C 14

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—Joel... ¿Qué te ocurrió?—tapo mi boca con la mano en señal de sorpresa. Joel limpia el hilo de sangre que desciende hasta sus labios.

—Es una larga historia—suspira, veo la tristeza en sus ojos. Tiene también los nudillos rojos.

—Vayamos dentro—le digo, mientras lo ayudo a levantarse del asfalto.

Christopher me ayuda a abrir la puerta y entramos a la casa. Me siento como una madre preocupada, se me revuelve el estómago de ver a Joel tan herido.
Lo ayudo a sentarse en el sofá, me apresuro a prepararle un té de limón y busco algún bote de alcohol y algodones para curarle las heridas.

—¿Quién te hizo eso?—le pregunta Christopher, mientras se pone en cuclillas frente a él y comienza a pasarle un algodón húmedo por el rostro.

Joel suspira con pesadez y después de un breve momento en silencio, se decide a hablar.

—La secretaria de mi jefe tiene un ex novio violento—hace una mueca de dolor cuando Chris presiona su pómulo—El tipo la acosa y no la deja en paz, me cansé de ver lo que le hacía y me metí a defenderla.

—What! ¿La chica ya puso una denuncia?—le pregunto. Estoy muy sorprendida, y orgullosa de lo adorable que es Joel.

—No, tiene miedo. El bastardo tiene influencias y hará lo que sea para que la denuncia no proceda, o eso fue lo que le dijo.—dice, cabizbajo.

Christopher mira el reloj de su muñeca y suspira.

—Me tengo que ir chicos, Joel—lo mira—cuentas conmigo para lo que necesiten, si ese imbécil tiene influencias, pues yo tengo mas—dice Christopher molesto.

Joel le sonríe hasta donde el dolor le permite. Chris sale de casa y voy detrás de él.

—Cuentan conmigo, mi amor—me dice. Asiento y le doy un corto beso en los labios.

—Pronto va a ser tu cumpleaños—le digo, con voz melosa—Me encantaría hacerte una pequeña fiesta.

—No hace falta, tengo planes—contesta.

Hago una mueca involuntaria al escucharlo. Bueno, supongo que querrá pasarlo con su familia.

—Planes que te involucran amor mío, nos vamos a París.—dice con entusiasmo, mientras me alza en el aire y me da vueltas soltando gritos de emoción.

—¿Qué?—pregunto incrédula. Quizás había escuchado mal.

—Tengo que ir a cerrar un negocio y quiero aprovechar para pasar mi cumpleaños y eres tú a la única persona que necesito conmigo en este viaje.—Christopher me toma de las manos y me sonríe mientras me dice aquellas palabras tan dulces.

—Cuenta conmigo—le digo. Acuno sus mejillas con las palmas de mis manos.

—Deberías entrar a casa ya, Joel te necesita y está haciendo mucho frío.

Asiento. Nos despedimos con un beso y lo veo marcharse en su auto.

Entro a casa titiritando de frío, en Nueva York especialmente a finales y principio de año, el clima es demasiado frío, y cae muchísima nieve.
Miro a Joel con la cabeza baja sentado en el sofá donde lo dejamos antes de salir. Se que dentro de esa cabeza están pasando miles de cosas, lo conozco tan bien que se que lo que ha dicho no ha sido la historia completa.

—¿Ya me vas a decir lo que realmente pasa?—le digo, con las manos puestas sobre la cintura.

Joel me da un intento de sonrisa y suspira, palmea el espacio de al lado en el sillón para que me siente.

No Sabía Que Eras Tú #1|C.V.|TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora