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Tamaki odiaba la lluvia para ser mas especifico los rayos, le recordaba a algún regaño o a los gritos de sus padres al pelear.

Sonaban fuerte y se tardaban en callar, lo único que podía hacer el era cubrirse la cara con las sábanas y contar hasta diez como le había dicho nighteye que hiciera si tenía algún ataque de pánico.

1...2...3...4...5...6...7...8...9...10

No funcionaba los rayos seguían cayendo y asustando a Tamaki, haciéndolo llorara, se abrazo a su mismo y sollozo en las vendas sobre sus brazos, no tenía control sobre sus emociones cualquier persona o cosa podía llegar y destrozarlo, era débil, era débil, que podía hacer, todo le hacía daño de alguna manera.

Se abrazo y lloro lloro como siempre lo hacía lloro porque era lo único que sentía que podía hacer bien, que podía hacer sin ser criticado o sin ser expuesto. Llorar era algo que se había negado por tanto tiempo que en estos momentos de su vida era demasiado importante para dejar de hacerlo.

A veces se quería morir, a veces se arrepentía que su intento de suicidio haya fallado, extrañaba a su madre, pero sabía que ella no merecía un hijo que se quisiéra quitar la vida cada cuando, ella no merece el dolor que sintió por tener que llevarlo ahí, no quería causarle dolor... a nadie.

No quera meterse en las vidas de los otros, no sabía cuánto tiempo podría seguir en este mundo, si sería mucho o si sería poco, pero quería que la gente fuera feliz, quería que la gente sonreirá, sonreirá por el. Mirio era eso, era la sonrisa que Tamaki ya solo la existía en fotografías antiguas.

Mirio era una luz... un sol, que decidió alumbrar su vida desde hace unas semanas, que decidió intentar hacer que la luz fuera a su vida, pero habían tantas cosas, con las que Mirio no podía liderar para que Tamaki fuera cien por ciento libre.

"Nadie se cura de la noche a la mañana, los pacientes con trastorno podrán vivir la vida más plena que su trastorno los deje"

Era verdad, Tamaki jamás podría hacer las cosas que la gente consideraba normal, no podría viajar sin alguien con el, no podría vivir solo, no podría hacer ciertas actividades.

Jamás estaría solo, lo cual no es malo,pero Tamaki no quería que alguien estuviera con el para evitar que hiciera una tontería, quería que alguien estuviera con el porque deseaba eso.

A veces deseaba casarse, formar una familia, pero a la vez eso era su peor pesadilla...

Que tal si su primogénito salia con su trastorno o con más?

Que tal su era su culpa que aquel hombre con el que se casara viviera teniando que cargar con el toda su vida?

Que tal si su familia no era feliz?

Las lágrimas caían como cascadas for sus mejillas, quería gritar quería gritar por ayuda quería gritar porque alguien estuviera con el, estuviera a su lado en ese momento, quería...

- Mirio...

Mirio estaba ahí en la puerta totalmente pálido y con los ojos rojos, estaba despierto y asustado.

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Creo que esta bien por ahora la historia :)
Gracias por seguir leyendola!!

Hackensack [MiriTama] ¡CANCELADA! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora