Capítulo 9

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Lejos de la ciudad, en un lugar escondido entre las montañas donde la realidad de quienes viven ahí es distorsionada y su libertad denegada

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Lejos de la ciudad, en un lugar escondido entre las montañas donde la realidad de quienes viven ahí es distorsionada y su libertad denegada. Una omega de apariencia desgastada contemplaba aquel bulto de sábanas que simulaban a un bebé recién nacido, como si fuera su hijo lo arrullaba en sus brazos y ella tarareaba una canción de cuna.

—¡Te hice una pregunta!—hablo alto aquel hombre "desconocido" para esa mujer, ella lo miro molesta, si hacia ruido su bebé iba a llorar.

— Shhh!!!—.Puso su dedo índice en su propia boca para que guardará silencio.—Si habla alto entonces se va a despertar y me van a regañar--. dijo en un susurro poco audible.—Además yo a usted no lo conozco para que me grite de esa forma y no me gusta como ve a mi bebé -- dijo abrazando a el trozo de sabana—¡¡Vete!!! No, No te acerques!!! Me lo quieres quitar tu también—.

La mujer empezó a llorar y temblar mientras se arrinconaba en la esquina de la habitación abrazando a "su bebé" y miraba al hombre asustada.

— Tranquila...—hablo despacio tratando de darle la confianza necesaria para poder acercarse y lograr su cometido de sacarle información.—Yo no te lo voy a quitar...Yo soy bueno...Mira–. camino lentamente hasta quedar frente a ella y sentarse a su lado mientras le enseñaba un abrigo de bebé.

—Te lo daré si me prometes que seremos amigos –. la mujer asintió frenéticamente mientras sollozaba y limpiaba sus lágrimas mirando aún con desconfianza pero una vez que le entrego lo prometido y rápidamente abrigó a "su hijo" —¿Como se llama?—.

La mujer le miro con duda e inocencia quitando las lágrimas de sus mejillas, bajo la cabeza y vio su trozo de tela y sus ojitos cafés brillaron mientras su cabello rojo natural todo enredado callo en su rostro pegándose en este por el sudor —Mi bebé se llama...mi bebé...no lo sé...–.sonrió triste mientras llegaban a su mente imágenes borrosas de un bebé real. —Ellos dijeron que no era mío pero...–. se quedó en blanco por unos minutos mientras tocaba su vientre y respiraba profundamente—Yo lo tuve aquí...entonces es mío ¿verdad?—.

entonces es mío ¿verdad?—

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Narra Jack:

Aún seguía en este horrible lugar, todo era confuso, no parecía una bodega pero tampoco una habitación. Estoy encerrado como un animal, me era imposible
moverme debido a que estaba en la misma posición desde ¿Horas?

Cruelmente Destinados|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora