Magnus observaba a su hija quien hablaba fascinada con Alec, quien la escuchaba atentamente, con un brillo en su mirada, cualquiera que los viera diría rápidamente que eran padre e hija, eran tan parecidos, la manera en que Elara arrugaba su entrecejo, hablando muy decidida, o como sus ojos azules se iluminaban, al igual que Alec.
— Tengo un perrito, es de peluche, porque mi primo Jul no puede tener uno de verdad cerca, ya que es alérgico, entonces mi papi me dio uno de juguete — dijo ella con emoción
— Es maravilloso — le dijo Alec
— Sí y también amo las matemáticas, son muy bellas, papi dice que a usted también le gustan — sonrió ella con un sonrojo en sus pequeñas mejillas
— Es verdad también me gustan — le dijo Alec, ella era hermosa, lista y muy enérgica
— Tampoco sé andar en bicicleta, porque papi no me puede enseñar, le da miedo caiga — confesó ella acercándose a Alec como si le dijera un gran secreto, pero Magnus la había oído
— Oh vaya, pero sí, es peligros, podrías caer — le susurró de vuelta Alec
— Pero así es como se aprende, si me caigo, me levanto y sigo intentando para hacerlo mejor — dijo ella y Alec abrió los ojos en asombro al igual que Magnus, niña lista y sabía
— Eres una pequeña muy lista — la halago Alec
— Gracias — se rio nerviosa — ¿Papi no vas a decir nada? — dijo ella viendo a Magnus
— Ah…. Bueno, eres muy lista — sonrió él, dejando a Alex viéndolo sonreír tan bello, pensó Alec
— ¿Cómo se conocieron? — dijo ella viéndolos a ambos
— ¿Quién te enseñó a preguntar eso? — dijo Magnus
— En una película la niña le preguntó a los papás — se encogió de hombros ella y tomó una verdura de su comida
— ¿Qué película? — La miró Magnus
— La pusieron en la escuela, era sobre una niña adoptada, pero no recuerdo mucho papi — respondió ella — ¿me van a responder? — los volvió a ver
— Tu papi iba caminando por la calle y yo pare mi auto cuando lo vi, él iba distraído y en ese momento hablamos por primera vez, me pareció el ser más bello de la tierra — dijo Alec
— No iba distraído, tu no sabías manejar, casi me atropellas — hablo Magnus indignado
— No, tu ibas distraído, yo iba bien — ambos rieron y luego sonrieron nerviosos, la niña solo los veía con un brillo especial en sus ojos
— Como diría el tío, muy romántico — se rio ella
Magnus se aclaró la garganta. — ni siquiera sabes lo que es romántico — le dijo a su hija
— Sí sé — dijo ella y leuco abrió sus ojos y dijo — no, no sé — haciendo tanto a Alec como Magnus reír
— Eres una niña muy grandiosa — le dijo Alec
— ¿Dónde fuiste todo este tiempo? — le dijo ella
— Yo….. Tenía muchas cosas que resolver, lamento tanto haber estado tanto tiempo lejos de ti, espero que algún día me perdones — le dijo Alec la niña dejó su comida y lo vio se bajó de su silla y se acercó a Alec quien la cargo y la sentó en su regazo, ella lo abrazo del cuello, mientras Magnus veía aquella acción con su corazón acelerado y sus ojos al borde de las lágrimas
— Te perdono papá — Alec no pudo contener las lágrimas que salieron de sus ojos, al igual que Magnus — pero por favor papá, nunca te vayas de nuevo, porque yo no quiero que me dejes, te extrañé mucho, siempre quise saber cómo eras, así que nunca me dejes ni a mí, ni a papi, yo sé que entre ustedes pasó algo y quizás soy muy niña para entender bien, pero sé que aunque ustedes no estén juntos de nuevo, quiero a mí papá y papi conmigo, nunca te vayas de nuevo — ella tenía sus ojitos con lágrimas mientras le decía a Alec
— Jamás me voy a ir, te prometo que de ahora en adelante siempre voy a estar para ti y tu papi, todo este tiempo sin saber de ti ha sido una tortura para mí, sin poder ver tu carita tan bella, te amo hija, no me vas a perder de nuevo te lo juro — Alec dejo un beso en su cabeza y ella lo abrazo más, mientras Magnus lloraba desde su lugar, su pequeña había sufrido sin su papá
— Siempre nos tendrás amor, a los dos — le dijo Magnus
— Los amo — ella estiró su bracito y pidió en silencio a Magnus que se uniera a su abrazo, él se movió un poco y abrazo a su hija y a Alec
Después de ese momento continuaron la cena, ella le contó historias a Alec, como la primera vez que vio nieve, cuando fue a la playa, sobre su primo Jul y muchas cosas, dejándolo fascinado con su gran elocuencia.
Estaban en el postre elegido por Elara, pastel de helado, cuando el teléfono de Magnus sonó, de nuevo, toda la noche había sonado, el sabia quién era, pero no atendería, no ese día, luego lidiaría con su hermano y su tío.
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Iban caminando, Elara había tomado con una de sus manos la de Magnus y con la otra la de Alec, quedando ella en medio de ambos, dando pequeños saltos, solo caminaban, parecían una familia muy feliz a la vista de otros, aunque había cosas debajo de esa imagen.
— Papi, ¿puede papá enseñarme a andar en bicicleta? — irrumpió ella el silencio
— Amor sigo creyendo que es peligroso, podrías aprender cuando seas más grande — le dijo Magnus
— Pero papá no dejaría que me pase nada, ¿verdad papá? — volteó a ver a Alec con ojitos
— Magnus, te prometo que la cuidaré — Magnus observó a Alec que lo veía esperanzado al igual que su hija
Suspiro y los vio a ambos — bien — se rindió — pero la cuidaras bien Alexander — lo miró serio
— Con mi vida — prometió él y Elara salto de alegría
— Gracias papi, gracias papá — abrazo a cada uno
— Puedes pasar por ella al estudio después de la escuela, allí mismo puedes enseñarle — le dijo Magnus
— ¿Papi puede papá ir a desayunar con nosotros, así me llevan los dos a la escuela? — pidió ella
— Si el quiere, claro que sí — sonrió, el haría feliz a su hija
— ¿Quieres papá? — la pequeña miró a su padre
— Sí amor — ella sonrió
Siguieron caminando, hasta que ambos adultos notaron que se hacía más tarde y Elara se quedó dormida, Alec los llevó a ambos a casa y allí se despidió, dejó un beso en la cabeza de su hija y le dijo adiós a Magnus.
— Mandaré a que recojan tu auto y lo traigan — le dijo Alec
— No tienes que hacerlo — le dijo
— Por favor — pidió Alec
— Bien, gracias — Magnus cerró la puerta con su hija en brazos y entró a la casa, donde Jem lo esperaba
— Rafael llamó, vendrá mañana por la tarde
— Diga lo que diga no voy a quitarle la felicidad a mi hija, no me importa si se enoja me voy a costar a Elara y a dormir, buenas noches — le dijo Magnus
Haría a su hija feliz, aún si a su hermano no le parecía, nada le importaba más que Elara, nada.PERDONEN QUE DESAPAREZCO, SIENTO HACERLES ESPERAR TANTO. 🥺
Espero disfrutarán del capítulo, gracias por leer, por su apoyo, espero dejen su voto y un comentario, díganme ¿cómo están? Espero que bien.
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I GET TO LOVE YOU LIBRO #2 DE LA SAGA FIND YOU - MALEC
FanfictionSegundo libro después de VIP Después de haber luchado con los fantasmas de su pasado, Alexander está dispuesto a encontrar a Magnus y arrodilladarse ante él si es posible y poder intentar ser una familia, recuperar a su único amor y a su hija. ¿Aún...