Jeon Jungkook es un chico de 16 años quien padece de Autismo, actualmente vive con su madre adoptiva y Kim Taehyung, su gran amor, juntos tratan de olvidar las tragedias del pasado, sin embargo no es tan fácil cada vez que este vuelve para tratar de...
Al terminar mis clases me dirigí rápidamente a buscar a Kook debido a que Hoseok me había llamado para decirme que él se iría antes, por lo tanto, mi novio estaba solo. Corrí lo que mis piernas pudieron, al llegar al salón la maestra ya no estaba, entré al salón buscando con la vista y me llené de coraje al ver aquella escena, Kookie estaba sentado en una esquina del salón, algunos chicos estaban sentados en un grupo cerca de él, éstos miraban a Kook con burla mientras se reían, decidí no prestarles más atención para no meternos en problemas. Me acerqué a Kook para decirle que era hora de irnos.
— Kookie...— el fijó su vista en mí y sonrió— ven, es hora de ir a casa.
Extendió su manita a la mía la cual tomé gustoso, cargué su mochila y salimos del salón.
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Caminamos tranquilamente hasta detenernos en el parque cercano a mi casa. De vez en cuando Kook y yo nos quedamos a jugar o solo sentarnos y apreciar los árboles o el pasto que es lo que más le gusta a mi novio.
Nos dirigimos en un tenue silencio hasta una banca, pero antes de sentarnos sentí un pequeño apretón en mi mano que iba tomada a la de Kook.
— ¿Qué pasa bebé? ¿Quieres algo?— instintivamente pregunté un tanto preocupado.
Mi pequeño tenía las mejillas sonrojadas—Hoy...es día de...de..
Sonreí grandemente, amaba ver cómo trataba de recordarme algo tan especial para él, por un momento me sentí terrible por casi olvidarlo— sí bebé, hoy es lunes de helado para comenzar bien la semana
Kookie rió bajito, una sonrisa digna de apreciar por horas, sus ojitos, como cada vez que sonríe, se hacen pequeños, su nariz forma pequeñas arruguitas y dejan ver sus dientecitos que le hacen ver adorable, realmente tierno, este chico me tiene a sus pies, amo estos momentos dónde Kookie me pone atención y me responde, son los recuerdos que atesoro en lo profundo de mi mente.
Entramos a la tienda y pedí los dos helados, choco menta para Kookie y vainilla para mí.
Nos sentamos en una banca del pequeño parque, yo me detenía para observar a Kookie cuidando que no derramara su helado por accidente. Tomé la servilleta al ver que se había manchado demás
— mi hermoso Ggugie, tan bonito cuando come— limpié sus labios mientras el se quedaba quieto
— G-gugie— susurró, pero pude escucharlo
— así es cariño, eres mi lindo y amado Ggugie— besé su frente y seguimos comiendo nuestros helados en un silencio muy cómodo.
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Kookie entró a la casa con pasos torpes dirigiéndose a la cocina como hacía todos los días al llegar de la escuela.
— voy arriba cariño ten cuidado—anuncié antes de subir las escaleras para ir a dejar las cosas, mamá no estaba en casa así que tenía que preparar la comida
Narradora:
Al llegar a la cocina el castaño se dirigió al lavabo, abrió el grifo y comenzó a lavarse las manos, siendo como una regla para él, si no lo hacía se alteraba. Con las manos limpias tomó una de las sillas y con cuidado la colocó cerca del estante, se subió a ella sin medir los peligros con el único objetivo de tomar las galletas, sonrió cuando la tuvo en sus manos, pero al tratar de bajar de la silla uno de sus pies resbaló haciendo que cayera sentado en el piso, la caja estaba abierta por lo que las galletas terminaron dispersas en el piso, ante el caos en el piso, sus ojitos comenzaron a aguarse
—Tonto...tonto...Kookie tonto— comenzó a negar con la cabeza. En sus pensamientos negativos solo podía repetirse "nadie te quiere por tonto".
##### aquí Joe❤️####
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