CAPÍTULO 1: AMOR PREDESTINADO

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Mi nombre es Camila Cabello, tengo 17 años, soy una persona bastante divertida o al menos eso dicen mis amigas. Estudio la high school en Miami, un lugar tranquilo pero a decir verdad, me parece aburrido, ya que, en mi escuela no hay chicos, ya saben, es un colegio para señoritas porque mis padres son bastante estrictos, claro, no son malos, si quiero un permiso lo consigo, siempre tuve la astucia para hacerlo, más cuando se trata de mis mejores amigas, en primer lugar está Dinah, mejor conocida como "DJ", después se encuentran Ally y Normani, de cariño le decimos "Mani", ellas me dicen "Mila", siento que tiene más personalidad que decir mi nombre completo.
El día de hoy transcurrió lento, a primera hora tuve examen de matemáticas, ¿Quién demonios aplica examen de matemáticas tan temprano?, lo bueno que vine preparada, haré trampa como siempre para conseguir mínimo un 7 para aprobar la materia o estaré jodida, no soy de buenas notas, pero sí soy la más popular en mi grado, odio la escuela, terminando éste año, pasaré al siguiente y me graduaré para largarme de aquí. Miro el reloj, no me concentro, veo por la ventana y se encuentra un grupo de chicas conversando, creo que son de último grado, una de ellas me parece linda, nunca la había visto, ¿Quién es?, me le quedo viendo cuando de pronto...

Señorita Cabello, ¿necesita debatir algo con las chicas de afuera?, el examen está en su banca, si tiene algún asunto pendiente con ellas, dese prisa a terminar la prueba y tiene permiso de salir. –Dijo la maestra un tanto molesta

Eh, no, en realidad... No, disculpe Mrs. Meredith, no volverá a ocurrir. –Bajé la mirada hacia mi examen.

La señorita Meredith era una maestra joven, hermosa, de unos 30 años a lo mucho, si yo fuera ella, estaría viajando por el mundo, no dando cátedras sobre matemáticas. Suena el timbre, justo acabé el examen, la chica linda seguía afuera, me paré rápido a entregar mi prueba, me estaba apresurando a salir justo cuando DJ se pone frente a mí.

Mila, ¿Qué ocurre?, nunca tienes prisa y veo que ahora sí. – Dijo DJ mientras cruzaba los brazos y me veía con extrañeza.

A decir verdad, sí, tengo prisa, quítate, necesito hacer algo ahora. – La aparté y me apresuré a salir del aula, para mi sorpresa la chica linda ya no estaba.

¡Mierda!, ¿Quién era?, ¿Por qué de pronto sentí como si la conociera de toda la vida? – Me pregunté en voz alta y algo enfadada.

Cam, ¿Te podemos ayudar? – Dijeron Mani y las chicas al mismo tiempo. Me puse nerviosa porque al parecer escucharon lo que dije.

No, quisiera que sí pero lo dudo, mejor vamos a comer algo, escuché que Mr. Darren no vino, eso significa hora libre. – Les dije a las chicas con una sonrisa fingida.

Grandioso, hice la tarea tanto para nada – Dice Ally, todas soltamos una carcajada porque sabemos que ella no hace las tareas a menos que se las pasemos.

Bien, ¿qué les parece que vamos por comida y jugamos a verdad o reto? – Comenta Ally con mucho entusiasmo y una enorme sonrisa.

Yo accedo, nos dirigimos a la cafetería, voy con la esperanza de volver a mirar a aquella chica, no sé por qué algo de ella me llamó la atención, no soy lesbiana, tengo novio y a decir verdad es muy apuesto, el chico que todas desean, es universitario, alto, muy gentil, tiene ojos color marrón y una mirada profunda, una sonrisa que conquista a cualquier chica que se le atraviese, su nombre es James, tiene 20 años, mis amigas consideran que es algo mayor para mí, pero mis padres lo aprueban. Llegamos a nuestra banca preferida, Mani se dirige a comprar comida para todas nosotras, nos sentamos en círculo.

Bien, ¿Quién será la primer victima el día de hoy? – Comento mientras las observo y me río.

Lo serás tú por abrir la boca. – Replica DJ y todas nos reímos.

Amor predestinado CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora