Jeon Jungkook es un chico de 16 años quien padece de Autismo, actualmente vive con su madre adoptiva y Kim Taehyung, su gran amor, juntos tratan de olvidar las tragedias del pasado, sin embargo no es tan fácil cada vez que este vuelve para tratar de...
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Taehyung iba y venía del hospital y la estación de policía, ya había pasado casi una semana y nadie podía decirle dónde estaba Jungkook.
El clima era frío y se abrazaba a si mismo mientras caminaba de regreso a casa, pues prefería caminar y pensar...
¿La vida lo odiaba a tal grado de quitarle lo que más amaba?
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Después de un largo día, pasos resonaron entre las paredes de la casa apenas iluminada, con pesadez llegó hasta su habitación...
"Como desearía que al abrir esa puerta unos bracitos lo rodearan"
Abrió la puerta y la penumbra lo recibió para envolverlo en soledad y amargura, el reloj de la pared anunciaba cada segundo de aquella noche solitaria.
Su madre aún no había despertado lo cual significaba que probablemente jamás lo haría a menos de que un milagro sucediera.
La policía estaba cansandose de buscar a Kookie, es como si simplemente se hubiese desvanecido entre el viento sin dejar rastro alguno.
Se removió en la cama buscando una buena posición para intentar dormir, cuando estuvo un poco cómodo levantó la vista con la cabeza apoyada en una de sus manos, entonces, un pequeño conejito de peluche quedó a su vista...
— Bunny...— susurró para sí mismo.
Algo en su pecho se removió por lo que tomó al pequeño conejito entre sus manos para sentir la suavidad de la tela al acariciarlo, sonrió poquito recordando a su pequeño quien se quedaba quieto observando al juguete con una sonrisita.... Cerró los ojos para atraer al peluche a su pecho, apretando y relajándose hasta que un suave viento lo invitó a abrir los ojos. Observó en la habitación que la ventana estaba abierta, se levantó dejando el conejito a un lado y caminó hasta la ventana, antes de cerrarla dejo que el viento y la brisa lo acariciara en un intento de consuelo, la noche era linda pero no por el cielo si no, por la tranquilidad que emanaba... sonrió poquito observando más allá hasta el pequeño jardin de su casa...
Sus ojos se abrieron como platos al fijar su vista en una silueta demasiado conocida que se encontraba sentado en el pasto..
Taehyung tragó duro sintiendo su corazón dar un vuelco...
Sin siquiera pensar en el frío de afuera, salió corriendo escaleras abajo a tal grado que su corazón latía demasiado, abrió la puerta sin pensarlo dos veces casi temblando al sentir su piel ser calada por la brisa, caminó a pasos casi a rastras hasta el patio, su vista fija totalmente en aquella silueta dándole la espalda...
— T-tae— escuchó la voz pequeñita acariciarle los oídos
Taehyung sonrió y avanzó hacía el pequeño...
— bebé..— susurró acercándose para tomar al pequeño en sus brazos y aferrándose a el deseando jamás soltarlo— estás aquí...
— T-tae— volvió a susurrar y el mencionado casi chilló de la emoción contenida
— no vuelvas a irte, no puedo vivir sin ti— declaró con la voz rota pero al separarse de su pequeño se dió cuenta de algo inusual....
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— ¿Ya tienes la información?— preguntó el hombre con voz ronca por el frío de la noche
— por supuesto amigo— extendió un sobre amarillo ante él— es todo lo que necesitas...
El hombre asintió tomando aquel sobre sintiendo la textura del papel, allí mantenía todo lo que una vez perdió y trataría de recuperar no teniendo la garantía de que así fuese...
Se levantó de aquella silla y reverenció apenas para emprender su camino de vuelta a aquel pequeño cuarto que por ahora era como un refugio para su propia alma...
Sabía perfectamente que debió hacer ésto desde hace años, pero sus malditos miedos y orgullo lo limitaron haciendo que cada vez perdiera más de lo que debía tener...
— no me odies...por favor...
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Taehyung observó el rostro de su pequeño desde sus hermosas mejillitas hasta su linda nariz, tomó sus manitas entre las suyas pero cuando quiso verlo a los ojos todo se vino abajo como una oleada de terror...
Los lindos ojitos no tenían brillo, más bien parecían posos profundos y oscuros, notó entonces que esa mirada no estaba fija en él....
Tae siguió la dirección de aquella mirada, encontrándose con una sombra que parecía gruñir y en cuestión de segundos Kookie fue apartado con brusquedad..
—¡Noo!— Tae trató de sujetarlo pero una voz que pronto reconoció lo dejó helado
— ¡por favor Jungkook, necesito estar solo, ¡por una sola vez déjame en paz!— escuchar a su propia voz pronunciar eso
— yo no...
— es demasiado tarde...
— ¡Nooo, vuelve!— gritó tan fuerte al punto que su garganta casi se desgarró...
