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Durante el camino me miro en el espejo del auto revisando que mi corto cabello esté en orden. Casi siempre lo dejo suelto, pero esta vez decidí por un moño a la altura de la nuca.
Utilicé un pinta labios rojo no sin antes aplicar hidratante. Joel me colocó unos aretes con una forma extraña pero no dije nada, me recalcó que yo no sé vestirme y si no fuera por el, parecería una abuela amargada.
Llevo puesto un vestido azul marino con cuello en V, en la pierna izquierda tiene una larga apertura dejando al descubierto mi piel. Y mis zapatos son de igual color.

Llegamos a Praxis, la galería de la familia de Chris y se puede ver la gente llegando. Todos visten muy elegantes y hay algunos ya adentro con copas de lo que supongo es champaña.

 Todos visten muy elegantes y hay algunos ya adentro con copas de lo que supongo es champaña

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Joel me abre la puerta del auto y entrelazamos nuestros brazos. Caminamos con elegancia queriendo parecernos a la gente estirada que se encuentra aquí.
Mi mejor amigo viste una camisa azul a juego con mi vestido y un pantalón negro de vestir.

—¿Por qué te pusiste una boina?—me rio al ver su cabeza, Joel jamás usaba boinas, de vez en cuando gorras. Pero se veía bien.

—Es para verme inteligente—acomoda su cabello por debajo de su boina y alza una ceja.

—No necesitas nada para verte inteligente, siempre estás guapísimo y luces genial—le digo, dejo un beso en su mejilla y Joel sonríe.

Nos adentramos en la galería, hay un señor recogiendo los abrigos justo en la puerta. Ambos le entregamos el nuestro, pero antes de avanzar, Joel se detiene en un espejo.

—Soy guapísimo—dice, haciendo caras extrañas frente al cristal.

—Que vergüenza Joel, camina ya—le digo, jalándolo del brazo haciéndolo caminar lejos de ahí.

Un mesero pasa por nuestro lado con una charola llena de canapés y bebidas.
Joel y yo nos damos una mirada cómplice y tomamos un montón de comida. Parecemos dos jóvenes hambrientos devorándonos los pequeños panecillos untados con queso crema y una rebanada de salmón.
Joel bebé de su copa y suelta un gemido de satisfacción, yo me burlo de la situación. La gente nos ve extraño, pero no me importa.
Puedo reconocer a Christopher a unos cuantos metros de nosotros. Mis piernas tiemblan como gelatina y casi puedo llegar a babear al verlo.
Viste completamente de negro, su saco, la camisa, el pantalón y los zapatos. Su cabello castaño está perfectamente peinado hacia un lado y se ve extremadamente guapo explicando algo sobre el cuadro que tiene frente a él a un par de personas.

De todas las obras que había aquí, sin duda Christopher era la más hermosa.

—Mira ahí está Chris, vayamos a saludarlo—le digo a mi amigo. Joel suelta la copa en una mesita y se limpia las migajas de comida de la boca.

Nos acercamos a él y ahora puedo escuchar que está hablando sobre las piezas que están en exhibición. El señor y la señora que están ahí lo escuchan atentos.
Toco su hombro y Chris se da media vuelta. Me mira asustado en lugar de alegrarse por tenerme aquí.

No Sabía Que Eras Tú #1|C.V.|TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora