pequeña y su potencial va en aumento. Lastima sea una híbrida de razas fuertes y eso le dificulta sus estatus social.
-El albino no dijo nada más por lo que es probable que solo deje que ella dijese cualquier cosa en el camino que transitaba junto con el.-
Carsilis: bueno, vamos a preparar la cena, las cosas hoy se han puesto algo ajetreadas y además de fastidiosas.
F: esta bien... Si quieres, yo podría/Carsilis: oh no, tu mejor ve a cambiarte y deja que las cocineras hagan lo suyo, ya que necesito contarte algunas cosas.
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Hijo de la luna 1: renacimiento
Rastgelegoenjixfubuki Desde el inicio del mundo, donde las sombras y la luz fueron separadas y los angeles y demonios tomaran bandos religiosamente separados en los planetas de todas las galaxias, miles de seres místicos, celestiales y nunca contados toman...