C 18

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FINAL

—Christopher vete por favor, a mi si me importa Natalia y quiero arreglar las cosas con ella y si tú estás aquí ella no querrá hacerlo—le suplica Joel.

No escucho alguna respuesta por parte de Christopher, pero de pronto, un sobre blanco comienza a deslizarse por debajo de mi puerta que termina en mis pies.

—Natalia se que lo que te hice es imperdonable pero solo quiero que leas la carta que acabo de dejarte, ahí te explico que fue lo qué pasó, por favor, solo léela—escucho que dice Christopher muy cerca de la puerta, a lo que supongo que sé a pegado a ella para hablar.

Tomo la carta del piso pero no la abro, solo la guardo en alguna maleta al azar.
Espero unos minutos en cuanto escucho que Christopher se va y tomo aire y el valor para abrirle la puerta a Joel.

Decidida giró la perilla y abro, Joel está envuelto en una cobija roja dentro de su auto con la cabeza puesta sobre el volante. En cuanto me ve, sale corriendo del vehículo haciendo que su cobija se caiga al piso y quede en un abrigo largo. Me abraza con fuerza pero yo no correspondo su abrazo aunque me muera por hacerlo.
Quisiera decirle que lo perdono y que se quede conmigo para siempre, pero simplemente no puedo.
El dolor que me ha causado ahora mismo es más grande que nuestra amistad. Espero que algún día pueda perdonarlo y volver a ser los mismos amigos que alguna vez fuimos.

—Solo salí a encararte por la amistad que alguna vez tuvimos.—le digo de la manera más fría que puedo.

—Natalia perdóname por favor, fui el imbécil más grande del mundo, yo solo quería que conocieras a alguien y dejaras de pensar en Zabdiel—comienza a explicarse pero yo solo escucho que me mintió y me traicionó.

—¿Y no pensaste en que todo iba a ser mentira en cuanto notaste que me estaba enamorando? ¿No pensaste en cómo iba a terminar esto si yo seguía saliendo con el? Ni por la mente se te cruzó lo asqueroso que era tenerme engañada viviendo a la casita feliz mientras Christopher se estaba comprometiendo con otra mujer—conforme voy hablando siento como si el aire me faltara, las lagrimas comienzan a acumularse en mis ojos y me duele el pecho—Según tu estabas ayudando a que saliera de mi depresión por Zabdiel, pero solo jodiste más las cosas y me hiciste un daño más grande.

—¡Natalia lo se, lo se! y de verdad traté de decírtelo pero es que te veía tan feliz y no quería lastimarte—balbucea.

—¡¡Joel es que no entiendes nada!! Ni siquiera tenías que armarme una cita con alguien que ya tenía pareja y Christopher es el idiota más grande por aceptar—le gritó furiosa.

Joel comienza a llorar y se arrodilla frente a mi, comienzo a ponerme nerviosa al verlo tan afectado, pero se merece sentirse una mierda.

—Perdóname Natalia, te lo ruego, me arrepiento muchísimo y... por favor, tú sabes cuánto te amo y lo importante que eres para mi, por favor perdóname—dice entre sollozos.

—Joel me voy a ir del país, para no verte a ti y a Christopher, déjenme en paz de una buena vez, aléjense de mi y si me amaras tanto como dices, no me hubieras echo esto—le digo y me dispongo a entrar a mi casa.

—¡¡Natalia no te puedes ir!! ¿A donde te vas?

Lo ignoro y entro a mi casa, le pongo el seguro a la puerta y Joel comienza a tocarla desesperado. Me voy a mi habitación y me visto para salir al aeropuerto en unos minutos. Termino de guardar las últimas cosas en mis maletas y vuelvo a salir a la calle.

—Me tengo que ir Joel y tú no lo vas a impedir.

—Yo te entiendo y respeto tu decisión, hasta puedo llevarte al aeropuerto pero por favor no termines esta amistad de tantos años—me mira suplicante.

Miro el reloj en mi muñeca, se me está haciendo tarde. Acepto que Joel me lleve pero ya no le dirijo la palabra.

Joel me ayuda a subir mis maletas y al final, la transportadora de Shawn. Puedo ver como suelta algunos sollozos o se limpia la nariz con un pañuelo en varias ocasiones.
Nos subimos al auto y nadie dice nada en todo el trayecto al aeropuerto. Me duele verlo así, pero más me duele lo que me hizo.
Cuando llegamos, soy rápida en querer salir del auto e irme muy lejos. Pero Joel me detiene poniendo su mano en mi brazo.

—¿A donde te iras? Necesito saber que vas a estar bien—me dice.

—No te puedo decir, no ahora—niego con la cabeza—Solo necesito estar sola y pensar con calma todo esto, me conozco y sé que terminaré perdonándote pero no sé cuándo será eso. Déjame ir Joel, te prometo que regresaré contigo en algún momento.

Joel comienza a llorar nuevamente y yo también. Él sale del auto y va hasta a mi para abrazarme nuevamente. Necesito tanto un abrazo que no me niego, lo aprieto contra mi y lo abrazo muy fuerte, porque no sé cuando nos volveremos a ver.

—Te amo Natalia y no me voy a cansar de pedirte perdón porque tú vales cada uno de esos perdones y aunque ahora mismo me odies y no quieras verme por favor no quiero que se te cruce por la mente que yo jamás te quise y que no me importaba nuestra amistad, porque todo esto ocurrió porque te amo y quería verte feliz otra vez.

No le digo nada y comienzo a caminar al aeropuerto con Shawn y mis maletas, dejando atrás todo el sufrimiento que llevo cargando desde anoche.
Le doy una última mirada a Joel, que me da una sonrisa temblorosa y después agacha la mirada y comienza a llorar muy fuerte. Me vuelvo a enfocar en mi decisión y entro.

Entrego mis maletas y me dicen que Shawn puede viajar conmigo en el asiento, así que lo agradezco.
Paso alrededor de una hora sentada en la sala de espera esperando que anuncien mi vuelo. Y por un momento deseo que Christopher llegue y me pida que no me vaya así como pasa en las telenovelas que ve mi abuela en México.
Pero aquí estábamos en Manhattan y esto no era una telenovela, así que Christopher nunca llegó.

—Pasajeros del vuelo 23-11 a Roma, favor de abordar por la puerta C—llaman por los altavoces de la sala.

Y siento que esta escena ya la he vivido. Porque hace casi un año atrás me encontraba en esta misma sala, llorando también. La diferencia es que en ese entonces Zabdiel era el que se iba a Italia, en esta ocasión soy yo.

No Sabía Que Eras Tú #1|C.V.|TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora