Capítulo 1.

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El sol brillaba de a ratos, cuando las nubes decidían no ocultar su esplendor. Los pequeños y no tan pequeños correteaban por el parque, dejando que la brisa azotara sus lindos rostros.

—Porfa mamá... no iré lejos —supliqué jalando de su camiseta.

Llevaba a Lily en brazos, mientras que papá seguía a Albus hasta los juegos.

—Bien. Ten cuidado —. Sonreí y comencé a alejarme hacia a los columpios.

Daba saltitos evitando pisar los bichitos o las líneas del cemento. O al menos, así era cuando un niño más pequeño cayó frente a mí. Lo observé curioso.

—Eso debió doler... ¿Estás bien? —Recogí el peluche que había caído unos metros más allá.

Se lo di, y me arrodillé frente a él. Aparentaba unos cuatro años.
Su cabello era rubio dorado, casi tanto como el sol y sus ojos un celeste grisáceo tan brillante como las joyas de mamá. Sacudió sus rodillas –ahora algo lastimadas– sin soltar el dinosaurio de felpa que sostenía por una de las patas.

Era de un color verde con cresta y manchas rojas en el lomo, dos botones a modo de ojos y una sonrisa cocida que luego de un rato dejaba de ser tierna.

—Estoy bien —Aseguró para luego mirarme. Me devolvió la sonrisa tan brillantemente que las estrellas le tendrían envidia —. Soy Scorpius, él es Raw — levantó al peluche—, y tú serás mi mejor amigo –. No pude evitar reír ante la picardía llena de inocencia.

—Soy James —saludé, observando sus rasgos de manera inconsciente —. Eres bonito, como un angelito... Te diré así —. Pareció perderse parte de la frase, sin terminar de comprender—. ¿Y tus papis? —Era demasiado pequeño como para andar solo. Miró alrededor poniéndose de puntitas de pie.

La expresión del niño se entristeció rápidamente al darse cuenta que no distinguía a sus padres entre el montón de gente. Sus pequeños ojitos se opacaron llenándose de lágrimas.

—Ey.. no llores —Tomé con delicadeza sus mejillas —. Encontraremos a tus papis —y algo en esa frase, no se qué, logró calmarlo —. Dime como son.

—Papá es como yo... —comenzó despacio, tímido —Y mamá... Tiene tu color —señaló mi cabello —Hasta por aquí... —Colocó una manito a la altura de las costillas —Y así como... —los círculos verticales dibujados en el aire con su dedo índice, representaban lo que supuse eran bucles —Y... tiene el color de los bomberos —. Tiró de su camiseta para dar a entender a que se refería.

Decidido a encontrar a los padres de mi nuevo mejor amigo, hice que tomara mi mano. Varios minutos después —en los que Scorpius se había aferrado a mi pierna— vi una pareja como la que había dicho.

—¿Son ellos? —señalé. Scorp asintió energéticamente y corrió hasta ellos sin soltar mi mano, prácticamente obligándome a seguirlo.

— ¡Papá! ¡Mamá! —La mujer soltó un suspiro de alivio al verlo. —Perdón... —Murmuró Scorpius tímidamente, bajando la vista al suelo cuando lo regañaron por alejarse. Segundos más tarde los miró de nuevo, con sus ojitos brillando totalmente— Él es Jam... —Me dió la sensación de que olvidó mi nombre, y buscó mi mirada en busca de auxilio provocándome ternura —Jamie, mi nuevo mejor amigo —acabó con completa seguridad

—James —Me presenté. Los padres se presentaron como Astoria y Draco.

Luego de intercambiar unas cuantas palabras, me dijeron de buscar a mis padres. Me acompañaron, especialmente porque Scorpius se negaba a soltarme.

Al ver a papá y mamá, me aferré a las piernas de papá.

— ¡Boo!

— ¡James Sirius! —me regañó, bajó la mirada y se dio cuenta que no estaba sólo.

—Es Scorp, mi angelito —conté —. Tiene algo ang... angelical —se me dificultan las nuevas palabras —. Así como dijo la tía Mione.

Papá soltó unas risas. Astoria llegó poco después presentándose.

— ¿Ginny Weasley? Tanto tiempo... —hablaban de algo que me hizo entender que se conocían.

—No puedo soltarlo, es mi mejor amigo —Scorpius se negaba a la petición de su padre, y yo, realmente, tampoco hacía mucho para ayudar.

–Vamos Scorpius. Verás a James otro día —con una inmensa tristeza y un abrazo que quise que fuera eterno, nos despedimos.

Lo que desconocía, era qué, ese niño se convertiría en mi vida.

Infinity - ScamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora