μ - Explicaciones

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Nicolás:

Después de hablar con Percy, Nico y Annabeth sobre lo de los sueños, me fui a hablar con Manu. El día anterior me había pedido que cuanto antes, le explicara todo, a ver si se convencía.

- Así que se supone que soy hijo de un dios - Manu aún intentaba asimilar la información.

- SOMOS hijos de dioses - no pude evitar imaginarme el himno de la Unión Soviética.

- No se... La verdad, no me cuadra -

- Mira. Has oído todas las historias sobre los dioses griegos, los monstruos y todo eso, ¿Verdad? -

- Sí, Poseidón, Zeus, Hércules, Cerbero, la Hidra... -

- Por favor no los nombres tan a la ligera - Iba a terminar abriendo un hueco hasta el inframundo y sacando a un mogollón de bichos chungos - los nombres tienen poder. Nombrar a los monstruos podría invocarlos, según me han dicho muchos semidioses -

- En caso de que todo fuera en serio... Que se supone que hacemos aquí -

- Este es el Campamento Mestizo. Aquí, los semidioses nos entrenamos. Según Annabeth, nos podemos quedar solo por el verano, o quedarnos a vivir aquí -

El chaval bajó la mirada.

- Que tienes. Acaso hay algo... No sé, si quieres estoy para escuchar -

- Vale... el tipo que me rescató... -

- Era un sátiro posiblemente. Es mitad hombre y mitad... -

- Cabra, sí, he estudiado algo de eso. Bueno, él... Me rescató de un accidente de auto. Me dió a beber una cosa que sabía a tarta de arándano helada. En ese accidente... Bueno... Mis tíos... Mi única familia... Les tomé el pulso... Ellos... -

Mierda... Que mal, Manu ya no tenía familia...

- Lo siento... Bueno... Eso significa una cosa. Si llegaste aquí sin ninguna herida... Ese tipo te dió Néctar, la bebida de los dioses. En pequeñas cantidades, es capaz de curar a los semidioses. Si fueras mortal... Te habrías muerto en segundos -

Manu estudió la situación.

- Tomaré un voto de confianza por esto. En ese caso... Dónde debo dormir -

- En la cabaña de tu padre Hipnos, desde luego -

- como que hay una cabaña de mi padre -

- No te creerás que eres el único. Hay otros tres chicos en la cabaña, pero... Bueno... Creo que cuadras poco con ellos -

- Por qué lo dices -

- Bueno... Su afición y vida es... Dormir -

- UY NO, que dormir no me mola un pelo -

- Bueno Manu, eres una extrañísima excepción... Y por qué no te gusta dormir -

- Según yo, dormir demasiado es una de las peores formas de perder tiempo. Prefiero gastar las 16 horas del día que se supone que paso despierto en otra cosa -

- Vale... -

Le conté todo lo que sabía, y bueno, sobre todo lo que me preguntó que podía responder.

- Entonces... ¿Quién es tu padre o madre? -

- Uff, chaval... Ese asunto es... Difícil -

- Va, ni que tu madre fuera... Yo que se, Artemisa -

- Uno, eso no se puede - conocimiento común, no se podía ser hijo de Artemisa y punto - dos... Es una muy complicada historia -

Le expliqué lo de el pequeño desliz de Cronos y todo eso.

- Tu padre, entonces es un dios qué hasta hace poco no teníamos ni idea de que existía -

- Sip, mi padre es Témpano, dios del hielo, los mares helados, la compasión y la comprensión... Aunque respecto a esos dos últimos... Bueno, él es actualmente un enemigo del Olimpo -

- Y pelearías con él incluso si estuviera decidido a acabar con todo -

- Estoy entre el sí y el no... Muy inclinado al sí -

- Vale... Espero no tener que matarte en caso tal -

- Yo también espero no estar en bandos contrarios. Ahora, te voy a dejar en tú cabaña -

Acompañé a Manu a la cabaña 15 y allí, nos encontramos con una chica.

- Eh... ¿Quién eres? - vamos, preguntar era necesario.

- Soy Karen. Clovis me dijo que me quedara en esta cabaña. Él me puso al día -

- ¿Eres hija de Hipnos? - ahora preguntaba Manu.

- No. Soy hija de Tánatos -

Me despedí rápidamente y salí disparado a hablar con Percy y Annabeth. Según yo, era imposible que la muerte tuviera descendencia.

Bueno, estaba muy equivocado. Percy y Annabeth me contaron todo el rollo. Desde que llegó desmayada en brazos de Argos hasta que su padre la reconoció.

- Y ahora qué - solo a mí se me podía ocurrir una pregunta tan estúpida. Como iba alguien a saber que seguía.

- No lo sé, nadie lo sabe - dijo Annabeth.

- Lo mejor es prepararnos para una guerra. Según todo lo que hemos estado notando... Tu padre... Está moviendo las fichas del tablero -

Me sentí demasiado incómodo. Mi padre estaba en camino a pelear contra el Olimpo... Yo que iba a hacer. Si peleaba en su contra, le estaría traicionando, pero si peleaba a su favor, traicionaría a mis amigos... Que se supone que tenía que hacer.

Pronto el destino me dejaría muy en claro que camino debía escoger.

Percy Jackson y el hijo perdido de CronosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora