8. Sobreviviendo a la despedida

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Sobreviviendo.

Nadie te prepara para enamorarte.

No creerías que pudierá ser de una manera tan fugaz, tan boba pero que se vuelve por completo tu razón de ser al encontrar la persona adecuada para todos esos sentimientos.

Y aunque hay tantas canciones, historias, películas, nadie te puede explicar lo que se siente, la alegría, esa burbuja de feliz que te rodea...

Tampoco te dicen que duele cuando todo se rompe.

Nadie te dice que sufrirás, que tu mundo se moverá y querrás odiarla, pero en verdad, solo deseas tenerla entre tus brazos para siempre.

Aunque ya había creído estar enamorado, los que en ese momento le inundaba el pecho era totalmente desconocido para Min Ho.

Dolía. Ardía como una bola de fuego consumiendo su corazón dentro de su pecho.

El aire se escapaba...

Aun distinguía el avión en la lejanía.

No lo había logrado.

***

Después de la rueda de prensa todo se había tornado tenso entre ellos, no podían ni mirarse mientras iban en el mismo auto. Min Ho miraba a través de la ventana mientras iban a toda velocidad. El asistente Park había sido el mensajero de la dichosa experiencia que tuvo Leslie con la prensa coreana, vaya que lo había dejado sorprendido que fuera él quién lo llamará cobarde por no haber estado a su lado. Ya con el solo remordimiento tenía de sobra, la opresión en su pecho fue peor después de que el hombre expresará lo que sentía.

Había sido el hombre quién lo encontrará encerrado en la oficina de la presidenta buscando la forma de llegar al lado de Leslie, incluso le había recriminado tener que someter a toda esa cantidad de estrés a una pobre niña de solo cinco años. Aunque se había dado cuenta que no fue por gusto, no permitió que pasará el reclamo.

“¿Cómo si yo fuera una persona sin corazón?” – pensaba mientras recordaba el rostro asustado de la menor cuando la ola de reporteros los persiguiera durante todo el día.

Había sido también el asistente Park quién le dijo que ellas se irían, incluso le contó lo que había presenciado, ese pequeño cruce de palabras aunque Min Ho dudaba que la presidenta hubiera hecho semejante atrocidad, si se imaginaba que algo debió hacer para provocar a una mujer que solo sabe defenderse de los demás; sus caminos se cruzaron antes de que salieran e internamente agradeció que no se le acercará. Pudo verla con el rostro contraído aun por la rabia, pero ya poco le importaba, en ese momento tenía que ir tras ellas.

De todas formas tenía que tomar un vuelo esa misma tarde para ir hacía la siguiente locación del drama. Cambiar pasajes sería su última esperanza, tanto que apresuraba la forma de manejar del asistente Park para que pudieran llegar más rápido.

El entendía que Leslie estuviera molesta, de hecho le había dicho que él mismos lo estaba por permitir la tontería de que su hermana lo encerrara dentro de una habitación a oscuras como si tuvieran cinco años, pero que ya no podían hacer anda mas que bajar las fotografías o borrar su rostro y en eso podía estar un poco más tranquilo, pues solo deambulaban ya unas pocas evidencias del escándalo. Su mente no dejaba de darle vueltas a los momentos antes que todo ese caos estallará, que estuvo apunto de preguntar si era la misma persona que momentos antes en la cafetería le había respondido a sus besos con tantos sentimientos pero ya no lo era tras ver esos videos de la conferencia…

Supuso que ya no sería  la misma, porque sus besos habían sido de despedida y eso solo estaba quebrando su corazón.

Min Ho escuchaba lejanamente a su acompañante, el hombre no paraba de darle el sermón, pero había muchas cosas en todo ese enredo que se habían salido de su control, ya no iba a disculparse por eso. Ahora solo quería encontrarlas y detenerlas…

Fugaz entre mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora