Summary: cuando Adrien apareció en su puerta y pidió mudarse con ella, Marinette no estuvo segura de cómo reaccionar. Pero no iba a dejar que un extraño, por atractivo que sea, se quedara en su departamento, ¿no?
Portada hecha por: @KatuSegura1
Me e...
Desde esa noche, su relación se había movido a otro nivel. Aunque no podían ser considerados como amantes, apenas podían alejar sus manos del otro por mucho tiempo.
Pero Marinette no estaba quejándose; cada vez era tan intenso y apasionado. Su atracción por Adrien no parecía estar desvaneciéndose. Por el contrario, solo parecía ser más y más fuerte y eso asustaba ligeramente a Marinette. Los ligeros roces de Adrien y sus besos eran una adicción, una dulce pero peligrosa adicción.
Porque Marinette aún sentía que no lo conocía, como si Adrien fuera a irse de su vida en cualquier momento.
Pero cada vez que estaba en los brazos de Adrien, cada vez que estaba en la cima de su pasión, Marinette sentía que sus miedos no eran justificados. Y era extraño. La forma en la que Adrien la miraba con tanta desesperación, como si temiera que fuera a desaparecer, pero también con tanto amor que confundía a Marinette.
Porque Adrien solo le daba esa mirada cuando estaban en la cama.
Marinette había pensado al principio que tal vez durante sus apasionadas sesiones, Adrien estaba pensando en alguien más, imaginando aquella ex prometida a quien parecía no haber olvidado, y que no olvidaría con facilidad.
Pero cuando volvieron a hacer el amor, Marinette se dio cuenta que esa mirada era para ella, y el nombre dejando los labios de Adrien era definitivamente suyo. Y eso le había aliviado. El amor brillando en los ojos verdes de Adrien era sobrecogedor y hacía que el corazón de Marinette flotara.
Pero no podía encontrar una explicación a la indefensa sensación, en especial no cuando estaba dirigida hacia ella.
Definitivamente había más en ello, y ese era otro misterio en la cima de los otros tantos rodeando a Adrien.
ʚ♡ɞ
Casi 4 días después de haberse hecho más íntimos, Marinette se encontró durmiendo a solas en su cama por primera vez ya que Adrien tenía que trabajar hasta tarde.
Y esa noche, Marinette tuvo otro extraño sueño, aún estelarizado por Adrien y ella.
Esta vez, no estaban en ese mismo restaurante que los otros sueños sino en el departamento, en su habitación, desnudos y sudorosos en la cama, moviéndose a ritmo lento.
Pero había algo extraño. Era diferente de la realidad, tal vez un poco más torpe en el sentido de que no parecían estar muy familiarizados con el otro. Los roces de Adrien no eran tan definidos y certeros, y parecía más como si estuviera explorando a Marinette por primera vez, explorando y probando cada esquina de su cuerpo.
Incluso su mirada era diferente. La ardiente pasión y deseo aún estaban ahí pero no había matiz de desesperación, ni había señal de amor, o algo que se le pareciera.
Y eso se sentía extraño para Marinette. No estaba acostumbrada a eso.
Aun así, su química era increíble, sus cuerpos encajaban perfectos aun cuando se sentía como si fuera la primera vez – la primera-primera – a diferencia de su primera vez la cual se había sentido como si ya estuvieran familiarizados con el otro.
Los distantes roces se habían hecho más reales y más insistentes, y cuando sus fríos labios colisionaron con los suyos, Marinette respondió el beso con el mismo ardor, cediendo a la adictiva sensación de la proximidad de Adrien.
Y cuando abrió los ojos y fue recibida por esa particular mirada, Marinette supo que ya no estaba soñando.
Continuará...
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