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Joel llegó desde muy temprano a invadir mi propiedad. Ni siquiera toca la puerta, utiliza el juego de llaves que tiene de mi casa y entra despreocupado a preparar el desayuno y darle de comer a Shawn.
Me despertó subiéndose encima de mi y gritándome, abrió las cortinas y tiró de las sabanas.
Cuando por fin pudo levantarme de la cama, desayunamos otra vez huevos con jamón ya que es lo único que a Joel le sale bien.

Ahora nos encontrábamos en mi habitación, había prendas de ropa por toda la cama y algunas en el piso. Y no sean mal pensados, Joel y yo somos como hermanos y nos queremos como tal. Aunque es cierto que hubo una época de nuestra adolescencia donde sentíamos que jamás íbamos a tener pareja y tratamos de empezar algo más que una amistad. Pero simplemente no resultó, aunque tuvimos nuestra primera vez juntos. Aunque eso es algo que prometimos guardar como un sucio secreto entre él y yo. Y sinceramente estoy bien con que haya sido con el, fue verdaderamente dulce y puedo decir que mágico.

—Te pondrás este vestido que escogí ayer—me ordenó, ya molesto. Llevábamos una hora discutiendo sobre mi vestuario para la cita de esta noche.

—Me parece algo elegante—puse las manos sobre mi cadera disgustada.—¿No te dijo a donde me llevaría?

—No, así de misterioso es Christopher Vélez—se rió.

—¿Se apellida Vélez?

—Oh si disculpa, no te he dicho casi nada sobre el—Joel palmó la cama para que me sentara a su lado, dejé las cosas que traía en las manos y me senté junto a él.

—Creo que es momento que me digas—dije, nerviosa y a la vez intrigada por conocer un poco más sobre mi cita.

—Se llama Christopher Vélez y tiene veintiséis años, lo conocí en la preparatoria, siempre fue un chico inteligente y aplicado con las tareas. Le gusta el fútbol, creo que está en un equipo del club al que va, toca el piano, le gusta el surf y sube muchas fotografías en la playa. Por cierto, trabaja dando clases de patinaje a los niños en el centro comercial y creo que también da clases de Surf.

—Guau, ¿Hay algo que ese hombre no haga?—le dije, burlona.

—Su trabajo principal es en una galería de Arte, el la administra pues su padre es el dueño. También le gusta cocinar, creo que vi en Facebook que tomó un curso de cocina en Londres, los platillos que publica en su cuenta de Instagram ,uf, se ven exquisitos. En la preparatoria se la pasaba cantando, siempre lo escogían para cantar en el recital del día de las madres y debo decir que canta como los mismísimos ángeles.

—¿No quisieras salir tu con el? Hablas maravillas de Christopher—lo molesté.

—Muy graciosa escoba, de la única persona de la que estoy perdidamente enamorado es de Julie.

—¿Julie la que jamás contestó tus mensajes?—me burlé.

—Es que aún no sabe que responderme, se quedó en shock de que semejante bombón le estuviera hablando.

—Está en shock desde hace dos años entonces.

Joel entrecerró los ojos y me dio un golpe en la cabeza con mis almohadas. Así comenzó una guerra en la que ninguno ganó, ambos quedamos tendidos sobre el colchón jadeando de cansancio.
Me metí a la ducha en lo que Joel terminaba de escoger mi ropa y los accesorios que usaría. En la habitación sonaba música de Shawn Mendes por supuesto y también apuesto a que mi gato esta dormido.
Salí del baño y ya estaba todo acomodado, la ropa ya no estaba en el piso y solo estaba colgado en un mueble un vestido color blanco y unos tacones negros de aguja. Me vestí y llamé a Joel para que me ayudara a decidir mi maquillaje, por supuesto el entró corriendo a comenzar a opinar sobre todo, como el experto en moda que es.
Opté por un maquillaje muy natural, la sombra era color beige con brillos y apliqué una fina línea de delineador negro en el párpado. Me puse un poco de iluminador en los pómulos y en la punta de la nariz, en los labios apliqué el labial favorito de Zabdiel, un tono durazno. Y tomé mi bolso negro donde metí mi cartera, un bálsamo labial y otras cosas que siempre cargaba conmigo.

No Sabía Que Eras Tú #1|C.V.|TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora