Jeon Jungkook es un chico de 16 años quien padece de Autismo, actualmente vive con su madre adoptiva y Kim Taehyung, su gran amor, juntos tratan de olvidar las tragedias del pasado, sin embargo no es tan fácil cada vez que este vuelve para tratar de...
Pero lo que vió, solo, le dejó sin aliento, sin sentir, sin pensar, solo sintió sus lágrimas y sus manos arder..... Pero no fué el dolor comparado hasta ver el rostro bañado en lágrimas de su pequeño amigo, de SU Kookie...
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El pequeño Jungkookie miraba atentamente cada uno de los movimientos de las alitas de la bonita mariposa azul posada en el cristal de la ventana, quería tocarla pero el animalito estaba en la parte de afuera así que solo podía apretar su dedito en el vidrio. Cuando la mariposita desapareció de su vista con constantes aleteos, el niño de ojitos lindos hizo un pucherito recordando que TaeTae no estaba en casa, se sentía solo, cuando se volvió para ir a buscar a Bunny chocó con un cuerpo haciendo que cayera sentado en el piso, jugó con sus manitas con miedo
-hola pequeño-al escuchar la voz recordó entonces que Tae no estaba, pero su padre sí- ¿Estás bien, bebé?
-b-bun-ny-susurró bajito siendo audible para el hombre quien sonreía mirando las lindas y delicadas manitas del niño.
-¡Oh! Bunny debe querer abrazos, al igual que tú- mencionó sarcástico levantando el mentón de Kookie- eres tan lindo que me dan ganas de comerte...
Kookie sintió sus mejillas arder ante el fuerte agarre de los dedos en su piel...sus ojitos se aguaron al ver por un segundo los ojos maliciosos del hombre
-T-tae.....
-mi hijo no está, así que vamos a divertirnos-el hombre bajó sus manos hasta la tela de la polera y la retiró sin cuidado
Kookie sintió unas manos frías tocarlo y rodear su cintura, labios asquerosos en su cuello y sus ojitos no dejaban de derramar lágrimas...
Solo Tae podía tocarlo y abrazarlo, nadie más...
Su cuerpecito temblaba hasta sentir sus pantaloncitos húmedos...
Tae lo regañaría por no aguantarse las ganas de hacer pipí y mojar sus pantaloncitos.
Pero es que tenía demasiado miedo, y aún si lloraba no podía evitar ser tocado...
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De pronto un fuerte viento sopló y el cielo se volvió gris, las gotas cayeron sin pudor llevando todo a su paso...
Tae corrió sin pensarlo dos veces y golpeó a su propio padre....lo odiaba...
Le daba asco...
Quería matarlo pero seguía siendo su padre y el solo era un niño....
Sulg miraba todo desde la puerta de la habitación, tembló ante la imagen de los dos pequeños llorando...
Y aunque le dolió hasta lo más profundo de su alma tomó su teléfono y llamó a la policía, condenando a su, lamentablemente, esposo....
Jamás defendería al culpable, Kookie era su hijo también y le amaba como a Tae...
Debía pudrirse en la cárcel...
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Taehyung abrió los ojos lentamente tratando de acostumbrarse a la luz colada por las rejas de la gran ventana, cuando quiso estirarse sintió un cuerpo aferrarse más al suyo, sonrió enternecido abrazando a su pequeñito que dormía tranquilo, a Tae le partió el corazón ver los ojitos con lágrimas fantasmas, no dejaría que alguien toque a su niño de nuevo...
- bebé, amor- habló tratando de despertar al pequeño para salir de la habitación e ir por el desayuno, pues sabía que Kookie no se separaría de el...- príncipe despierta...
Kookie abrió los ojos lentamente, soltó un suave suspiro y se reincorporó buscando a Bunny hasta encontrarlo...
De nuevo, Kookie estaba perdido en si mismo, en su propio mundo tratando de encontrar tranquilidad..
El mayor se levantó también para ir al lado de Kookie, tomó una de sus manitas y la besó recibiendo a cambio un lindo sonrojo aunque solo fueron apenas unos segundos...
- te amo mi bonito- abrazó a Kookie tan fuerte como si su propia vida dependiera de ello, aunque, así era, Kookie era su mundo...
Dejó varios besitos en la cabellera negra del pequeño hasta que Kookie se relajó y abrazó a Tae también...
- siempre te protegeré- tal es el caso de no medir nuestras palabras y promesas...
Un singular sonido retumbó en la habitación anunciando una llamada, Kookie se sobresaltó realmente asustado aunque Tae lo calmó con un pequeño besito.
- vamos bebé, el teléfono debe ser contestado- llegó hasta su teléfono con un bebé koala en su espalda...
Fueron palabras raras y luego un silencio sepulcral....las cosas jamás pudieron ser de esa forma...
Al parecer el tiempo se detuvo entre gritos y llantos....
Olvidando de un momento a otro la gran promesa que se había jurado a si mismo cumplir....
