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flores...sirven para todo, reencuentros, despedidas,disculpas,regalos,entre muchas cosas. Es sorprendente lo mucho que puedes expresar con flores, esas hermosas plantas que parecen brillar con el sol, parece que son el mismo arcoiris, se mantiene vivas aun cuando las cortan, se mantiene vivas aun si construyen una ciudad sobre ellas, son fuertes, son de admiración. Tamaki nunca había recibido flores, ni en su graduación, ni en su cumpleaños, nunca las había recibido y tampoco esta vez aquellos lirios blancos eran para alguien mas, pero todos los pacientes de la clínica se detenían para verlos, aun que toda la clínica era blanca aquellas flores resaltaban, un gran ramo, Tamaki las veía y notaba que aun estaban húmedas, las pequeñas gotas aun bajaban por los pétalos de estas.

La ultima vez que Tamaki había visto flores fue hace mucho tiempo en el funeral de alguno de sus parientes lejanos, realmente aquel recuerdo ea algo borroso para el, no fue hace tanto pero su mente prefería olvidar varias cosas sobre su vida.

Nejire las tenia sobre su escrito pero aseguraba que no eran suyas, eran para una señora que se quedaba ahí de parte de su hijo pero esta aun no despertaba así que las estaba cuidando. La gente que pasaba las veía y peguntaba si podían tomar alguna, hasta que llegó la señora una hermosa mujer de pelo blanco como la nieve, delgada y con la mirada perdida. Rei Todoroki, tomó la nota y sonrió mientras se acercaba una a la nariz y la olía de una la manera mas gentil posible, como si la flor fuera de cristal.

la mujer volteo a ver a Nejire y sonrió.

- son de parte de Shoto? - pregunto la mujer a lo que la chica asintió mientras las repartía entre los que pasaban. Nejire y Tamaki sorprendidos de la gran bondad de esta mujer la observaron hasta que se fue. al instante llego Mirio con uno de los lirios en su mano, se acercó animadamente a sus amigos.

- Buenos días - dijo alegremente, jugueteando con la flor - es un lindo detalle de parte de Shoto, no lo creen?

Tamaki asiento, aun no se acostumbraba a la compañía de Mirio, aun que cuando estaban solos en verdad hablan tal vez era la gente lo que lo alteraba. Porque con Mirio, Tamaki era Tamaki pero un poco menos tímido, menos deprimente, era como si Mirio le pudiera transmitir buenas vibras.

Tal vez suene tonto pero desde el día de los columpios se habían vuelto más cercanos, Mirio y Tamaki hablaban entre comidas o a veces en la noche cuando alguno no podía dormir, a veces Mirio le pedía a Nighteye que le dejara entrar a la clínica un libro, bastante sencillo y delgado,pero del cual Tamaki se había enamorado por completo, el no era un chico que leyera, el no creía que un libro te pudiera transformar o transportar a algún otro lugar, su mundo se había vuelto esas cuatro paredes y no quería cambiar eso, pero Mirio siempre llegaba y lo desordeba, en el buen sentido, cambió muchas cosas para Tamaki, pero nunca lo obliga a nada, leer fue la decisión de el menor cuando el rubio trago o más bien solo recordó que tenía el libro "Lágrimas de ángeles" sip un libro de esos que te dejan a leer en la escuela.

Pero había algo en ese libro que conquisto a Tamaki y aunque el libro fuera un mal recuerdo para Mirio escuchar la voz de Tamaki leer las letras lo relagaba y podía pasar horas escuchando, tal vez al principio si le hubiera dicho alguien a Mirio si quería o no ese libro, hubiera dicho que no pero ahora era diferente, ahora hubiera dicho que si.

Mirio amaba el pelo de Nejire, decía que era como un extraño árbol o algo así, pero también le gustas el de Tamaki, oscuro y delicado, con un pequeño descontrol, pero le parecía adorable. El rubio puso su mano en este y lo acaricia inocentemente, para luego poner el lirio blanco sobre la oreja de Tamaki, no hubo gran reacción de parte de Amajiki solo lo observo hacerlo mientras un escalofrío recorría su espalda, sentía algo de pena al recordar que no estaban en una habitación o en el jardín si no que estaban el el pasillo justo enfrente de Nejire.

- listo - dijo Mirio y miró su obra de arte, el blanco de la piel de Tamaki se diferenciaba de él de la flor y el cabello que negro así a la flor resaltar-me tengo que ir - dijo al final dejando a Tamaki y Nejire otra vez solos, solo que esta vez a uno más confundido que al otro.

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Hola,realmente no se que decir, espero que les haya gustado este capitulo, de aquí en adelante solo habrán cursilerias.
Pd: alguien ya leyó el cap. 286 del manga! Esta genial bro! Leelo no te arrepentirás ;)
Eso es todo por ahora
Adiósssss

Hackensack [MiriTama] ¡CANCELADA! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora