CN/A
El siguiente capítulo puede tener contenido no apto para sensibles de corazón, se recomienda discreción... Ok no :v.
-¡Vamos! ¡levántate!-. El hombre estaba azotando al niño de ojos color zafiro, desde que asesinó a su esposa todo se volvió un verdadero infierno para el pobre infante; este se levantó apoyándose de la pared y tembloroso cual papel, al instante el hombre lo azotó nuevamente de forma brutal. El cuerpo del niño estaba completamente expuesto a los golpes, solamente llevaba puesto un bóxer de color gris que era literalmente su ropa diaria ya que su padre le gustaba verlo así.
-¡Papi detente, eso duele!-. Dijo sollozando, tirado en el suelo el hombre no sintió necesidad de seguir con la tortura, por ahora había terminado, el niño fue a la cama donde se acostó adolorido, ese no era un buen ambiente para que un niño creciera no entendía porque era golpeado, él no tenía la culpa de absolutamente nada solo que hay algunas personas que no merecen ser llamados ''padres'', cuando todo comenzó como una amenaza fue convirtiéndose en una tortura diaria. La media hora transcurrió rápido, el niño se levantó para ir al baño cuando se topó con su padre, lo llamó para que se acercará y se dirigió a él cabizbaja.
El hombre acarició la mejilla de su hijo mientras bajaba por su brazo hasta llegar a la muñeca de el infante, observando los moretones causados por su cinturón.- Sabes que hago esto porque te amo ¿verdad?-. Tomó al niño y lo sentó en sus piernas, nuevamente acarició la mejilla pero esta vez bajo su mano por su pecho, luego por su estómago hasta llegar a su entrepierna donde lo masajeo un poco.
-No me gusta que seas amable contigo-. El niño estaba incómodo por lo que estaba haciendo su padre, por lo menos aún el infante tenía intacta su inocencia.
-Pero tan poco te gusta que sea malo... ¿estás avergonzado porque la tienes pequeña? no te preocupes, cuando crezcas esto también lo hará-. Sonrió de manera lasciva, ya no sabía que era para él: un objeto para saciar sus deseos o solo un medio de diversión.- ¿Tienes hambre?-. El niño ascendió con la cabeza.
Ambos fueron a la mesa, el hombre buscó los utensilios que iban a necesitar y la cena; sacó de una bolsa blanca seis grandes filetes, tres para él y tres para su hijo seguido de una botella con un líquido rojo que enseguida comenzó a servir en vasos de vidrio, el niño pensaba que era jugo de cereza pero no daba la pinta como tal, miró su porción de carne de manera extraña ¿por qué no lo preparó como se debía? ¿acaso esto era alguna clase de castigo? no tuvo más remedio que empezar a comer, la verdad no tenía un mal sabor... .Miró a su padre devorar los bistés semejante a un león, arrancaba trozos grandes de esta con sus dientes y bebía el misterioso líquido rojo de manera apresurada causando que manchará su camisa blanca, cuando llegó a su segundo filete el niño tuvo el valor de hablar.
-¿Qué hiciste con mi mami?-. El hombre rio de forma psicópata.
-La tienes delante de ti justo ahora-. Abrió sus ojos como platos y cubrió su boca incrédulo, estaba comiéndose la carne de su madre y bebiendo de su sangre, fue tanto el asco que no se contuvo a correr al lavabo y vomitar mientras sus ojos se humedecían convirtiéndolos en un manantial; escuchó los pasos de su padre acercándose aplaudiendo de forma sarcástica mientras sus lágrimas se desbordaban sin control y se arrodillaba con sus manos temblorosas.-Me dieron 50.000 dólares por su cuerpo y una pequeña muestra-. Abrazó al niño por detrás y besó su cuello manchándolo un poco de sangre.
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Mi dulce ángel
RandomEran días muy malos para Scarlet una chica de catorce años que tenía la esperanza muerta de ser adoptada, ella es secuestrada por miembros de la yakuza mientras estaba en su pasatiempo favorito.