Volvía a ser de noche. Todos los hechiceros habían acampado delante de las Rocas del Sol. Al día siguiente, al alba, formarían el poderoso ejército que, guiado por el prodigioso olfato de Inuyasha, se dirigiría al castillo de Naraku.
Cuando Inuyasha, Kagome, Yukiko, Rikku y Nincada llegaron otra vez con Miroku, Sango y Shippo, les explicaron la conferencia mientras cenaban rodeando una hoguera.
Ahora era casi medianoche. Rikku había ido a dar una vuelta para estar sola, como siempre. Yukiko y Sango hablaban animadamente, igual que Miroku y Nincada. Shippo lamía una piruleta, intentando entender la conversación entre los dos hombres.
Kagome se encontraba andando por el bosque, buscando a Inuyasha. Lo encontró en un prado abierto, practicando con Colmillo Perforacero.
- Hacía tiempo que no te veía practicar con la espada, rubino- le dijo a modo de saludo.
- Hola, Kagome, yo también te quiero- ironizó mientras lanzaba la herida del viento, que impactó en una roca.
La chica se rió mientras aplaudía al ver como la roca era rota en mil pedazos. El mediodemonio se acercó a ella y la besó sin que se lo esperara. Ésta le correspondió, rodeándole el cuello con los brazos. Al separarse, Inuyasha sonrió y se alejó un poco de ella, volviendo a concentrarse en la katana.
- Qué te estás dedicando a hacer, aparte de destrozar cosas?- Kagome bostezó y se sentó encima de un tronco caído.
- Nada, simplemente probaba… mira.
El híbrido se concentró durante unos instantes y volvió a lanzar la herida del viento. Esta vez no fue como siempre: grandes llamaradas acompañaron a los destellos afilados y amarillos, dejando rastros de ceniza en los grandes surcos que habían quedado marcados en el suelo, como las garras de un demonio.
- Uau!- exclamó Kagome, aplaudiendo de nuevo- has combinado tus poderes de fuego con la herida del viento! Qué pasada!
El mediodemonio envainó la espada, sin poder evitar acariciar el mango de ésta al hacerlo: después de Kagome, Colmillo Perforacero era como una persona importantísima para él. Se dirigió hacia la chica y se sentó a su lado, encima del tronco. Ella se acomodó en su pecho y él la abrazó.
-Tú también deberías probarlo- le propuso a la zafira.
- El qué?
- Intentar combinar tus poderes acuáticos con tus flechas.
- Por ejemplo?
- No sé… podrías lanzar una flecha purificadora que a la vez pudiera congelar.
- Es una buena idea.
- Aunque eso es algo que puedes hacer en otra ocasión- el híbrido empezó a besarle el cuello mientras le acariciaba las piernas.
-Inuyasha, estamos en medio de un bosque con cuarenta personas que podrían oírnos.
- Y?
- Pues que encima, la gran mayoría de ellas pueden oírnos el pensamiento.
- Y?
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Algo Más Que Una Sacerdotisa
FanfictionTodos sabemos que Kagome tiene poderes sagrados pero... y si fuera aun más poderosa? Nuevos personajes darán un giro a la historia