Las calles de New York estaban completamente de desiertas, nada más estaban los perros y gatos callejeros buscando que comer en los botes de basura sin tapa; al lado de tres bolsas de desechos algo mal olientes se podía escuchar el llanto de una bebé, la sinfonía de la pequeña se convirtió en una sirena similar a la de un camión de bomberos en plena emergencia; una mujer de mediana edad que sufría de insomnio y directora de un orfanato fue en busca de el origen de el llanto y no tardó en encontrar a la bebé con su carita sucia y sudada, envuelta de periódico y con muchas picaduras de mosquitos, la mujer tomó en sus brazos a la pequeña recién nacida mientras esta dejaba de llorar; a pesar de tener su carita sucia se apreciaba un lindo color rojo en sus mejillas y en su nariz.
-¿Quien dejaría a una bebé como tú en un montón de bolsas de basura?-. La pequeña abrió sus ojos mientras le regalaba a la mujer una cautivadora sonrisa.
...
-Desearía plantar rosas, lástima que no hay nada un patio con tierra-. La niña de cabello azabache tenía en sus manos un jarrón con tulipanes artificiales, mientras subía las escaleras de manera relajada de repente ella se tropezó y cayó al suelo escuchando nada más que el sonido de el jarrón rompiéndose.
-Eso fue mi culpa-. Una chica se puso delante de ella.-¿Qué le dirás a mi madre?, obviamente no puedes mentirle a la mujer que te da de comer todos los días.
-Ana... obviamente le diré que fuiste tú-. Se levantó como si nada y pasó por su lado.-Le diré que me hiciste tropezar y también que estás embarazada. Temiendo que la delataran, la empujó desde el quinto escalón hasta el último de ellos; varias personas que transitaban al otro lado de la calle se detuvieron a ver la escena con algo de pena y asombro, Ana tomó un balde de agua que estaba a su lado y le arrojó toda el agua en un solo movimiento.- ¡Tú no eres nada más que basura! ¡nunca podrán adoptarte porque nadie le gustaría tener una gran pila de mierda en su casa!.
No tardó en percatarse que algunas personas estaban grabando el acto y susurrando, un voluntario ayudó a la niña a levantarse y trato de convencerla para ir al departamento de policía pero se negó mientras se cubría con su mano la herida que tenía en su frente.
Un misterioso líquido que subía por su esófago hizo que abriera sus ojos de golpe, al llegar a su cavidad bucal lo expulsó mientras sus sentidos volvían a la normalidad en segundos, al respirar agitadamente volvió a vomitar, la verdad no se espantó por ver el color de aquel líquido que salía de su boca. ¿Qué ocurrió en el tiempo que estaba inconsciente? no lo sabía.
-¿Estas bien? ¿cúal es tu nombre?-. Un hombre japonés vestido con uniforme militar le hizo una serie de preguntas para asesorarse que todo estuviera en orden pero ella no contesto a las interrogantes de este, las punzadas que provenía de su vientre se llevaron toda la atención de ella, pensaba que era normal ya que la semana pasada sintió lo mismo. ... El escandaloso aterrizaje sacó a Scarlet de sus pensamientos, el hombre uniformado la ayudó a bajar de la aeronave. La escoltó hasta una limusina junto a unos autos de color gris plomo donde Yaishiro y sus hombres la estaban esperando.
-Aquí está la chica sana y salva señor-. El hombre hizo el saludo militar al jefe pero este le pidió que dejará de hacer tal acción y que se retirará, Scarlet lo inspeccionó de pies a cabeza.
- Se nos hace tarde, será mejor que subas-. Él abrió la puerta de la limusina invitando la chica que subiera al vehículo, ella entró de mala gana, los hombres de Yaishiro le hicieron una reverencia y cada quien fue hacia un auto; el jefe se sentó al lado de Scarlet mientras sentían como el vehículo comenzaba a moverse.- Cuando te encontraron estabas inconsciente, debió ser un completo infierno para ti estar en la Oficina 39-.
-¿Dónde está Deisha?-. Preguntó en un susurro.
-No te preocupes por él, te quedarás conmigo-. Yaishiro le sonrió.
-Cada gota de sangre que se derrama.
-No es para tanto dulzura no pienses en eso.
-Yo no me refiero a ese tipo de sangre.
-La reunión con el embajador de Rusia será dentro de una hora, no tengo otra alternativa más que llevarla conmigo-. Yaishiro comenzó a abotonarse una camisa blanca mientras Toshi encendía un cigarrillo y se lo llevaba a la boca, al darle una fumada lo miró con desdén sabiendo que era una buena excusa para estar con ella, el jefe se dio cuenta de la reacción de Toshi decidió dirigirse a él.
-Para ser mafioso eres un completo casanova-. Tomó el cigarrillo de Toshi sin permiso y lo apagó para después acercarse a sus labios y comenzó a besarlo, con sus palmas acarició su espalda completamente tatuada causando que se estremeciera un poco al sentir las acaricias de parte de el jefe; el asiático acunó sus manos en el rostro de su superior introduciendo su lengua en la cavidad bucal de este.
-Señor, la chica esta lista-. La voz de una mujer hizo que ambos se separaran de un brinco.
-Bien, voy en breve-. Dijo Yaishiro con desdén pero Toshi abrazo al jefe por detrás haciendo que este olvidará lo sucedido.
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Mi dulce ángel
RandomEran días muy malos para Scarlet una chica de catorce años que tenía la esperanza muerta de ser adoptada, ella es secuestrada por miembros de la yakuza mientras estaba en su pasatiempo favorito.