c a p i t u l o 34

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—¿Lena estás ahí?—abri la puerta del baño y note a Lu fuera como preocupada—honey, Are you okey?—asenti y suspiró—vi que saliste corriendo y...

—estoy bien, solo necesitaba refrescarme—salimos del baño donde fuera había varias personas viéndome, caminé deprisa sin esperar a Lucrecia y solo me detuve cuando ví de frente a Ander en el puente.

—hola—murmure, no me respondió, caminé por su costado intentando no bajarle la mirada, su mano tomo la mía de inmediato y tuve que detenerme.

Mire las mano, luego lo miré a él y me sonrió un poco.

En mi cabeza era un momento que iba a recordar por siempre, no soportaba tener lejos a Ander, no lo quería lejos, odiaba verlo que trataba de seguir adelante pero algo se lo impedía, yo se lo impedía. No debí aparecerme en su vida así como asi. Pero no quería alejarme ahora.

—hola—¿Cómo alguien podía ser tan dulce aún cuando le cause tanto daño?

—Lena—mire a mis espaldas a Carla que pareció arrepentirse de interrumpir el momento—¿Podemos hablar?

—claro—Ander me soltó y solo se giró de nuevo al puente para verlo, yo solo seguí a Carla un par de pasos más por el puente, paramos en un árbol junto al mismo pero no había nadie alrededor.

—tienes que ayudarme—las manos me temblaban, cuando ella las tomo se asustó aún mas—hey, tranquila.

—Carla, tengo bastantes más problemas como para preocuparme por los tuyos

—ya basta de ser la tía borde. Estamos juntos en todo esto

—¿Y que es todo esto?—dije viéndola alzando los brazos—tu no sabes absolutamente nada de lo que he pasado por encubrir en puto asesinato de Marina. Nos hemos jodido los tres y ahora pretenden que todo siga siendo como si nada hubiese pasado

—pero nos tenemos que tener el uno al otro, Samuel está detrás de mi, quiere información

—yo cumplo con quedarme callada y cargar mis mierdas, no me hacen falta más, así que tú también hazlo.

—¿Pasa algo?—mire detrás a Guzmán acercarse y parece ser que se sorprendió al verme un poco—Lena...¿Estás bien?

—tengo que irme—me aleje de ellos, solo caminé lejos de ahí, no podía volver por el puente para no encontrarme a Ander, ni a la escuela a encontrarme a Samuel y ellos.

Camine saliendo de la escuela. Habia no muy lejos un puente, tenia muchos grafitis, sabia que aquí pasaban droga y se veían los que la vendían. Estaba bastante alto, daba a una especie de barranco.  Mire al frente y vi la luz del sol, vi lo azul del cielo, vi aquellos pájaros volar y les tenia envidia, porque ellos si eran libres, no tenían el tipo de preocupaciones que yo tenia, yo tambien queria ser como ellos. El viento en la cara me hizo regresar a la realidad, que yo no era igual, que siempre estaría atada a mi pasado, a mis errores. Me paré en la bardilla y suspire viendo al barranco, ¿Porqué no era tan jodidamente cobarde y solo me dejaba caer? ¿Porqué no podia hacerlo ya mismo y dejar de pensar en toda esta mierda?

—¡Lena!—el grito me sobresalto y solo alce los brazos para mantener el equilibro—¡¿Qué cojones haces!?—le mire y parecia asustado—hey, mirame, no hagas tonterias, ven aca

Suspire bajandome, en otra ocasión tal vez, caminé y cuando estuve frente a Polo solo me abrazó con fuerza. Le recibi de igual forma y senti que temblaba un poco.

—¿En que estabas pensando?—alce los hombros cuando se alejo un poco para verme, analizarme y negar—Lena por favor, dime algo.

—quiero irme Polo, quiero que esto acabe—Polo parecía consternado, no esperaba esa respuesta creo yo. Me dio la mano y comenzamos a caminar, no supe cuanto tiempo hasta que regresamos a las Encinas, ya eran muchas clases que había faltado y lo que tampoco quería eran más problemas.

—¿Segura que estarás bien?—asentí mientras Polo me dejaba en la entrada de salón—Lena mírame—lo hice y me sonrió, al principio del año no quería verle caminando por ahí como si nada, me hacia recordar a Marina, no sabia como estaba tan tranquilo luego de todo esto. Pero ahora que le veia era igual a mi, era el que comprendía lo que es tener verdaderamente un ataque de ansiedad, sentir que el mundo se te cierra, que todos te miren aunque ni siquiera lo hagan y que sientas que te leen la mente, que en cualquier momento te vas a delatar. Ese sentimiento de culpa era lo que hacia doblegarme con él.

—gracias Polo—le abracé y sentí que respiro tranquilo—te veo saliendo de clase—asintio mientras corría para llegar a su salón. Por muy extraño que fuera, me tranquilizo el estar con él, el solo pensar en aquel acantilado me hizo sentir libre, que tal vez era lo que necesitaba, estar al borde del colapso para reaccionar.

Las horas que le siguieron trate de estar concentrada, cuando terminó la clase tomé mis cosas deprisa para poder buscar a Polo antes de irme

—¿Cómo sigues?—dijo cuando lo tuve al frente, le sonreí y asenti—deberias de venir en la noche al antro para despejarte. Te vendria bien.

—no lo sé Polo, no estoy de muchos ánimos, pero que estoy bien—asintio y vi el auto estacionarse—debo irme, gracias Polito

Dejo un beso en la cabellera y me dejó ir, no me siguió, no hizo nada que me hiciera sentir incómoda u obligada a responder, eso me dejó aún más tranquila. Llegamos a casa, comí sola como la mayor parte del tiempo y me quedé en mi cuarto haciendo tareas y trabajos que no eran pocos.

—tu visita al juzgado es mañana,  no quiero que tengas ninguna falla Selene—asenti mientras ni padre entraba a decirme las cosas amablemente, nótese mi sarcasmo.

—ya te dije que estoy bien, solo necesito el medicamento

—no porque la doctora aún no me lo ha recetado, y no puedo llevarte medicada, tienes que controlarte tu sola.

—¿Tu crees que si me ocurre uno de mis malditos ataques voy a estar tranquila? Tu no sabes lo que es eso.

—porque eso lo heredaste de tu madre, ambas igual de locas—me quedé callada, suspiro y camino fuera del cuarto—Julia y yo saldremos a cenar con unos ejecutivos, así que ni se te ocurra salir.

Se fue del cuarto, luego escuché que salieron de la casa y por fin pude llorar, me deje caer en la cama viendo al techo pidiéndole a mi madre que viniera por mi, no lo soportaba más.

Mi miseria fue interrumpida por un mensaje al celular, lo ví y me sorprendió el remitente.

Nadia:"por favor ven al antro, no puedo controlar a Guzman"

"No puedo, tendrás que arreglartelas tu sola Nadia"

Nadia:"vaya amiga resultaste ser"

Suspiré sentándome a ver mis pies, mire mi ropero y negué, no se por que me metía en tantos problemas últimamente.

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Las he tenido abandonadas pero les juro que los proyectos finales no me dejan, me lastiman jajaja. Espero poder recuperar de nuevo el ritmo de la historia.

~Mauren

✨LIGHTS ON-ELITE (Ander) ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora