c a p i t u l o 29

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S E L E N E

La música siguió toda la noche, todos bailamos hasta que nos cansamos, por un momento me olvidé de todo lo que pasaba, ví a Guzmán feliz bailando con Lu, Valerio festejando como debería, Ander bailó conmigo, luego baile con Valerio, con Samuel, con Rebe. No recuerdo en que momento se fue Nadia, no recuerdo bailar con Polo, no recuerdo cuando Carla se fue. De un momento a otro ya estaba bebiendo de la botella junto a Valerio que reía y reía.

Y de pronto, caí en cuenta que las pastillas no debían mezclarse con el alcohol, que desde hace ya 2 meses había empezado una desintoxicación, por lo que no debía siquiera ingerir una gota. Eso fue lo último que recuerdo.

Al día siguiente recuerdo que la cabeza me taladraba, abrí los ojos y me sorprendió estar en mi recamara, mire que en el suelo estaba mi vestido, mis cosas y yo estaba incluso vestida. En la mesa de noche estaban mis medicinas y me maldije un momento.

—Lena se te hace tarde—corri con las pastillas a tirarlas al retrete, además de darme una ducha helada para despertar y tratar de lucir lo mejor posible.

—no llegarás a la primera clase—reprendio mi padre y asenti

—me quedé dormida, no volverá a pasar

—no pasa nada, una vez no está mal. Anoche llegaste muy tarde—mire a Julia y asenti.

—estaba muy bueno el ambiente—me dejaron desayunar en paz, luego me dieron las medicinas y no quería tomarlas, me tendrían nuevamente en modo zombie.

—¿Puedo no tomarlas hoy?—mi padre me miró serio y trate de suplicarlo—el estómago se me revuelve y es mucha medicina, no quiero dormirme en clase.

—tomalas, ahora—las mire y luego ví al resto de la familia pidiendo ayuda, Jose se levantó del comedor y se fue, por la entrada salieron una de las amas de llaves y Gómez de los costados.

—es por tu bien cariño—susurro Julia, cuando quise levantarme me tomaron en la silla impidiendo me mover. Comencé a tratar de safarme, grité y patalee pero no podía. Mi padre me hizo tragar las pastillas, no podía hacer nada.

Cuando volví en si estaba en el auto, mire que estaba fuera de las Encinas pero no había nadie, ví a Gómez pero no me dirigía la mirada.

—llega tarde señorita Mirbeau—asentí, tome mis cosas y me fui de ahí sin más que hacer, sin más que perder.

—¿Cómo estás?—alce la mirada al ver a Ander frente a mi

—bien, estudiando—se sentó junto a mi y suspire—escucha

—dejame hablar primero—asenti y nego—vamos fuera por favor.

Le seguí, estábamos en el puente, viendo el lago, nos quedamos en silencio un rato más, hasta que sentí su mano sobre la mía

—¿Que te pasa? Ayer parecias ser tu misma y hoy... simplemente estás tan distante.

—por su bien y por el mío, es mejor mantenernos lejos. Ayer fue el ambiente el que me hizo comportarme diferente.

—claro que no, Lena algo más te pasa. ¿Sabes lo que pasó después de que te fuiste? ¿Los vacíos que dejaste?

—mira Ander, tu y yo terminamos, no tenemos porque seguir en esta situación y creo que para ambos es mejor.

—¿Y Guzmán?—dijo y le ví, podía soportarlo

—ese es problema de él y mío, no te metas en esto y déjalo cómo está.

—no me voy a rendir. Tu no eres así, no se que te pase o porque tú cambio tan de repente, pero tú no controlas mis sentimientos. Yo te sigo queriendo Lena, te amo. No me pidas que solo lo deje porque no lo haré

—pues vete acostumbrando, porque no cambiaré de parecer—escuche pasos sobre el puente, Azucena nos veía como decidiendo si acercarse o no.

—lamento interrumpir, deberían estar en clase

—ya vamos para allá—dijo Ander pero ella negó

—creo que es bueno que se enteren de una vez—la mire y suspiro—su compañero Christian sufrió anoche un accidente en su motocicleta, está grave en el hospital.

Me quedé callada, no esperaba para nada eso. Mire a Ander y él a mí, nuestra discusión seguiría luego.

—¿Dónde está?—dije porque sabría que tendríamos que ir a verlo.

Tan pronto el resto supo la noticia, Samu y Carla se unieron para al salir de clase ir a visitarlo. Le pedí a Gómez que me llevará, ya arreglaría cuentas con mi padre más tarde.

—¿Nadia? ¿Que ha pasado?—dije al verla en el hospital. Habia otra mujer con su hiyab que supuse era su madre

—mi padre tuvo una especie de derrame. Está bien. Christian le acaban de sacar de quirófano.

Escuché a Carla alejarse para hablar por teléfono, luego nosotros nos tuvimos que quedar en la sala hasta que prácticamente se hizo la noche. El padre de Carla llegó al lugar, al vernos de inmediato se acercó con un poco de molestia en su rostro

—¿Que hacéis aquí? Deberíais ir a descansar

—no nos iremos de aquí hasta saber de Chris. La pregunta es ¿Que hace usted aquí?—dijo Samuel molesto.

—he venido a ofrecer mi ayuda a los padres de Christian, ellos han aceptado. Ahora iré a hablar con él y creo que ya es tarde. Vayan a descansar.

—no nos iremos de aqui—dije está vez yo—aun no es dueño de este hospital, y no nos moveremos de aquí hasta ver con nuestros ojos a nuestro colega, le guste o no.

—yo tampoco me muevo—dijo Carla, que a pesar de que nuestro lazo se destruyó un poco, sabía que me respaldaba.

Detrás de nosotros se unieron Ander y Samuel. El papá de Carla solo se acomodo el saco, se dió la vuelta y se fue con los padres de Chris. Nosotros nos sentamos de nuevo en la sala de espera a que el señor terminara de hablar con Chris.

—¿Suiza?—dijo Samu una vez que vimos al chico. Estaba peor de lo que imaginábamos. Parecía que no iba a volver a caminar, pero generosamente el padre de Carla había aceptado pagarle los mejores médicos y las mejores fisioterapias para que volviera a caminar.

—¿Estás de acuerdo con esto Chris?—me vio y esa mirada, por dentro parecía morirse, sus ojos cristalinos lo delataban. El secreto le estaba matando por dentro. Lo sabía perfectamente.

—creo que es mejor que le dejéis descansar. El pobre chico ya tuvo suficiente. Mañana a primera hora volará a Suiza. Despidanse y déjenlo en paz—sin más se fue del cuarto.

—oye campeón, que cuídame a mi Samu por favor

—yo lo cuido tranqui—respondio Ander. Me vio a mi y me sonrió un poco.

—Miss Francia, si no estuvieras loquita por Ander, andarás tras mis huesos. Cuídate mucho preciosa—asenti y me acerque a dejarle un beso en la mejilla.

—dime si alguien te hizo esto. Dime si fue el papá de Carla—cuando le abrace, su apretón en mi hombro me lo dijo todo. Asentí y me aleje de él—se fuerte, que todo se paga.

Asintió y me fui también yo. Al salir al pasillo la mirada de aquel hombre me hizo helar hasta los huesos, me dió una leve sonrisa y negué caminando para irme de ahí.

—Lena espera—mire a Ander pero luego una mano en mi brazo apretándome con dureza me hizo parar.

—ve al auto—la grave voz de mi padre significaba que habría problemas y muy gordos.

—papa yo...—pero al verme solo guarde silencio, no iba a hacer más grande el problema del que ya era.

—ve al auto—vi a Ander. Quise huir con él, quise ir corriendo a decirle todo. Pero aún no estaba lista. Me solté de mi padre y baje hasta el auto a encerrarme, porque no podía soportar más el verlo y no poder decirle la verdad. La verdad sobre todo.

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Iiiiiiii
¿Que está pasando con todo? ¿Algo que decir?

~Mauren

✨LIGHTS ON-ELITE (Ander) ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora