—Llamaré a la policía si no te vas,— Marinette informó en tono amenazador tan pronto como abrió la puerta de su departamento.
Habían pasado 5 días desde que ese extraño llamado Adrien Agreste le había pedido vivir con ella. Y desde entonces, iba a diario, quedándose durante horas y horas frente a la puerta de Marinette, con un enorme bolso, como si estuviera listo para mudarse en cualquier momento. Marinette le había pedido que se fuera pero el chico seguía regresando. Después del segundo día, había empezado a ignorarlo, actuando como si el hombre no estuviera ahí y esperando que se rindiera tarde o temprano. Pero Marinette había perdido su paciencia y aun cuando no sentía miedo de él – el chico extraño ya habría hecho algo si su propósito fuera lastimarla o asaltarla, ¿no? – estaba empezando a ser algo extraño.
¿Por qué el chico insistía tanto en quedarse en casa de una extraña en particular?
Si era tan fresco como para ir a la casa de alguien que no conocía y hacerle tal pedido, ¿por qué no estaba tratando de hacer lo mismo con otros? ¿Por qué tenía que ser conmigo?
Marinette vio cuando el extraño, Adrien, de pie en el piso y mirándola con la misma sonrisa que había estado en sus labios desde la primera vez que apareció en la puerta de Marinette.
—No estoy haciendo nada malo.
—Eres como un acosador,— Marinette acusó.
—No estoy siguiéndote a todos lados.— Adrien señaló.
Y Marinette resopló.
En teoría, tal vez lo que Adrien estaba haciendo no era acosar pero seguía invadiendo su espacio personal, aun cuando era solo fuera de su departamento. Marinette veía al extraño cada vez que salía o entraba a su departamento, un extraño que había decidido permanecer frente a su puerta.
Obviamente, Adrien estaba haciendo algo malo.
—No tengo tanta paciencia como pareces creer,— Marinette dijo y estuvo sorprendida cuando distinguió un matiz de diversión en los ojos de Adrien.
—Pues no lo demuestras mucho.— Una breve risa llegó como respuesta a la interrogante mirada de Marinette antes de que Adrien especificara. —Han pasado 5 días y aún no estoy en prisión.
Así que Adrien estaba al tanto de lo erróneo de sus acciones después de todo. ¿Entonces por qué aún estaba ahí? ¿No tenía miedo de ser arrestado? Estaba planeando reportarlo con la policía, ¿no?
Era un hecho que Marinette aún no había llamado a la policía, aun cuando podría haberlo hecho ya. Pero se preguntó por qué no. Se preguntó por qué sentía curiosidad y de alguna forma interés en la historia de Adrien. Si hubiera sido otro, Marinette ciertamente no habría tenido paciencia.
Pero eso no era algo bueno. No sabía quién rayos era ese chico, excepto de su nombre y que era raro. El hecho de que era condenadamente atractivo y que tenía una sonrisa encantadora podría enlistarse.
Marinette movió la cabeza con vehemencia. No debería bajar la guardia.
—Lo estarás pronto si no te vas ahora,— amenazó tan firme como pudo.
—De acuerdo.— Adrien cedió antes de tomar su bolso, lanzarlo sobre su hombro, y girar para irse.
Marinette estuvo algo sorprendida por la súbita docilidad. Había intentado hacer que Adrien se fuera antes, con la misma amenaza, pero el hombre no se había inmutado y solo la miró con lo que parecía ser su sonrisa distintiva que le llegaba hasta aquellos grandes y bonitos ojos verdes. Pero aun así, ahora estaba yéndose, así de fácil. A menos que...
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Le goût sucré de la défaite. (El dulce sabor de la derrota.) (Adrinette)
FanficSummary: cuando Adrien apareció en su puerta y pidió mudarse con ella, Marinette no estuvo segura de cómo reaccionar. Pero no iba a dejar que un extraño, por atractivo que sea, se quedara en su departamento, ¿no? Portada hecha por: @KatuSegura1 Me e...