Le goût sucré de la défaite. (El dulce sabor de la derrota.) (Adrinette)

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Mientras Adrien le contaba un poco más de su pasado, Marinette se dio cuenta que esos sueños que había tenido eran fragmentos de su memoria. Era por eso que sentía que era un segundo primer encuentro, aunque teóricamente hablando había sido su primer encuentro hace años. Y era por eso que la sensación de tener a Adrien a su lado era no menos familiar, aun cuando había sentido que conocía a Adrien por tanto tiempo incluso en esos sueños.

Pero eso era porque estaban destinados a conocerse, según las palabras de Adrien. Porque estaban hechos el uno para el otro. Y Marinette no dudaba ni un poco, no después de sentir esas emociones y deseos que Adrien seguía despertando en ella.

Desafortunadamente, solo podía cumplir su deseo de saber más con las palabras de Adrien ya que los sueños eran muy borrosos y no los recordaba mucho. Solo los sentimientos que tenía permanecían tercamente, pero eso también era debido a la presencia de Adrien, al regreso de Adrien.

Flashback

Ya pasaba de la medianoche cuando llegaron al departamento de Marinette, el cual estaba más cerca del restaurante.

La intensidad del deseo que habían logrado contener por toda la noche, y quizá desde su encuentro hace 3 días, fue liberado, moviendo sus acciones tan pronto como la puerta se cerró.

Fue así como Marinette se encontró siendo empujada contra la pared más cercana con el rostro de Adrien tan cerca que podía sentir su respiración, una mezcla salvaje de vino y cigarros, cosquilleando su mejilla. Y cuando inhaló la dulce pero masculina esencia de Adrien, Marinette sintió que su cabeza giraba, como si estuviera intoxicada.

Y ese era el caso. Estaba intoxicada, embrujada por Adrien.

Marinette no podía enfocarse en nada más que en Adrien, en el cuerpo de Adrien presionado contra el suyo, en los intensos ojos verdes de Adrien con la misma necesidad y deseo que ella. Y cuando la rodilla de Adrien se deslizó entre sus piernas en una dolorosa pero deliciosa fricción, mordió su labio inferior con la esperanza de reducir el temblor de su cuerpo.

Pero no funcionó. Su cuerpo estaba temblando de lujuria y anticipación y creció más cuando el rostro de Adrien se acercó a su cuello. Marinette se aferró a sus hombros cuando Adrien empuñó su cabello, obligándola a arquear el cuello antes de empezar a probar su expuesta piel, succionando y mordiendo juguetonamente haciendo que el dolor rápidamente se convirtiera en placer en el momento en el que la boca de Adrien estuvo presionada contra su pulso.

El agarre de sus dedos se apretó en la camisa de Adrien cuando Marinette sintió los suaves labios después de lo que pareció una infinidad de minutos y cuando Adrien empezó a morder el sensible lugar justo bajo su oreja, no pudo contener un gemido, seguido por otro en el momento en el que Adrien succionó el lóbulo.

—¿Más?

La pregunta había sido susurrada en su oreja y la gruesa voz envió escalofríos por su espalada pero el tono juguetón de Adrien había despertado el lado retador suyo cuando se dio cuenta que estaba disfrutando ponerla en ese estado, dominándola.

Pero Marinette no era de las que se dejaban dominar tan fácilmente... Ya no al menos, dos podían jugar ese juego.

Como para probar su resolución mental, Marinette tomó el rostro de Adrien y lo obligó a alzar la cabeza. Había un travieso brillo en sus ojos cuando sus miradas se encontraron y eso pareció divertir a Adrien quien aparentemente notó lo que estaba planeando hacer. Marinette no pensó mucho en ello, estaba muy ocupada peleando con la necesidad de sentir los labios de Adrien sobre los suyos, de probar tal tentación.