Capítulo 57. Aquí Estoy

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- Le queda bastante espacio -- estira el plano sobre la mesa -- Cuando vaya creciendo podemos comprarle algún juego para que lo tenga en su cuarto

- Pues si -- concuerda Antonia -- Me pareció un lindo gesto que José Luís le trajera un cachorro a Juli -- comenta

- Bueno tuvo que ganarse su perdón -- ríe -- A mi me toco darle una hermanita

- Siempre se sale con la suya -- ríe

- Pues si -- se sienta -- Intento todos los días tratar de corregir eso pero su papá es igual así que ya mejor me rindo

- Con que consigas hacer que piense las cosas -- va a la cocina por un pedazo de pastel -- Considera que cumpliste con tu misión cómo madre!

- Juli es muy astuta -- se recarga en la silla observando los catálogos

- Eso no te lo niego -- aparece con dos platos -- Menos mal lo heredó de ti -- vuelve a sentarse -- Quieres pastel?

- Lucho y Gael son astutos también -- la ve

- Son despistados igual al padre -- niega -- Hacen el desmadre y ni cuenta se dan hasta que les dices, ahora Lucho es menos desastroso que Gael

- Eso si lo note -- ríe aceptando el pastel -- Pero creo que se debe a la diferencia de edad nada más

- Pues si -- concuerda -- Espero que no salgan clavados al papá, pobrecitas de sus futuras novias

- Ellos son tiernos -- sonríe -- Nada que ver con el papá

- José Luís es tan tonto que te da ternura -- la señala con la cuchara -- No lo puedes negar, tú lo amas así... -- piensa un mejor modo para decir las cosas -- Todo idiota

- No te lo puedo negar -- asiente concordando -- Así vestido de princesa y todo me gusta -- lo señala en el jardín

- Logro que se ponga el vestido? -- se gira -- Ay pero que tiernos! -- se suelta riendo

- Juli puede todo -- da de hombros -- Seguro le hizo su carita de tristeza y el cayó redondito




Ambas continúan charlando en lo que miran los muebles para el cuarto de Sofí, que estaba contenta por el pastel de chocolate que Magda preparó hace rato, José Luís y Juli tuvieron que entrar a la casa después de media hora ya que el cielo se tornó gris, una tormenta se venía y de las fuertes al parecer, cerraron la puerta corrediza de la sala que daba al jardín, entonces llego el momento de despedirse, le tocaba llevar a Doña Antonia hasta su casa para después el ir a la suya, de todos modos le dijo a Altagracia que podía marcarle por cualquier cosa, sabía lo que le causaba este tipo de clima dijo que podía quedarse pero cómo ella le aseguró que estaría bien pues se marcho, para distraerse continúo enseñandole los muebles a Juli, más al rato las dos jugaban con el cachorro que por el tipo de piso se resbalaba todo el tiempo.




- Se ve chistoso mami -- ríe

- Pronto va acostumbrarse -- le sonríe -- Bueno supongo que se va a dormir contigo hoy verdad?

- Sip -- lo carga -- Puedo? No lo puedo mandar fuera mami, se va a enfermar

- Bueno pero vamos a prepararle sus cosas -- asiente -- Tú papá le compró de esas toallas entrenadoras para que vaya al baño, eso si, tú vas a limpiar

- Ya dije que si mami -- lo llena de besos

- Nada más me aseguro -- toma las cosas -- Vamos, luego te vas a duchar




Prepararon el rincón que sería del cachorro, todavía no tenía nombre pues Juli no se decidía, mientras ella se duchaba Altagracia cuidaba de el, para ser sinceras adoraba esa raza, era de esos cachorritos chiquitos, con los pelos alborotados bien bonito, José Luís dio en el clavo, estaría más contenta si afuera no se acercará una tormenta, todavía ni empezaba y ella ya estaba ansiosa, para la hora de la cena comió sólo lo suficiente, sentía un nudo en el estómago cada que veía un rayo iluminar el cielo, no había ruido aún pero no tardaría tanto en aparecer, Magda noto el cambio en su comportamiento pero mucho no podía hacer, le ofreció un té de Tilo que ella acepto antes de ir con Juli para que se acostara, el cachorro obviamente se durmió con ella pero para evitar accidentes Altagracia lo bajo de la cama cuando su princesa quedo profundamente dormida, luego le toco abandonar al cuarto cuando el primer trueno apareció.

12:30 de la noche la tormenta seguía fuerte cómo a las 9:30, ya había intentado de todo, deambulo por la casa con las manos sobre su pecho en un intento de recordar que no podía ceder ante aquel temor por la bebé, no llamó a José Luís porque ni siquiera podría hablar, ya antes había pasado por esto sola podía hacerlo de nuevo, bueno eso creía hasta que escuchaba otro trueno, lo que ella no sabía es que el literalmente se estaba viniendo en coche hasta allá, sólo que algo lento pues las calles estaban muy mojadas, con ayuda de Juli consiguió duplicar las llaves de la casa, por ser el, le abrirían sin preguntar el portón, llego justo cuando la tormenta se hizo más fuerte, dejo sus zapatos en la entrada para no ensuciar el piso, quería verla pero mañana se ganaría una puteada de aquellas si dejaba marcas por todas partes, subió las escaleras de dos en dos, checo a Juli por unos segundos antes de entrar al cuarto de Altagracia.




- Ya va a pasar -- susurra en la oscuridad

- Por qué no prendiste la luz? -- la enciende

- Quieres que me dé un infarto! -- le tira una almohada

- Perdón! -- ríe subiendo a la cama trayendose con el la almohada

- Que haces aquí? -- toma aire

- Vine a cuidarte -- se acerca -- Eres muy orgullosa a veces, se lo mucho que te asustan las tormentas -- la abraza -- Así que aquí me tienes

- No me asustan -- se agarra de su camisa -- Me dan terror! Las odio!

- Casi puedo escuchar tu corazón -- soba su espalda -- Trata de calmarte, estoy aquí y no voy a dejar que nada te pase

- Sofí está inquieta -- susurra

- Sofí? -- sonríe

- Juli le puso ese nombre -- se muerde el labio

- Esta lindo -- se acomoda -- Mi camisa esta mojada, me dejas quitármela? No quiero que nos enfermemos

- Si -- lo suelta -- No fue muy buena idea escoger este cuarto, veo caer los rayos -- niega

- Pondremos cortinas -- ríe mientras se quita casi toda la ropa -- Ahora si, ven para acá, cuidaré de ti y de Sofí

- No te molesta que ya le pusimos nombre? -- acuesta la cabeza en su pecho

- Claro que no -- la cobija -- Yo no pensé en ninguno la verdad y Sofí no está nada mal

- Siento que vomitare mi corazón en cualquier momento -- respira hondo

- Si te sientes mal puedo llevarte al hospital -- avisa -- Tú nada más dime y te cargo

- Me van a llenar de drogas -- niega abrazándolo al escuchar un trueno -- Estaré toda estúpida mañana y no podré cuidar de Juli

- Pero si eso te ayuda no es la mejor opción? -- la mima

- No quiero estar drogada -- cierra los ojos -- Ya va a pasar -- susurra -- Ya va a pasar



Wenas

Ni Un Sólo Beso Más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora