D E C I S I Ó N

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Magnus había despertado más temprano ese día, a pesar de no querer admitirlo estaba nervios porque Alec iría a su casa, también si hermano llegaba ese día, todo parecía un caos, pero había algo de lo que estaba seguro, nada arruinaría o quitaría la sonrisa que su hija tenía.

Terminó de vestirse y fue a la cocina a preparar el desayuno, generalmente era algo suave, panqueques y fruta con jugo y café para él, también para Alexander ese día.

El timbre de su casa sonó una hora después, su pequeña estaba terminando de alistarse, así que supuso que era Alexander, camino a la puerta y sí, allí estaba él.

— Buenos días — saludo con una sonrisa

— Buenos días — dijo Magnus y se hizo a un lado para que pasara dentro

— ¿Dónde está Elara? — preguntó observando el lugar, haciendo que Magnus se sintiera incómodo, seguramente no se comparaba con su casa

— Terminando de colocar su uniforme, pasa — Magnus camino frente a él y consciente o no, movió un poco más sus caderas trayendo la atención de Alec, quien trago y los siguió al comedor de la cocina

Alec tomó asiento frente a la mensa y observó a Magnus poner los platos con panqueques y frutas en la mesa, coloco una tasa de café frente a él y el jugo, además de un bote de jarabe.

Luego lo vio caminar fuera del comedor, para unos segundos después volver con Elara quien ya traía su uniforme listo.

— ¡Papá! — grito ella y corrió hacia Alec a darle un abrazo, quien la recibió en sus brazos y le dejó un beso en la mejilla — Buenos días papá  —saludo ella

— Buenos días hija — la sentó en la silla a su lado y ella se dispuso a comer, desayunaron en completo silencio

— Lava tus dientes, trae tu bolso y nos vamos — le dijo Magnus. Mientras tomaba los platos y los llevaba a lavar

— ¿Necesitas ayuda? — le dijo Alec

— No es necesario — dijo Magnus y se dio la vuelta para lavarlos, Alec suspiro y se volvió a sentar, observó a Magnus, el tiempo si había pasado, se veía más adulto, más maduro, pero sin dejar de ser tan bello, lo recordó de joven, siempre había sido alguien que robaba suspiros, se preguntaba si estaba soltero, ellos realmente no habían hablado mucho

— Magnus, creo que tu y yo debemos hablar — las palabras salieron de su boca de un solo, haciendo que Magnus se volteara hacia él

— No creo que tengamos algo de que hablar — dijo

— Creo que sí, hay muchas cosas que quiero saber — dijo Alec — cosas que pasaron en estos años, sobre nuestra hija, sobre ti

— Sobre mí no tienes nada que saber, sobre nues.. Nuestra hija, puedo decirte o puedes preguntarle a ella — le dijo Magnus

— ¿Has estado con alguien en estos años? — se atrevió a preguntar

— No es de tu incumbencia — se limpio las manos y camino fuera de la cocina

— Porque yo no, no he dejado de pensar en ti ni un día Magnus, aún te amo

— No sigas — le habló con dureza

— ¿Por qué? Solo estoy siendo sincero contigo Magnus, te amo, no he dejado de amarte y me arrepentiré por toda mi vida el haberte hecho daño, jamás quise —sus palabras se vieron interrumpidas por la mano de Magnus en su boca

— Cállate, no quiero oírte, si te permití estar cerca de nuestra hija fue por ella, pero no quiero que intentes nada conmigo — le dijo, la voz de Magnus cargada de ira y dolor

I GET TO LOVE YOU LIBRO #2 DE LA SAGA FIND YOU - MALEC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora