Después de unos cuántos días, José Luís la vino a buscar para ir por fin a lo de su cita/inspección de la zona, fue un poco raro el encuentro, nunca antes se habían visto tan informales, el siempre luciendo sus tan impecables trajes, ella vestidos finos, maquillaje perfecto al igual que el cabello, sin mencionar las joyas, después de montarse a la camioneta que por cierto el conducía, no había chofer o guardias cerca, aquello la desequilibro un poco pues esto era una situación nueva por así decirlo.
No tardaron demasiado en llegar hasta el muelle, al principio se sintió un tanto incómoda además de perturbada, ese lugar no tenía recuerdos agradables pero no podía darse el lujo de huir ahora, debía descubrir la ubicación menos sospechosa para el bote, la mayoría de los que estaban ahora mismo anclados en el muelle, eran botes pesqueros, podría agarrarse de eso, nadie sospecharia de un humilde pescador que justo se encontraría en el "momento equivocado".
José Luís la llevó hasta el yate que se encontraba esperándolos, claro que esté si albergaba a dos personas, el capitán y el que se encargaba de la comida, Navarrete abordó primero, acto seguido le extendió la mano con la intención de ayudarla a subir, intención que la Doña se dio el gusto de rechazar, luego de empujarlo levemente por el pecho se dio paso en la cubierta examinandola, dando unos cuántos pasos hasta llegar a la baranda dónde se dedica a observar el oleaje.
- De las cosas que más me atraen de ti -- sonríe -- Es lo agresiva que eres
- Imaginó el por qué -- asiente -- Entonces, pensaste algún sitio? -- se gira
- Tengo algunos -- va a ella -- Pero primero aceptame una copa, quieres?
- Bueno, mi parte del trato es que tengamos una cita -- da de hombros -- Aceptó la copa
- Capitán! Podemos ponernos en marcha! -- va por la botella
Ya con la copa en mano se ponen a discutir sobre cómo abordarian el asunto de su muerte, debían prever cualquier contratiempo pues nada podía dejar un cabo suelto, después de todo se haría una investigación, muchas personas estaban interesadas en arruinarla por lo que no sería un caso que al final terminaría olvidándose, además de eso estaba el rencor de Karen hacía ella, sería la primera en evitar el cierre, por esa razón el plan no se tomaría a la ligera.
También estaba el asunto de la empresa, no era un secreto que José Luís siempre anhelo ser parte de sus socios pero existían varios factores por el cuál ella nunca aceptó, el primero: no tenía mucha visión para los negocios, segundo: siempre buscaba el camino fácil, aunque eso significará poner en riesgo a muchas personas y bajar la credibilidad de su empresa, sólo para pagar menos, tercero: tenía fama de Don Juan, a pesar de tener esposa y claro dos hijos, era el típico hombre la verdad.
Pero sólo lo tenía a el ahora mismo, aunque José Luís pareciera un desgraciado sinvergüenza, era comprometido, antes ya habían hecho algunos negocios con el tema del lavado de dinero, se vieron varias veces en fiestas, eventos sociales, reuniones empresariales y ese tipo de cosas. El hombre no estaba feo, se notaba el tiempo que invertía en su cuerpo, a pesar de su odio al sexo opuesto, ciega no estaba, el se hacía notar utilizando esos trajes que parecían haberse confeccionado perfectamente para el nada más.
Lo que más le parecía atrayente en el era aquella vibra de maldad, a siemple vista no la notarías pero ella era muy buena en esas cosas, José Luís se le parecía un poco, no tenía miedo a nada, si trataban de hundirlo el daría guerra, era un hombre sin escrúpulos es verdad pero sólo con ciertas situaciones, cómo si tuviera varias versiones en el, eso le gustaba, nunca iba a terminar aburrida con el, en cualquier momento podría molestarlo tanto cómo para que dejará relucir aquel instinto bruto en el, ahora mismo estaba algo sorprendida, nunca había visto esté lado de el, ayudarla? Y sólo por una cita? Aquí debía de existir algo más, pero que?
- Nunca pensaste en mudarte para alguna playa? -- se recarga en el barandal -- Este escenario te resulta muy bien -- le da un sorbo a su copa
- Me gusta la tranquilidad -- asiente -- Pero sólo por un tiempo -- se gira un poco para verlo -- El alboroto de la ciudad es algo excitante
- Y para dónde irás entonces? Digo vas a morir -- da de hombros -- Cuál será tu limbo o paraíso
- Mi limbo será París -- vuelve la vista al mar -- Tengo unos negocios pendientes por allá y bueno el paraíso, aún no lo sé
- O sólo no me lo quieres decir -- se acerca a ella -- Temes que te vaya a buscar? -- hace a un lado su rubio cabello para dejar al descubierto su cuello y hombros
- No -- mueve su copa -- Pero si me descubren por culpa tuya, te mataré -- se inclina un poco logrando que se viera algo de su traje de baño -- No eres alguien que consiga tener un perfil bajo
- Mira quién lo dice! -- baja la mirada a su trasero -- Si yo no puedo, tú menos
- Al contrario -- sonríe -- Sabías que siempre se sospecha de los varones primero? -- se endereza -- La mujer siempre queda cómo el sexo débil -- queda frente a el -- Creen que no tenemos la capacidad de pensar -- desabotona los primeros botones de la camisa de Luís -- Puedo arreglarme todo lo que quiera pero sólo van a pensar que soy alguna esposa de un hombre poderoso -- se acerca a su boca -- O la amante bien pagada
- Ah si? -- levanta su vestido para poder hacer contacto con su piel
- En cambió cuándo ven a un hombre bien vestido -- coloca los brazos alrededor de sus hombros -- Piensan en alguien importante, un reloj caro en la muñeca derecha -- sonríe -- En el bolsillo del saco un pañuelo de marca y claro zapatos impecables
- Puede ser -- concuerda robandole un beso rápido -- Quieres comer? -- se separa de ella -- Así busco al muchacho
- Bien -- camina a la cubierta -- Quién lo entiende!? -- niega tomando de su copa
El resto del día trató en buscar el mejor sitio, lo cuál no fue muy difícil, ahora sólo faltaba descubrir si Altagracia lograría llegar hasta el bote, pasaron una tarde agradable la verdad, descubrió algunas cosas sobre sus hijos, el mayor se llamaba Lucho, tenía 9 años, a su corta edad era ya todo un galán, era de esperarse, tenía de ejemplo a su papá no? El más chiquito había cumplido los 4 años, la edad de la inocencia no? Se llamaba Gael cómo el abuelo, su mujer pues era insoportable, con esa palabra podías definirla muy bien, sólo seguían juntos porque el no quería dejarle la mitad de sus cosas, por lo demás ya la hubiera dejado a cargo de los papás, pues era bastante inestable.
José Luís por su parte escuchó lo poco que Altagracia quiso contarle de su pasado, no había admitido las muertes, pero si que ellos habían sido los que la violaron y que estaba bastante contenta de saber que ahora andaban desaparecidos, con lo de Rafael aclaró que el vídeo no estaba completo pero tampoco tenía remordimiento, el quiso hacerle daño primero, ni siquiera era la primera vez y por encima de todo es el padre de Mónica. Después de dejar aquel tema atrás, se regresaron al muelle estaba por oscurecer, el debía de regresarse a casa pronto, la dejó en la puerta de la casa de sus padres, advirtiendole que pronto lo tendría por ahí de nuevo para seguir con el plan.
Vayan contandome en los comentarios que les esta pareciendo🤭