✨LIGHTS ON-ELITE (Ander) ✨

c a p i t u l o 28

OMNIPRESENTE

El primer día de clases llegó a su fin, todos se comenzaron a dispersar y algunos felices por qué llegar la noche. Valerio tenía razón, deberían de estar celebrando para no recordar cosas tristes. Pero aún había algo que muchos querían saber.
Selene caminaba fuera del colegió, esperando a que pasaran por ella. Ajusto su chaqueta al cuerpo y miró por si le había llegado algún mensaje.

—hey—se giro ante el llamado y no pudo evitar estar nerviosa, su grupo de amigos la estaba esperando, pero ella no quería moverse, no debía.

—¿Que quieres Ander?—el chico se acercó y se quedó un escalón debajo de ella para estar a su altura

—el indignado debería de ser yo, no tu. Pero que tenerte lejos estos últimos meses ha sido duro y creo que ahora solo quiero volver a acercarme a ti—le intento tomar de la mano pero ella se negó, miró a los costados y suspiro.

—no quiero nada que tenga que ver con vosotros. Por su bien y por el mío. Imaginen que solo soy una jodida tía más en este puto colegio—el carro que la recogía freno en la entrada. Ella hizo a un lado el chico y se subió a toda prisa para dirigirse a casa. El resto de los chicos se quedaron impresionados al ver semejante escena.

—¿Que coño te dijo?—se acerco Guzmán al ver que Ander estaba más que pálido

—esa ya no es Lena—vieron alejarse el auto sobre la carretera pero pensando ¿Que había pasado?

SELENE

—llegue—dije al entrar de nuevo a casa. José estaba en la sala por lo que me acerque a él—¿Dónde están los demás?

—salieron de compras, no deberían de tardar mucho—seguia jugando en la tele de la sala, así que le dejé de molestar—dijo papá que el psicólogo llegaría a las 5—mire el reloj y eran las 3. Me fui a mi cuarto y rodé los ojos al ver sobre la cama una bandeja con mi cocktail de medicinas.

Tome una, otra, otra, así hasta que había terminado con todo el medicamento. No me sentía tan bien, por lo que solo me recosté para descansar un rato. Ese era mi día, llegar de alguna terapia, tomar pastillas, dormir, terapia, comer, pastillas, dormir, ducharme, pastillas, dormir. Asi desde hace 3 meses.

—hey, cariño—me espabilé y ví a mi padre sonreirme—ya llegó la psicóloga.

Me levanté de la cama y camine hasta el despacho, ya estaba María, la psicóloga, bien acomodada en el escritorio de papá.

—gracias por traerla—le dijo a mi padre y él se fue cerrando la puerta—hola de nuevo Selene

No me daba el mismo gusto que a ella. A veces no la soportaba tenerla 5 días a la semana, durante una hora y media y esperar a que no me mandará con otro especialista por si tenía que recetarme algún otro medicamento.

La sesión de hoy fue el como me había ido en este inicio de ciclo, si tenía amigos, como me sentía y casi todas las respuestas no pasaban de 10 palabras. Aún no podía trabajar ser tan borde, pero tampoco tenía el ánimo suficiente para hacerlo.

—bien Selene, hemos terminado por hoy, habla a tus padres para que pueda darles indicaciones—asenti levantándome y yendo a la cocina donde hablaban en voz baja. Ya conocían la rutina por lo que se dirigieron ambos al despacho mientras yo comenzaba a comer.

—no olvides tus medicinas Selene—dijo María antes de salir. Las tomé frente a mi padre y luego de cerciorarse de que las hubiera tragado me acompaño a la cama para dormir un poco.

—¿Cómo te fue hoy?—pregunto mientras acariciaba mi pelo como su terapia.

—aburrido, me encontré a todos, hice más amigos y me invitaron a un antro—le ví y asintío

—debes descansar ahora, te despiertas, te bañas y que te lleven ahí. Regresas temprano.

No le dije más. El sueño se apoderó de mi y me quedé dormida sin soñar nada. Solo oscuridad.

Cuando desperté ya pasaban de las 8, por lo que la ducha y el arreglarme tendrían que ser en tiempo récord.

—te dejaré las pastillas para más tarde—dijo mi padre al verme bajar las escaleras. Solo le dije que si y camine hasta encontrarme con Gómez, que siguió mis indicaciones hasta aquel antro.

La gente fuera del lugar estaba formada casi a más de una cuadra. Se veían ansiosos por entrar y la música podía oírse desde varias manzanas detrás.

—me quedaré por la zona, cuando quiera irse solo me llama señorita Mirbeau—asenti bajando del auto, me acerque a la entrada y di el nombre de Valerio por lo que no tuve que hacer fila ni nada. La gente estaba vuelta loca, bailando, fumando, bebiendo, viviendo la música de ese momento.

Subí a dónde era el área VIP, recibiendo miradas de chicos algo alcoholizados y de chicas que veían con envidia. No me importaba sus miradas, sabía que en efecto me veía fabulosa.

—pero mira la preciosura que está por aquí—mire a Rebe y le sonreí—madre mia hija que estás preciosa. Igual que aquella que viene por ahí—dijo señalando a Nadia que salía del baño, sin su hiyab, presumiendo sus rizos de impacto. Nos acercamos a la barra donde estaba Samuel, notando que cierto grupo estaba al otro lado de la habitación.

—¿Y tú qué? ¿No tienes un chaval por ahí?—negue tomando del vaso con refresco que tenía.

—una historia larga para amargar la noche—vi a Carla y a Christian en una especie de sala dónde tenías vista al resto del antro. Parecían estar en una conversación poco amistosa hasta que el chico se fue de ahí. Carla detrás de él preocupada y llamándole.

Note que Ander estaba hablando con Guzmán hasta que las miradas se cruzaron, la parte conciente de mi decía que debía alejarme de él. Que era lo mejor para todos, pero una parte de mi decía que lo necesitaba, que lo quería. Que los necesitaba más que nunca.

—el churri ese te está echando el ojo que flipas. Anda, ve por él—dijo Rebe empujándome hacia ellos. Valerio se llevo a Guzmán al baño y pareciera que todo el antro se quedó solo para este momento. Caminé hasta él, él hacia mi hasta que tuvimos solo un metro de distancia. No sabía cómo reaccionar, se acercó a mi y a pesar del ruido de fondo parecía como una buena película de romance.

—¿Que quieres Ander?—dije sin saber que decirle

—amarte con las luces apagadas—ese susurro me erizo la piel. No supe cómo reaccionar. Mis defensas se bajaron ante él y asenti mientras me abrazaba sin querer soltarme, ni yo querer hacerlo.

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Es bien bipolar la Lena a poco no, les dejo con esto y nos leemos pronto. Más pronto de lo que creen (bueno, tal vez no)

~Mauren