Kim Hong-on era el ídolo de todas las personas de Corea del Norte, cuando lo veían avalanchas de hombres y mujeres corrían hacía él para poder estrechar su mano o verlo más de cerca sin embargo ha recibido muchas demandas de parte de EE.UU, China y Rusia por medicinas y billetes de cien dólares falsificados, supuestos casos de narcotráfico y uso inadecuado de bombas había arruinado su reputación como presidente pero eso no era excusa para que las personas lo siguieran admirándolo; en seguida recibió noticias de que su hermana había tenido excito en el arrebatamiento de la droga experimental, este no pudo contenerse a ir a la azotea junto a uno de sus mejores paraguas para no empapar su costosa ropa. Al llegar a la gran pista de aterrizaje de la Oficina 39, observó las gotas de lluvia y al helicóptero buscar de la gran ''H'' en el piso, desde las alturas también pudo ver a su hermana, lo que más le llamó la atención fue como su mano derecha vendada, cuando la aeronave aterrizó la mujer bajó de este y se dirigió a su hermano.
-Me debes un favor y un disparo en la mano-. Le mostró su mano vendada con un poco de sangre, el hombre diabético rió por lo dramática que era Kim Li-Yong, Akira junto a un soldado bajaron a Scarlet que aún dormía cuando pasaron al lado de la mujer, le quitó la aguja a la velocidad de la luz.- Suturen la herida que tiene en el brazo izquierdo-. Se arregló el cabello mientras veía a la chica de reojo.
-Bueno... ¿te hizo gritar o solo sentiste cosquillas?-. Kim Hong-on sonrió de manera lasciva haciendo que su hermana le diera la espalda algo avergonzada.
-Él es mucho ruido y pocas nueces, no es mi tipo-. Frunció el ceño tratando de no hacer que los colores subieran a su rostro.
-Creo que esas nueces eran tan grandes que no pudieron entrar en el agujero del árbol ¿no es así? mi querida hermana-. Levantó una ceja mientras reía un poco, disfrutó ver como Kim Li-Yong se enojaba y se sonrojaba, la abrazó y compartió el paraguas.
-¡Tú solo tenías una orden por cumplir, pero como no pudiste controlar tus deseos de ligar dejaste que se la llevarán!-. Al escuchar aquellas palabras proveyentes de la oficina de Yaishiro, algunos de sus hombres se acercaron a esta para escuchar algo que no les incumbía.- ¡¿Tienes idea de lo que me costó hacer esa mierda?! ¡¿cuanto he gastado a lo largo de estos seis años?!-. El platinado no se inmutó ante el gran regaño, era extraño que el jefe lo reprendiera por sus faltas pero no le daba mucha importancia a aquellas acciones.
-Te dije que yo no quería hacerme cargo de esa mocosa tan insolente, si me llamaste para esto mejor me retiro-. Le dio la espalda a Yaishiro y caminó hacía la puerta.
-Hasta que no recuperes mi experimento, quedarás sancionado de tus privilegios-. Eso causó que se detuviera, y no fue por la amenaza.
-Es increíble que ha estas alturas tengas que coaccionar a tus hombres para que al final mueran por conseguir algo para tú beneficio y más a mi que soy tu hijo adoptivo, pero no me interesa si muero yo no me llevaré nada conmigo solo una gran caja de madera que la cual pondrán en tres metros bajo tierra-. Se retiró dejando la oficina en un feo silencio; Yaishiro se recostó en su silla algo indignado, le enseñó muy bien a Deisha como flanquear a las personas con palabras sin embargo nunca pensó que usaría esa técnica con él.
-Los niños crecen tan rápido, un día están lavando dinero y al siguiente tienen deseos de que la muerte llegue a su puerta-.Toshi sirvió macallan en un vaso de vidrio con hielo y le ofreció al jefe, este no pudo negarse. Tomó un sorbo de el líquido ámbar, pero aún así no se despreocupó.- Para esto tomamos medidas preventivas, la cápsula la implantamos en la pierna derecha de la chica y está hecho de un material invisible para los rayos X, radares y detecta metales será como buscar una aguja en un pajar, ellos nunca lo encontrarán-. Sintió como las manos de este caían en los hombros de el jefe iniciando un masaje firme pero relajante.
-Esto es nuevo-. Ambos rieron un poco mientras los movimientos de relajación fueron extinguiéndose, el asiático se acercó al cuello de su superior y ahí dejó varios besos causando que Yaishiro se estremeciera un poco, ladeó un poco la cabeza para buscar los labios de Toshi y no tardó en hallarlos.- Extrañaba nuestros momentos a solas-. Yaishiro le pidió al asiático que lo besará y este obedeció a su petición.
Scarlet estaba en una silla sin poder liberar sus manos o sus pies, era golpeada por dos subordinados de los hermanos Kim para que respondiera a las preguntas que ellos les hacía, sin embargo la chica no sabía nada de la droga experimental causando que la sección de golpes no culminará.
-Por última vez... ¡¿en dónde ocultas la Necrosis!? ¡Maldita desgraciada!-. Kim Li-Yong la abofeteó y la tomó por el cabello haciendo que levantará la cabeza mientras lucía una pequeña columna de sangre brotando de su labio inferior.
-Ya te dije que no yo sé nada, ¿acaso la señorita Sida no entiende el lenguaje humano?... das lástima-. Sonrió, Kim Hong-on trató de no reír por ese apodo tan tercermundista.
-Tú eres la que da lástima, por lo menos yo no estoy atada a una silla siendo golpeada-. La soltó de manera brutal y se alejó de ella mientras hacía un chasquido con los dedos, uno de los subordinados se dirigió a Scarlet por detrás y le colocó una bolsa en la cabeza y la cerraba; forcejeaba tratando de liberarse para reclamar el aire que sus pulmones rogaban pero sus esfuerzos eran en vano, en esos instantes Kim Li-Yong veía como la bolsa se llenaba de el líquido rojo que escapada de la chica, si era por la mujer dejaría que la asesinarán.
-¡Suficiente!-. Kim Hong-on dió la orden que le quitarán la bolsa de plástico y este no tardó en obedecer, Scarlet inhaló profundamente por la boca haciendo que sus ojos se humedeciera entre tos y jadeos sintió como sus extremidades eran liberadas, ella cayó al suelo tomando su cuello mientras su corazón galopaba de manera sobrenatural, observó los pasos de el hombre diabético acercándose a ella se arrodillaba y tomaba su mentón.- Escúchame bien, si me dices en dónde ocultas la droga experimental yo te regreso a Tokyo para que estés con tú amigo, así de sencillo-. Scarlet frunció fastidiada, se cansó de repetirle muchas veces que no sabía nada respecto a eso.
-¿Por qué no vas a revolcarte en el lodo? Cerdo Gordo-. El hombre diabético se levantó y se dirigió a Kim Li-Yong indignado por el sobrenombre, ya entendía por que su hermana regresó con ese pésimo humor.
-Bienvenido a mi vida querido hermano-. Se burló, los hermanos Kim se retiraron de la oscura habitación, Scarlet trató de levantarse pero no tenía suficiente fuerzas para hacer tal cosa y por alguna razón le dolía su pierna derecha; se sorprendió al ver lo lejos que la vida la llevó, primero estuvo en Tokyo donde conoció a uno de los líderes más poderosos de la gran yakuza y luego burlarse de la hermana del presidente de Corea del Norte y ser abofeteada por ella, si Ana se enterará de todo esto, de seguro estaría verde de la envidia.
-Quizás esa tal Necrosis era la causante de las alucinaciones que tuve en el baño, es probable que el jefe de la yakuza enviará una flota completa para rescatar el experimento que está dentro de mi en alguna parte, o tal vez no,a mi me tratan como su fuera un objeto y cuando terminen conmigo seguramente me enviarán con otra persona hasta que este ciclo finalice -. Pensó.
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Mi dulce ángel
RandomEran días muy malos para Scarlet una chica de catorce años que tenía la esperanza muerta de ser adoptada, ella es secuestrada por miembros de la yakuza mientras estaba en su pasatiempo favorito.