Azotaron la puerta al entrar acompañado de una escandalosa discusión entre una pareja en medio de la madrugada hizo que el niño de ojos color zafiro despertará, aunque eso era normal entre sus padres pero esta vez era algo intensa, se podía escuchar desde la habitación del niño las maldiciones de aquella misteriosa discusión, se asustó al levantarse y al acercarse a la sala.
-¡Lárgate si quieres, pero yo no me haré cargo de ese niño!.
-¡No fue mi culpa que no usarás condón, prácticamente todo esto es culpa tuya!.
-¡Cállate maldita ramera, si a ti no te educaron yo lo haré!.
-¡Ya me harté de vivir con un alcohólico!.
Desde ese momento no hubo respuesta alguna; no le impresionaba mucho cuando hablaban de descaerse de él pero aun así le dolía, vio a la rubia sentarse en el sofá dándose un masaje en la cien mientras que el hombre salía de el motel, había una alta probabilidad de que el infante acabará en un orfanato o sin hogar. Ya no sentía la necesidad se seguir durmiendo, se sentó en el suelo algo triste mientras la veía ir a la cocina y traer de este un tazón mediano lleno de pollo frito que muy pronto comenzó a comer; la enorme tentación de probar un poco de esa dorada ave lo apricionaron, tuvo la valor de levantarse y acercarse paso a paso a la rubia que degustaba de la comida.
-Mami...- Dijo lentamente mirando la pieza que ella tenía en su poder.- ¿Puedo comer junto a ti?.
-Ya tuve demasiados problemas hoy por tu culpa ¿y quieres comer conmigo? espera a que te dé las sobras-. La rubia empujó a su hijo haciendo señal de que se fuera, como no logró conseguir una porción de el ave trató de llamar su atención.- ¿Qué pasaría si me prostituyo como tú?-.
La mujer hizo a un lado el tazón, se acercó a su hijo y lo abofeteó tres veces haciendo que sus blancas mejillas obtuvieran el color rosa.- Eso fue lo que me condenó a tener que soportarte cada día de mi vida-. Descargó toda su ira en el infante, golpeándolo y maltratándolo hasta que le suplicó que se detuviera pero lo ignoró, a ella le encantaba escuchar a su hijo llorar, suplicar y ver sus lágrimas caer cual cascada.
Siete horas después llegó el hombre.
Al verlo entrar el niño corrió a abrazarlo pero este lo hizo a un lado como si fuera nada, deseaba más que nada en el mundo sentir esa hermosa sensación de un abrazo de parte de su padre pero resultaba casi imposible; lo siguió hasta la diminuta cocina donde golpeó a la rubia hasta caer arrodillada, él la tomó por el cabello haciendo que levantará la cabeza.
-¿Qué hiciste con mi dinero? ¡contesta Verónica!-. Ella no dijo nada, para hacerla hablar sacó un arma cargada y la puso en la cien de la mujer.
-¡Papi no!-. Exclamó sin pensar el infante.
-¡Tú cállate John!... por última vez...-. Deslizó lentamente el arma hasta llegar al cuello de Verónica.- ¿Que hiciste con mi maldito dinero?-.
-P-perdí una apuesta, quémame con tus cigarrillos si quieres pero por favor Robert, no dispares-. El hombre rió mientras se acercaba a sus labios y depositaba en ella un beso algo agridulce, se separó dando de golpe una expresión fría.
-Eso fue igual con la renta del departamento. ... Mi amor, abre la boca-. Por primera vez se sintió igual que su hijo indefensa y asustada, obedeció a la orden de Robert y abrió la boca lentamente, sin pensarlo dos veces introdujo el arma al mirar lo que estaba apunto de pasar el infante le rogó a su padre que no disparará pero este le regaló una sonrisa psicópata mientras jalaba el gatillo.
...
Puso el cadáver en una bolsa de plástico blanca, después una de color negra y por último una azul, para sellar todo utilizó cinta adhesiva gris. El niño se acercó al gran capullo sintiendo un nudo en la garganta mientras veía al hombre limpiar la sangre con un toalla pequeña; su respiración agitada hizo que rompiera en llanto.
-¡Cállate, ella no fue más que una miserable contigo!-. Se levantó y se dirigió a su hijo para consolarlo de la manera que él conocía.-¡Deja de llorar, pareces una niña!-. Lo tomó fuertemente por el brazo y lo soltó bruscamente causando que cayerá en un rincón cual una muñeca, fue hacía el mientras se despojaba de su cinturón.
-¡Papi, no! ¡no! ¡por favor, no!-. Exclamó asustado.
-Fue mi culpa... todo esto es mi culpa por no dejar que te abortarán-. Comenzó a azotarlo sin piedad, disfrutó el sonido de su cinturón chocar con la pálida piel de su hijo y escucharlo gritar de dolor, en medio de la tortura lo amenazó diciéndole que si decía algo sobre este tema iba acabar como su madre pero peor. Después de la sesión de golpes lo dejó llorar a lágrima viva mientras observaba sus brazos y piernas la zonas de color rosa y morado, se abrazó así mismo tratando de alguna manera consolarse... pasó media hora, cuando el niño levantó su mirada llena de una profunda tristeza para ver su entorno notó que el cuerpo de su madre ya no estaba, ladeó la cabeza y efectivamente encontró a su padre con una maleta sospechosamente llena mientras salía de el motel sin decir nada.
Hellooo, este es un cap sobre como fue la infancia de Deisha, y si mi querid@ amig@ el antes se llamaba John, Dios que infancia tan sad tuvo :'v él tenía ocho años cuando asesinaron a su madre pero se lo merecía >:'v.
Bueno esto es todo amigos por hoy, ya falta poco para navidad así que...
¡Merry Xmas a todos ustedes! y espero que lleguen sus regalitos que tanto esperaban y sino pues, sera para el año entrante xd.. ok no.
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Mi dulce ángel
RandomEran días muy malos para Scarlet una chica de catorce años que tenía la esperanza muerta de ser adoptada, ella es secuestrada por miembros de la yakuza mientras estaba en su pasatiempo favorito.